Capítulo 15

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Llegamos al hospital un par de minutos más tarde de lo previsto, Miranda insistió en comprarme algo para almorzar dado que ninguna tuvo tiempo de comer algo entre la universidad y su casa. Me negué varias veces sin resultado alguno, pasamos en un autoservicio de Mc Donalds y comimos en el estacionamiento, como dos grandes amigas poniéndose al día de su vida, super casuales.

Entablamos una conversación ligera y amigable que aprecie mucho, Miranda me platicó como conoció a mi papá unos pocos meses después de que comprara el terreno donde inicio su sueño, ella confió en la visión de mi papá para dar un servicio de calidad a las personas y lo siguió segura de lo que se podía lograr a futuro, por eso ella era su mano derecha y socia más importante desde ese entonces y actualmente.

Terminamos de comer cuando se dio cuenta de la hora, a pesar de ello pasamos por un helado. Nos merecíamos un postre según ella. Conocer este lado de la doctora era extraño, nadie imaginaría que la estricta y poco amigable Miranda Mora en realidad cantaba en su auto "Barbie girl" a todo pulmón y con tanto sentimiento que daba ternura.

"¡Muchas gracias por el almuerzo!" le grité mientras saltaba del coche, insistí en que lo mejor era que bajara ya, porque en lo que buscaba donde estacionarse era tiempo perdido "Hora de bajar esta hamburguesa."

Tuve que correr para llegar al consultorio, por lo tarde que era sabía que Renata me iba a matar. Iba a entrar a la salita de estar, pero frene al escuchar la voz de Renata, la puerta estaba entreabierta.

"Respira ¿ok? Estas en todo tu derecho de pensar, además tu siempre dices que las cosas se piensan mejor con la cabeza fría" Renata tamborileaba sus dedos en el brazo del sofá mientras escuchaba a la persona del otro lado de la línea. "Cálmate, le di el balonazo sin querer, aunque podría amenazarla con darle otro si te hace daño."

Bueno, al oír eso no cabía duda de que hablaban de mí, por lo que era Juliana al teléfono, aunque no pude evitar la sonrisita tonta que se formó al oír a Renata decirle aquello.

"Bueno Elizabeth, de eso vamos a hablar después" el tono de Ren sonaba a regaño "es que no puedes seguir viviendo así mujer, piensa en tu salud" se levantó para dirigirse hacia la cafetera "si, por algo dicen que los médicos somos los que menos nos cuidamos a pesar de saber las consecuencias de las cosas" tomo café escuchando atenta lo que le decía Juliana "si, cámbiame el tema."

"Juli sé que te preocupas por ella... aun así debes tener cuidado, sabes que ese chico se droga, su respuesta a los estímulos puede ser muy tranquila o, todo lo contrario, puede hacerles algo a ti o a ella..." ahora ella se tallaba la parte de atrás del cuello con evidente estrés y preocupación "sé que no la vas a presionar a nada, no estoy diciendo que lo hagas... si... si... mira, hablamos luego ¿ok? Seguro ya está próxima a llegar..."

Ese fue mi señal para alejarme silenciosamente a la entrada de nuevo, no debía saber que estuve de chismosa oyendo lo que decía. Era evidente que se referían a Lucho, de todas formas, ya había sopesado esa opción, terminar con él iba a ser una misión de alto rango, tendría que ser en un lugar público para amortiguar un poco lo que pasaría o en todo caso alguien pueda socorrerme de ser necesario.

Espere lo necesario para acercarme de nuevo, como si acabara de llegar. Toque la puerta para avisar de mi llegada.

"Hola Valentina, hoy si llegas tarde, debemos empezar las curaciones que según Claudia están esperando" me dejo pasar sin problema alguno.

"Lo siento Renata, me atrasé un poco."

"Lo sé, no te preocupes, vamos a arreglar todo" me aventó un paquete de guantes, se colocó los propios, abrió unas gasas y tocaron a la puerta "bueno, llego el momento de mancharnos de un poco de sangre."

Cuando te vasWhere stories live. Discover now