Capítulo 41

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Ya no podía pensar con claridad, imaginando todos los escenarios posibles de desastres que se avecinaban. Hasta que escuché a alguien hablarme a lo lejos, que me arrastraba sosteniendo mi codo a algún lado.

""Valentina, Val, ¡val!" era Juls frente a mí "necesito que respires lentamente, sigue mi ritmo."

Yo seguía con la sensación de que me ahogaba, pero me esforcé al máximo para conseguir copiar los movimientos de su respiración. Tardamos un poco en que lo lograra, cuando lo hice deje caer todo mi cuerpo en el sofá a donde Juls me sentó. La morena lucía muy preocupada por mi estado.

"¿Todo bien?" tomo mi pulso y de alguna forma consiguió un estetoscopio para revisarme.

Yo seguía sin poder hablar, debido a la conmoción que me ocasionaba saber que mí no pequeño secreto salió a la luz así. Tanto pensar como decirle a mi familia, cuando personas extrañas se encargaron de destruirme básicamente.

"Bien, tus signos vitales son estables" comento Juliana ya menos inquieta "volveré a repetir la pregunta ¿estas bien?"

"Si" dije con todo el esfuerzo del mundo, a lo que mi novia asintió. Procedió a guardar todos los dispositivos médicos que uso momentos antes.

Mire el techo de mi apartamento, concentrada en el tic tac de un reloj sobre la repisa de la sala. Necesitaba ubicar mi teléfono, lo más seguro es que después de las noticias mis padres no tardarían en llamar o al menos, en mandarme un mensaje. Bueno, eso si todavía querían verme. Necesitaba descansar, ojalá no me hubiera levantado de mi cama.

Si, tal vez seguía dormida. Y esto solo era una horrible, terrible, espantosa y muy mala pesadilla de la que requería despertar ya.

¡Dije ya!

¿Por qué nadie me pellizcaba? ¿A qué hora sonaría la alarma habitual?

"Bebé, necesitamos irnos" escuche decir a Juls cuando regreso de algún lugar "las chicas necesitan de nuestro apoyo inmediato."

Las palabras me descolocaron cuando decidí prestarles atención, ¿quiénes y por qué necesitaban de nuestra ayuda? Al parecer Juliana no veía la magnitud de nuestro problema, de mi problema. Reaccioné cuando de reojo volví a ver la televisión, ahora las imágenes muy bien tomadas de Renata e Ivana besándose en un restaurante de lujo o agarradas de la mano caminando por el malecón se mantenían en grande, ocupando todo el espacio disponible de la pantalla. Eran unas hermosas fotos a pesar de la situación, se podía apreciar lo enamoradas que estaban.

Espera un momento, ¿Renata e Ivana?

Todo cayó de repente en su lugar, las chicas que necesitaban ayuda eran nuestras amigas, porque ellas fueron a quienes descubrieron, no a nosotras. ¿Cómo lo habían conseguido? La ira ante todo esto, me inundo. Esas fotos eran intimas y la decisión de hacer pública la relación solo les pertenecía a Ren e Iv, a nadie más. Ahora, eran sensación nacional.

Aprecie como Juls contesto su móvil y se movió con rapidez por todo el depa, siseando algunas órdenes a la persona del otro lado. Yo solo presté todo mi interés a las noticias.

"Resulta que la heredera del imperio Dankworth, mejor conocido como una de las empresas más notorias de tecnología en el país, fue descubierta teniendo intercambios amorosos bastante comprometedores con una chica de identidad aún desconocida" el presentador hablaba hacia las cámaras, la compañera a su lado atenta a lo que decía. "Esto es un golpe a la integridad de su familia quienes son bastante conocidos por lo conservadores que son, incluso el Señor Dankworth estuvo en contra total de la legalización del matrimonio homosexual hace poco, lo que ahora lo volverá un blanco fácil de burla, teniendo una hija dentro de esa supuesta minoría que el tanto aborrece."

Cuando te vasWhere stories live. Discover now