Capítulo 12

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Pase el resto del lunes encerrada en mi casa, como avalancha se había sentido lo ocurrido durante el fin de semana y ese día, estaba agotada mentalmente.

No podía contarle a nadie más acerca de todo lo que sucedía a mi alrededor, de lo que me sucedía a mí, por fin le había puesto un nombre a esto y desconocía si era algo bueno. No tenía a nadie, mis padres seguramente se avergonzarían de lo que era, podrían hasta correrme de la casa, una vez se lo habían hecho a Guille cuando choco un auto por jugar a las carreras con sus amigos, papá estaba furibundo y lo amenazó de que si volvía a pasar las cartas ya estaban puestas sobre la mesa, lo mío era aún peor, ni siquiera me dejaría la advertencia.

Ivana y Mayela menos entenderían, nunca han querido a Lucho, decirles que quería dejarlo podría ponerlas felices, hasta prepararían todo para presentarme nuevos galanes sin importar que no estuviera dispuesta. Hablarles de Juls, sobre lo que había descubierto de mí era otra cosa, las pocas veces que mencionábamos el tema de la homosexualidad Mayela no podía evitar poner cara de asco, hablar de Dios y el pecado, entre otras cosas e Ivana solo se quedaba callada y pensativa o cambiaba de tema. Yo siempre me mantenía gayfriendly y era algo que ellas toleraban, pero de eso a ser ¿gay? Había una diferencia abismal.

Ethan y Lauren eran una opción, conocían el proceso de aceptación, la misma Laur me había confesado que había perdido amistades por ello, no indague más porque no era el lugar, quería saber cómo le había ido con sus padres si es que ya lo sabían. Ethan por otro lado, venía de un país donde según él no existían problemas con la orientación sexual, así que se tomaba muy relax.

¿Qué podía hacer? Todo en Juliana me gustaba, físicamente era irresistible y su forma de ser a pesar de lo poco que habíamos convivido resultaba en amable, noble, tierna, etc. ¿Podría solo estar confundida? Tampoco podía decir que me gustaban los chicos desde siempre, solo había andado con Lucho, no justamente por su físico sino porque era mi mejor amigo y a partir de ahí nunca me había fijado en nadie más de otra manera más allá de reconocer la belleza en ambos sexos sin sentir que estuviera mal.

Por otro lado ¿cómo iba a enfrentar a Juls? Ayer la había dejado abandonada sin avisarle, el mensaje que me había enviado solo lo había dejado en visto.

De: Juls

Val, tu mami me dijo que te sentías mal, espero te mejores para que podamos salir pronto por esa bebida que te comente. Te extraño mucho.

Moría de ganas de responderle, se preocupó por mí sin saber que yo solo quise huir de su presencia o seguiría cayendo por ella más rápido de lo que quisiera. No podía seguir pasando aquello, no cuando de alguna forma me sentía traicionada y confundida. No debía sentirme así, yo estaba haciendo lo mismo con Lucho con la diferencia de que ella si sabía sobre mi relación. Otra idea que había llegado a mí durante la tarde, tenía que ver con que yo era Carvajal, que mejor que tener a tus pies a la hija de tu jefe ¿no? Claro que tenía el beneficio de la duda, una oportunidad para explicarme todo, ¿le preguntaba directamente? Tendría que irlo resolviendo poco a poco.

El martes empezó conmigo más relajada después de sopesar toda la información, cosa que cambio a ira cuando llegando a la uni, veía a lo lejos platicar y sonreírse a las que podrían catalogarse como pareja más sexy del instituto. Claro que estaba jugando conmigo, eso o mi apellido era lo realmente importante. Tomé la decisión de aplicar la de tener dignidad, no hablar con Juliana.

Así que la ignore cuando me sonrió en el pasillo cuando cada una iba a sus diferentes clases, se detuvo como para decirme algo, ya se hacía tarde para ambas así que no sucedió nada. Durante la clase de fisiología era imposible no encontrarla, hubo una actividad donde tuvo que ayudar a su amada. A la salida escuché que grito mi nombre varias veces.

Cuando te vasWhere stories live. Discover now