Capitulo 23

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Ya era de noche. Estaban todos listos para ejecutar el plan, y lo habían repasado al menos unas diez veces. Al final, Laurie (o Regulus) le había contado a Atenea acerca del plan para alejar a Sascha de Atticus, y claro que Atenea no iba a dejar a sus amigos actuar solos, así que ella se unió también.

Laurie y Atenea comenzaron yendo a la biblioteca. Se sentaron en el mismo sillón de siempre, tomaron un libro y fingieron que estaban investigando.
Theodore estaba en las estanterías de atrás muy pendiente de la entrada, así si Sascha se acercara, los demás lo sabrían. Y cómo era de esperarse, en menos de cinco minutos Sascha ya estaba detrás de Atenea y Laurie.

Ambos dejaron sus libros a un lado y comenzaron a sacar cosas de sus bolsillos y buscar cosas en los libros tratando de verse lo más sospechosos posibles. Sascha lo notó y se acercó.

—¿Qué hacen aquí?— preguntó Sascha con desagrado.

—No lo sé, ¿qué haríamos nosotros, unos estudiantes, en la biblioteca? Seguramente cocinar— respondió Laurie sarcástico y burlón.

—No seas tonto. Tienen examen mañana, deberían estar estudiando. Al menos yo, si fuera ustedes, me preocuparía. Su limitada capacidad no es suficiente, ustedes deberían de estudiar tres veces más— dijo Sascha tratando de indultarlos sutilmente.

—Gracias por preocuparte por nosotros, pero creo que deberías estar más preocupado por los de tu casa. Desde que Harry se fue no han logrado obtener ni la mitad de los puntos de Slytherin— respondió Atenea sutilmente.

—No te preocupes, Gaunt. Van a perderlos todos. Pero bueno, no tengo tiempo para ustedes. Si los veo tramando algo, me veré en la necesidad de hablar sobre su expulsión con Atticus. Nos vemos—

Atenea lo miró alejarse y luego se dirigió a Regulus.

—No lo soporto ni un poco—

—Lo sé, yo tampoco— respondió mirando hacia el mismo lugar —Bueno, ahora a esperar la señal de Theodore—

Theodore estaba atento para cuando Sascha se fuera a la esquina a mirarlos de lejos como siempre lo hacía. Y así fue. Dio una rápida vuelta por las estanterías y luego se quedó parado en una esquina mirándolos fijamente.
Theodore apuntó a una estantería con su varita y tiró unos libros llamando la atención de casi todos, y por un momento, de Sascha también.

Rápidamente Atenea y Regulus comenzaron a guardar los libros y sus pertenencias en los bolsos que colgaban de sus hombros. Miraron a Sascha asegurándose de que los viera, y comenzaron a caminar rápidamente, tratando de hacerlo creer que ellos habían hecho ese hechizo para despistar.

Theodore vio a Sascha salir detrás de ellos y en seguida fue a avisarle a Hérmes y a Damiano para que fueran los tres en caso de que algo llegara a suceder.

Atenea y Regulus se metieron a la oficina de Atticus y fingieron buscar cosas mientras sacaban sus libretas, carras, fotos y todo tipo de evidencias que demostraran sus malas intenciones.

En cuanto escucharon a Sascha entrar detrás de ellos ambos se escondieron en el armario, y desde ahí hicieron un hechizo para hacer creer a Sascha que ambos habían salido. Sascha pensó en ir tras ellos y por poco se arruinaba el plan, pero su curiosidad fue mucho más grande.

Comenzó a leer cada carta, pergamino, libretas y libros, y a ver cada foto y planes que había ilustrado.

De repente, Sascha dejó caer sus manos fuertemente en el escritorio. Se pasó una mano por el rostro, como limpiándose alguna lágrima, tomó algo del escritorio y salió de ahí azotando la puerta.

Regulus y Atenea miraban todo desde el closet pero no sabían qué pasaba. Después de que se fuera, ellos también salieron de la habitación cuidadosos de que nadie más los viera.

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