Capitulo 20

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En el día siguiente las cosas fueron extrañas para todos.

Primero, Atenea llegó al gran comedor. Saludó a todos como de costumbre y se sentó en su mismo lugar de siempre para no hacer sentir mal a Theodore si se iba a otro lado, además no habían terminado mal como para alejarse.

Todos notaron un comportamiento extraño entre ambos, pero nadie le dio importancia. Laurie, quien ya estaba mejor, estaba muy enfocado en un viejo libro que había encontrado en la enfermería como para poner atención a la pareja que tenía en frente.

Sin embargo, fue cuando se levantaron para ir a clases que, mientras platicaban, Theodore le tomó la mano a Atenea inconscientemente. Atenea lo miró desconcertada y fue ahí cuando él se dio cuenta de lo que hacía y soltó su mano rápidamente.

—Perdón... Es la costumbre— se disculpó Theodore apenado.

—Tranquilo, no me voy a enojar por eso— rió Atenea y él la miró con una media sonrisa.

Aunque fue algo un poco discreto, todos se dieron cuenta de eso. Laurie dejó de leer para saber lo que pasaba, Elisavet y Blaise los miraban confundidos, incluso Pansy, que estaba un poco más separado de ellos, lo notó y en seguida se lo comentó a Draco.

—¿Viste eso?— le preguntó Pansy.

—No, ¿qué?— preguntó Draco mientras tomaba sus libros.

—Theodore tomó a Atenea de la mano, luego quitó su mano y le pidió disculpas—

—Tal vez se pelearon—

—No lo creo, se rieron y siguen hablando, pero más lejos. Además no llegaron juntos—

—Entonces no lo sé...— habló Draco mientras comenzaban a caminar detrás de sus amigos.

—¿Qué tal si terminaron? Es muy probable, ni siquiera estaban cariñosos o...—

—Pansy, lo siento, pero no me interesa. Si están juntos, que bien, y si no, también. Honestamente no es algo que me quite el sueño—

—Draco, eres de lo peor. ¿Por qué finges que no te interesa cuando es evidente que si te importa?—

—Pansy, por favor. No estoy fingiendo, es verdad—

—¿Si? ¿Entonces por qué siempre la estás mirando en clases? ¿O cada vez que llegaba de la mano de Theodore? ¿O por qué cada vez que se daban un beso te volteabas?— preguntó Pansy burlona.

—¿Por qué querría ver cómo se besan?—

—Bueno, pero ¿por qué te incomodaría? A eso, querido amigo, le llamo celos—

—Pansy...— Draco dejó caer su cabeza hacia atrás y resopló.

—No pasa nada, no te juzgo. De hecho, te entiendo. Pero yo ya lo superé, y tú no. Y no puedes pasar toda la vida viéndola de lejos, o peor, teniendo que voltearte cada vez que te das cuenta de que el que la está besando no eres tú—

—Tampoco hay mucho que pueda hacer, y ella ya está harta de mi—

—Draco, ¿Es broma? ¿Qué le pasó al Draco con el autoestima por los cielos que no temía a acercarse a una chica? Literalmente nada te detenía a conseguir lo que querías, y ahora dices "no hay mucho que pueda hacer, ella ya está harta de mi"— dijo Pansy imitando su voz.

—Entonces era un inmaduro que no tenía idea de nada. He cambiado Pansy, y no soy el mismo de hace dos años. Ni siquiera soy el mismo de ayer—

—¡Exacto! Has cambiado, pero todo ha sido para bien. Te volviste más maduro, menos idiota, narcisista y ególatra, aunque un poco si, pero en menos cantidad, y lo mejor de todo, cambiaste tu visión, tus metas, pero sin cambiar tu esencia, sólo buscas ser mejor y superarte cada día— dijo Pansy —Si Atenea es lo suficientemente inteligente va a darse cuenta de eso—

—Es que ese es el problema, ella es tan inteligente que no necesita de nadie, y sabe lo que quiere, y yo ya no soy parte de su lista de deseos, eso ya lo dejó muy claro—

—Oh, ya veo... Entonces no es miedo, es que te lastimó, y no sólo eso, destrozó tu ego y tu pensamiento de "yo puedo tener a quien quiera", por eso ahora dudas tanto de ti...— dijo Pansy y miró a Draco, quien miraba al frente un poco incómodo porque lo estaban descifrando —Escucha, no estoy diciendo que la acoses como lo hacías antes cuando la seguías a todos lados y fingías encontrártela, por favor no hagas eso. Pero pienso que no es mala idea que hablen, dejen en claro todo, y tal vez, y si es que mi teoría es cierta, podrían incluso intentarlo otra vez—

—¿Por qué estás tan interesada en esto?— resopló Draco.

—Porque... tal vez me alejé mucho de Atenea, pero tú sigues siendo mi mejor amigo, y te conozco, y sé que no has sentido nada más puro y genuino que tu amor hacia ella—

Draco miró hacia el frente. Sentía que Pansy lo había expuesto, como si lo hubiera desnudado por completo. No había hablado de eso con nadie, y Pansy lo descifró tan rápido. Y precisamente eso era lo peor, que Pansy tenía razón acerca de todo.

Más adelante caminaban Elisavet y Atenea platicando muy bajito para que Blaise y Theodore no las escucharan.

—Pero... ¿Por qué? Yo pensé que todo se iba a resolver y que regresarían— dijo Elisavet.

—Yo también, pero mientras hablábamos me di cuenta de muchas cosas que yo no quería—

—¿Como qué?—

—Laurie llegó al hospital por los celos de Theodore. Aunque fue Draco el que lanzó maleficio, si él no hubiera atacado a Draco nada de eso habría pasado—

—Entonces... ¿Laurie no se lastimó entrenando quidditch?—

—No, él es buenísimo, jamás lo han lastimado porque sus reflejos son increíbles y su control es aún mejor. Además, ese día no hubo entrenamiento—

—¿Entonces fue Draco?— preguntó Elisavet sorprendida.

—Después te lo contaré todo, aquí no puedo, pero si, básicamente si. El punto es que ese día terminé muy confundida. No sabía si amaba o si odiaba a Theodore, y lo mismo con Draco—

—Ya entiendo. Acabas de decirlo inconscientemente— Elisavet la miró —No los odias. El problema es que estás confundida. Amas a Theodore, pero extrañas a Draco, ¿no?—

Atenea miró a Elisavet apretando los labios en un intento de sonrisa.

Aún más adelante de ellas estaban Blaise y Theodore también platicando.

—¿Y cómo te sientes?— preguntó Blaise.

—No lo sé. Quiero correr a abrazarla, pero al mismo tiempo sé que tengo que darle su espacio—

—Si, pero ¿cómo te sientes?—

—No lo sé, Blaise. Tal vez me siento pésimo, pero aliviado porque siempre supe que algo así iba a pasar—

—Pero sólo es un tiempo ¿no? ¿volverán, no?—

—Eso espero, Blaise, pero todo depende de ella. No quiero forzarla a nada. Si vamos a estar juntos, quiero que sea porque ella lo decidió, porque ella de verdad quiere que estemos juntos, no porque se sienta presionada—

Blaise lo miró con un poco de sorpresa. Pensaba que de verdad tenía que amarla para poner sus necesidades antes que las de él, o mejor dicho, sacrificar su amor por ella a cambio de la felicidad de ella.

Mientras todo eso sucedía en los pasillos, en la habitación de Hérmes sucedía otra cosa. Justo al pie de la puerta había una nota. Hérmes no la había notado hasta que estaba a punto de salir, pero decidió tomar la nota y leerla con la emoción de qué tal vez fuera de Elisavet, pero estaba equivocado.

Alguien debió haberla pasado por debajo de la puerta en la madrugada, mientras él dormía.
La carta no era larga, y era muy clara.

"Encubrir una maldición imperdonable es un boleto directo a Azkaban.
Tu tiempo se acaba"

Alguien se había enterado de la pelea de Draco y Theodore, y de lo que le había sucedido a Laurie, y él sabía perfectamente quien era, pero antes de hacer algo, se aseguraría de tener varios planes, y ayuda.

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FIX MEWhere stories live. Discover now