Capitulo 42

2.7K 206 1
                                    

El profesor Snape ya se había enterado de la pelea en el patio, y lamentablemente, no olvidó los castigos, aunque no fueron del todo desagradables, ya que él consideraba que habíamos hecho bien al defender a nuestro amigo, y que sólo nos ponía el castigo porque tenía que hacerlo.

A Theodore y a Blaise les puso a limpiar los trofeos de Slytherin, a Daphne le hizo acomodar los libros de la estantería de Slytherin (la cual siempre estaba acomodada), y a mi me puso a cuidar la enfermería por la noche, lo cual no era malo porque ahí estaba Draco.

A lo largo del día había recibido tres cartas de mis padres, lo cual se me hacía bastante raro por 2 razones: 1. no me escriben muy seguido, y 2. no mandaron a Lowe, la lechuza de la familia, sino a otra lechuza que ni siquiera reconocía.

Los chicos y yo habíamos ido a la enfermería a ver a Draco, y estuvimos ahí haciendo tarea, riéndonos y platicando con él hasta que el sol se puso. Los chicos se fueron a sus habitaciones y yo me quedé con Draco. Después de todo, ese era mi "castigo".

Ya no había nadie en la enfermería. Madam Pomfrey ya se había ido a acostar y me pidió que cerrara las puertas y ventanas, y que apagara todos los candelabros.

—Que buena idea de Snape el ponerte el castigo en la enfermería— dijo Draco y yo sonreí.

—Creo que lo hizo a propósito— respondí mientras cerraba la última ventana, y luego me dirigí hacia Draco —¿Cómo te sientes?—

—Mejor que ayer definitivamente— dijo haciéndose a un lado para que me acostara con él, y así lo hice —Maldito Potter—

—Lo sé... ya no te preocupes por él. Estaba casi tan sorprendido como yo cuando te encontré. Creo que ni siquiera conocía el hechizo— puse mi mano en su pecho —Me asusté. Por un momento creí que...—

—Pero no sucedió— me pegó más a él —Atenea... muchas cosas van a pasar en poco tiempo. Cómo tú misma dijiste, las cosas no van a mejorar, al contrario. Prométeme que vas a estar bien—

—¿A qué te refieres?

—Sólo... prométeme que vas a cuidarte. Yo prometo cuidar de ti, pero cuando no esté, prométeme que estarás a salvo— besó mi frente.

—Draco, ¿qué estás diciendo?— me separé de él y lo miré preocupada —¿A qué te refieres con "cuando no esté?"—

—Nada, sólo estoy siendo supersticioso— miró al techo por un rato y luego giró su cara hacia mi —Bésame—

—¿Qué tienes, Draco?— le pregunté muy preocupada. No entendía nada de lo que decía y había comenzado a asustarme.

—Solo bésame.

—Draco, no sé qué está sucediendo, pero deja de actuar así. Estás asustándome, y siento como... como si te estuvieras despidiendo— dije mirándolo a los ojos.

—¿De verdad crees que te vas a librar de mi tan fácilmente?— me besó —Ya te lo dije, vienen tiempos difíciles y quiero que te mantengas a salvo —acarició mi cabeza— Por cierto, creo que lo del asunto de Dumbledore se ha solucionado—

—¡¿De verdad?!— me senté emocionada y él asintió —Todo volverá a ser como antes— me acosté nuevamente en su pecho y le di un beso en los labios.

—No lo sé, pero por ahora descansa, que hoy ha sido un día cansado.

Después de unos minutos, me quedé dormida.

-

FIX MEWhere stories live. Discover now