Capitulo 6

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Eran las 6 de la tarde. Todos ayudaban en los preparativos para Navidad. Las decoraciones estaban alrededor de toda la casa, al igual que el olor de la comida que ya casi estaba terminada. Lo único que faltaba eran los regalos que acostumbraban a poner debajo del árbol cuando los demás no veían.

El señor y la señora Gaunt ya habían subido a su habitación a arreglarse, al igual que Hérmes. Elisavet decidió redecorar el árbol de Navidad en último momento, y Theodore se unió poniendo la esfera que habían comprado el día anterior en Woodsville.

El ambiente Navideño abrazaba cada habitación de la casa. El olor a pino y jengibre inundaban la planta baja así como las luces que colgaban en las paredes y en el árbol. Y el muérdago escalaba la paredes buscando el momento perfecto para ponerse sobre las cabezas de dos románticos afortunados.

Laurie y Atenea se sentaron en el comedor mientras él escribía una carta para sus padres. Atenea admiraba cada palabra que escribía con aquella perfecta y elegante letra que representaba a su dueño a la perfección.

—¿Has notado algo extraño en Elisavet y Hérmes?— preguntó Atenea mientras él escribía.

—¿En qué sentido?— preguntó sin separar la vista de su carta y sin dejar de escribir.

—No lo sé... De una manera... ¿Romántica?—

—Oh, te refieres a entre ellos... En ese caso, si, bastante. ¿Por qué?— continuó escribiendo concentrado.

—Nada más— respondió mirando a Elisavet, quien en ese momento admiraba las fotos familiares junto con Theodore.

—Te molesta, ¿no?— dijo Laurie.

—No— mintió Atenea y él la miró incrédulo —Es que no me molesta, en verdad, pero no me agrada tampoco—

—¿Y por qué no?— preguntó.

—Pues... no lo sé, es extraño para mi. No quiero sonar mal, pero siento como si mi hermano se estuviera apoderando de mis pertenencias, y como si Elisavet quisiera entrometerse en nuestras vidas. Pero yo sé que no es así, ni son mis pertenencias ni quieren entrometerse—

—Creo que es normal sentirse así. Pero no es que te sientas como si se "apoderaran de tus pertenencias". Simplemente te sientes desplazada. Siempre has sido la protegida de Hérmes, él siempre te ha cuidado y procurado, y sientes como si Elisavet te hubiera suplido. Y antes eras lo más importante para Elisavet, y ahora también lo es Hérmes. Dos de las personas más importantes para ti se han encontrado entre sí causándote un sentimiento de desplazo, y es normal. Pero debes entender que nadie nunca va a suplir tu lugar como la hermanita de Hérmes y la mejor amiga de Elisavet— dijo Laurie esta vez dejando de escribir. Atenea lo miró con ojos nostálgicos y le dedicó una sonrisa un poco forzada.

—El problema es que yo lo sé, pero no puedo evitar sentirme así, desplazada—

—Lo sé, pero el tiempo se encargará de eso, tú no te preocupes y sigue siendo como siempre— continuó escribiendo.

—¿Cómo le haces para ser tan sabio y tan joven?— preguntó Atenea a su amigo pero esta vez con una sonrisa genuina.

—Puedo ser todo menos joven— respondió enfocado en la carta. Cuando al fin la terminó, firmó con el nombre "Arctie".

—¿Arctie?— preguntó Atenea confundida.

—Así me dicen mis padres desde pequeño— respondió doblando el papel.

—¿Por qué?—

—Yo no recuerdo esto, pero dice mi madre que cuando yo era pequeño, cada vez que alguien me preguntaba mi nombre, en lugar de responder Alexandre o Stéphane, siempre respondía "Arcturus", así que todos mis amigos pensaban que ese era mi nombre, y todos me llamaban Arctie, así como tú me llamas Laurie, así que así se quedó, pero al parecer ahora tendré que firmar con "Laurie"— respondió riendo.

FIX MEWhere stories live. Discover now