Capitulo 14

8.6K 602 153
                                    

Al terminar la clase, me quedé esperando en la puerta a qué Draco saliera del salón. Usualmente era el primero en salir, pero esta vez había sido el último y estaba solo. Al ver que se acercaba a la salida comencé a prepararme mentalmente, y cuando al fin estaba pasando por la puerta, lo tomé del brazo y el se giró hacia mi confundido, pero en cuanto me vio, su cara cambió de confusión a enojo.

—Draco, ¿podemos hablar?— le pregunté.

—Tengo que hacer unas...—

—No, por favor, necesito hablar contigo— supliqué y él asintió un poco molesto.

Caminamos hasta llegar al mismo pasillo vacío en el que siempre nos escondíamos de los demás.

Lo miré a los ojos sin decir nada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Lo miré a los ojos sin decir nada. Sus ojos azules también miraban a los míos, pero eran fríos, más fríos que de costumbre. Los dos éramos demasiado orgullosos como para iniciar la conversación, pero yo no quería que lo que tenía con él se arruinara por un error que yo había cometido, así que tuve que dejar ese orgullo atrás, al menos por esta vez.

—Sé que sigues molesto. Lo puedo ver en tus ojos. Y créeme que lo entiendo.

—Sé que no te interesa. Lo puedo ver en tu forma de actuar.

—¿De qué hablas?

—No te importa, nunca te importó.

—¿Hablas de ti?

—¡Hablo de nosotros! ¡De nuestra relación!

—¿Crees que no me importa?— dije calmada.

—No lo creo. Lo sé.

—Pues estás muy equivocado— dije con un poco de molestia.

—Te molestas porque sabes que es verdad.

—No, me molesto porque a pesar de todo crees que no me importa...

—¿A pesar de todo? ¿A pesar de qué? Después de ese día nunca te volviste a acercar a mi, al contrario, estabas divirtiéndote con Adrian, bailando con él en el salón de música...

—¿Me estuviste espiando?

—¡No te espié! ¡Todos pasan por ese pasillo siempre!

—¡Bueno, para tu información, Adrian estaba tratando de animarme porque yo estaba mal! ¡Me mandaste a la mierda sin siquiera darme la oportunidad de explicarte lo que había sucedido! — dije con un nudo en la garganta —Y te repito, de verdad entiendo que estes enojado, pero necesito que me escuches. No tienes idea de lo mal que la pasé, Draco...—

—¡No! ¡No me digas que la pasaste mal cuando tú fuiste quien inicio todo esto en primer lugar! ¡Tu fuiste quien besó a alguien más en esa maldita fiesta! ¡Y no fue cualquier persona! ¡Casualmente fue el tipo con el que te acostabas antes de estar conmigo!

—¡Dios mío! ¡Ya te dije miles de veces que sólo fue un maldito reto! ¡Además jamás me he acostado con Theodore! ¿De qué hablas?

—¡Ya sé que fue un maldito reto! ¡Pero lo aceptaste tan rápido, y te veías tan contenta, que hasta parecía que te habías olvidado de que tenías novio!

—¿Tenía?— pregunté con lágrimas en los ojos. Draco me miró rápidamente.

—Tenías— quería parecer seguro de lo que decía, pero era evidente que no lo sentía. Una lágrima resbaló por mi cachete y yo sabía que Draco se sentía culpable, pero como lo dije, era demasiado orgulloso y arrogante como para aceptarlo.

—Está bien.— Me levanté llorando —Pero antes, quiero que sepas que no acepté el reto. Al menos me negué bastante. No recuerdo mucho de lo qué pasó, pero recuerdo que cuando sucedió, sólo podía imaginar que Theodore eras tú. Imaginé cada beso que nos dimos. Imaginé la manera en la que ponías tus manos sobre mi cintura y me hacías sentir mariposas. Imaginé que tenía tus azules ojos frente a mi y que podía tocar tu cabello que tanto amo...— Draco me miró rápido —...y cuando reaccioné, ya era tarde— 

—Atenea, por favor...

—Draco, no tengo por qué mentirte. Tú eres la única persona que me hace sentir cosas en el estómago con tan solo una mirada. Eres la única persona que vive en mi cabeza todo el tiempo. Y eres la única persona con la que quiero estar, porque eres el único que me hace así de feliz. Lo lamento tanto, de verdad que lo hago cada minuto del día. Créeme que si no me arrepintiera de las idioteces que hice, no estaría aquí suplicando por tu perdón. Y entiendo si no quieres perdonarme, pero quiero que sepas que mi corazón te pertenece a ti, a nadie más, sólo a ti.

Draco me miró con una pequeña chispa en los ojos. Se levantó rápidamente de donde estaba sentado, me tomó de la cara y me besó. Me besó con desesperación. Como si no hubiéramos sentido nuestros labios en siglos. Como si ya nos hubiéramos hartado el uno del otro, pero nos necesitáramos tanto, que nos era imposible resistirnos el uno al otro.

Extrañaba sus besos. Extrañaba su tacto. Extrañaba sus abrazos, su fragancia y su sabor.

Nos separamos y él me miró a los ojos. Se veía triste pero feliz al mismo tiempo. Amaba sus pequeñas contradicciones. Todo él era una enorme contradicción que cada vez comenzaba a entender mejor.
Limpió las lágrimas de mi rostro, y me abrazó con fuerza. Lo abracé de regreso.

—Perdóname, ¿si? Por favor, perdóname.— le dije en su pecho soltando lágrimas.

—No hay nada que perdonar. Eres lo único que necesito— admitió Draco y yo lo abracé más fuerte.

-

FIX MEWhere stories live. Discover now