Nuevos sentires e Historias pasadas

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Kylo se desperezó en su lecho una vez que el extraño sentimiento de felicidad desapareciera de su interior. No tenía idea de por qué se sentía así, si allí bajo el mando de Snoke lo último que podía sentir era dicha emoción. De todas maneras, se levantó y caminó derechito a la salida. En verdad odiaba que durmiera lejos de la entrada de la guarida.

Respiró el aire fresco, permitiéndose experimentar siquiera unos minutos antes de paz antes de que cayera en cuenta que dos de sus compañeros cuchicheaban al otro extremo del campamento.

Se preguntó por qué Hux y Phasma estarían despiertos tan temprano. Que él supiera, el único que madrugaba era el Lugarteniente, no los guerreros.

—¡Phas, ya! Deja de caminar en círculos, ¿quieres? ¡me mareas! —se quejó el gato rojizo, con sus ojos verde claro en rendijas —Si sigues así vas a hacer un hoyo en el suelo.

—Preferiría estar bajo tierra como un conejo antes que… —ella misma se cortó al ver a su Lugarteniente acercarse sigilosamente a espaldas de Hux.

—¿Antes qué que, Phasma?

No quería que tomaran su interrupción por algo malo, pero no pudo evitar que de igual manera lo observaran recelosos.

—¿Acaso estás de chismoso, Ren? —se erizó Hux, sus garras desenvainadas en su totalidad —Porque sí es así…

—Tranquilo, petirrojo —apodó y él le siseó —. Solo me preocupo por mis compañeros, nada más.

—Creí que eras un espía de Snoke.

—Lo que menos deseo es que me relacionen con él, Hux, eso lo sabes muy bien.

El guerrero pelirrojo se relajó, irguiéndose derecho y guardando sus garras. Phasma lo miró con detenimiento.

—¿Y bien, Ren? ¿Viniste a burlarte de mí desgracia?

—Phas, Hux, ¿qué les pasa? —se sentía herido por sus amenazas, ¿qué acaso habían olvidado las lunas que pasaron entrenando juntos después de que él llegara allí? —Que sea el Lugarteniente no quiere decir que las cosas entre nosotros deban cambiar —se vieron dubitativos y eso le dolió más —¿o sí?

La guerrera gris fue la primera en pegarse contra su costado, su otro compañero le siguió unos segundos tarde. Ambos se disculparon, separándose cuando terminaron.

—Bien —ocultó a la perfección su satisfacción, pero sus amigos vieron más allá y asintieron —. Ahora, ¿me dirán que ocurre?

Phasma agachó la cabeza, pasando el peso de una zarpa a otra. Cuando se alzó, su tono se escuchó neutro, aparentemente sin emoción.

—Encontramos al traidor y su paradero —se oía como una buena noticia. Kylo meditó.

—¿Qué hay de malo en eso?

—Todavía no termino de contar, Ren —apretó las garras contra la tierra, furiosa al recordar la facilidad con la que Finn se había escapado de cinco guerreros mucho más hábiles que él. El gato negro frente suyo se encogió un poco —. No estaba solo cuando lo vimos por última vez.

—¿Estaba con el cachorro que Dameron escondió de nosotros en el día de la tormenta? —cuestionó Hux, sus cabezas estaban tan juntas que muy difícilmente un dato se les pasaba por alto.

—Sí —afirmó velozmente, añadiendo antes que otra vez la interrumpieran con más dudas —. Una hembra iba con ellos. Al parecer ella los está ayudando a buscar el Clan Luminoso, o eso me informaron mis guerreros y espías.

Algo hizo clic en Ren, repentinamente preguntando apenas Phasma dejó de hablar.

—¿Qué hembra? —ambos lo miraron, sorprendidos por su interés —¿una solitaria, una guerrera?

Star Paws: A New WarriorWhere stories live. Discover now