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No supe nada de Philip en dos días.

-Como me digas una vez más, que seguro que me llama luego, te juro que te pateo el trasero de tal modo que te mando de visita a España.

-No iba a decirlo-se defendió, riendo.

Carlos y yo estábamos en la cocina haciendo magdalenas. Yo me acababa de quejar una vez más de que Philip no hubiese llamado o contestado a mis llamadas en aquellos dos días.

-Lo mataría con mis propias manos-dije justo antes de echar a correr hacia el fijo al escucharlo sonar-Philip?

-Meg? Qué pasa con Philip?

-Alex?

-Alex?-preguntó Carlos casi sin pensarlo.

-Espero que todo vaya bien, pero podrías pasarme al inútil de mi novio?-mi gesto, el cual Carlos vio, fue algo como, yo, frunciendo los labios al mismo tiempo que arqueaba las cejas, justo antes de ofrecerle el teléfono a Carlos, quien lo miró con miedo.

-Sí?-yo me fui un momento al baño.

Bajé la tapa del váter y allí sentada me quedé mirando a la nada.
En cuanto a mi mente vino la idea de Philip, no llamando o respondiendo a mis llamadas por estar con otra chica, no pude contener el llanto, olvidándome de que no estaba sola en casa... Simplemente necesitaba llorar... Tardé cerca de diez minutos en salir. Cuando lo hice, Carlos me esperaba sentado en el suelo apoyado contra la pared, me contemplaba con una triste mezcla de lástima y cariño.

-Todo va a salir bien-esta vez la que había ido en busca de sus brazos era yo, por lo que allí nos encontrábamos, él sentado en el suelo y yo arrodillada frente a él, ambos unidos en un abrazo.

-No soy nadie-me apartó agarrándome por los hombros. Su mirada era severa.

-De qué mierda hablas?

-Sshh...-suspiré. Me miraba sin comprender-Entre mi familia o incluso entre mis amistades, el ser infiel o el dejar sin más a una persona por otra, no es algo tan extraño, así que explícame quién me tengo que creer yo para pensar que soy la excepción.

-Meg para, no me mola nada la mierda esta de las hormonas-tuve que reír-En serio, para. Admito que nunca ha sido de mi devoción, pero no creo que Philip sea un cabrón de tal magnitud... Vale? Así que para ya, vamos a seguir con nuestras magdalenas y espera a que te llame, que algún buen motivo tendrá. Trato?-asentí tras unos segundos pensando en sus palabras.

Algo dentro de mí me decía que algo ocurría, pero por desgracia solo podía leer mentes, no ver el futuro.

Al abrir los ojos, la cabeza me iba a estallar.

-Qué...?

-Meg-dijo Carlos a mi lado con alivio antes de acercarse. Estábamos en el hospital.

-Qué ha pasado?-Lupe entró en ese momento.

-Mi niña despertó? Aii, mi niña despertó!-gritó hacia el pasillo antes de correr hacia mí para estrecharme en un abrazo.

Al parecer no habían sido capaces de despertarme aquella mañana.

-Cómo te encuentras?-me preguntó Carlos mientras me alcanzaba la botella de agua. Yo desayunaba.

-Bien, la verdad-dije con naturalidad-Y mi móvil? Puede que...-negó con la cabeza antes de que terminara siquiera la frase.

-Lo he llamado con exactitud, cuarenta y dos veces y ni ha respondido, ni ha devuelto las llamadas-asentí solo una vez. Qué más podía hacer?

Ribeiro me comentó, que aunque habían contemplado la posibilidad de una eclampsia, todo en los análisis seguía igual que la última vez, ni mejoras ni desmejoras.

-Dentro de lo anormal, todo sigue normal-esa había sido una de sus frases.

Me tuvieron un par de horas más en observación, además de repetirme algunas pruebas, por si algo se les había pasado.

-Cómo estás?-me preguntó David, tocándome el rostro con gesto cariñoso.

-Bien, lo cierto es que no me siento nada extraño.

-Eso es bueno. Será un caso aislado o eso espero-dijo ahora apuntando algo en mi historial-Pues bueno, ya puedes irte. Igualmente mañana nos vemos, pero espero que directamente en tu casa-me sonrió con dulzura antes de dejar la carpeta y darme un leve apretón de manos, para luego marcharse.

-Qué ha sido eso?-preguntó Carlos con una ceja arqueada, haciéndome reír.

-El qué?

-Tu Doctor te tira los tejos.

-No lo hace-reí.

-Que sí.

-Que no-volvió a arquear la ceja.

-Tenemos que trabajar esa autoestima-sonreí divertida antes de tirarle la almohada.

DIECISÉIS PRIMAVERAS (en proceso de corrección)Where stories live. Discover now