Logan coloca el café humeando sobre mi mesa y me mira perplejo una vez que llega a mi despacho.
— No te preocupes, esto va a pasar. Cuando se den cuenta de que no hay nada, dejarán el asunto.
— ¡Ese es el problema, Logan!
— ¿Qué? ¿Te estás tirando al gran jefe? —bromea, sonriendo, como si fuera la broma del siglo. Le miro sin pestañear, no hay nada de que reírse. — ¿Qué? ¿Te estás tirando al gran jefe?
Repite pero esta vez su tono es mucho menos divertido, la expresión de mi amigo se ha transformado. Respiro para ocultar mi confusión y darme seguridad.
Es surrealista contar mis asuntos amorosos a Logan. ¡Es mi amigo, pero no deja de ser un chico!
— ¡Si! ¡Es verdad! ¡Los periodistas siempre tienen algo que preguntar!
— Mierda, Bridget...
Logan ha bajado el volumen, se pasa la mano por su despeinada mata de pelo, como cada vez que está contrariado, y me mira de reojo. Está tan incómodo como yo en esta conversación.
— Quieres decir que vosotros... En fin... Vosotros...
— Sí.
Un silencio bastante desagradable se instala en la habitación y enfría el ambiente.
— No se me había pasado por la cabeza.
— ¡Bueno, tampoco lo hemos gritado a los cuatro vientos! Y además nuestra historia es sólo nuestra...
Y también de todos los periodistas de la gran manzana.
Logan me mira con un aire confuso, este asunto sería para dar una palmada de ánimo en el hombro y romper la tensión del momento, pero aquí todo eso está fuera de lugar.
— Bueno...
— ¡Ya vale! ¡No se ha muerto nadie! ¡El hecho de que tenga una relación con Carter no le importa a nadie más que a él y a mi!
— Si... Bueno, es el gran jefe... Carter que...
— ¿Tú crees que lo he hecho a propósito? ¿Crees que no sé quién es? ¡Logan! ¡Si hubiera podido evitar caer en sus brazos lo hubiera hecho! ¡Créeme, a su lado, es la peor de las montañas rusas del mundo, es una atracción para jubilados! Ya está bien. Eso ha sido un golpe bajo.
— Escucha, no estoy aquí para juzgarte. Pero todo eso da un poco de miedo...
Empiezo a entrar en pánico.
— Joder, ¡como si no me diese cuenta! Estoy acabada, mi carrera está acabada. ¡Mi vida aquí está acabada!
— ¡Hey, cálmate!
— ¡¿Qué me calme?! He sido testigo de un tiroteo, he sido acosada por una periodista y ahora me sermonea mi mejor amigo. ¡Perdóname si estoy harta y cansada de todo esto!
Muevo los brazos al aire como si fuera una paloma desesperada que intenta emprender el vuelo estando atrapada.
Logan me dirige una mirada benevolente y se acerca a mí.
— Lo siento... No quería hacerte daño.
Lo sé. Que Logan quiera herirme es realmente imposible.
— Logan... La situación me sobrepasa totalmente, no sé que hacer...
— Hey, no pasa nada. Encontraremos una solución, ¿de acuerdo...?
Se acerca un poco más y sus grandes brazos me rodean suavemente, hundo mi cara contra el cuero de su cazadora. Se me escapan algunas lágrimas, inhalo de manera poco elegante, pero tengo el derecho a hacerlo delante de Logan.
ESTÁS LEYENDO
Predecible ©
RomanceBridget Evans lleva una vida tranquila en Nueva York entre sus amigos, su blog de cocina y su trabajo en Carter Corp. Una noche, su vida cotidiana se verá abrumada por un misterioso encuentro que roza el erotismo en el ascensor de la empresa. Poco d...