Predecible ©

Capítulo 56.

Continuamos con la cena con unos canapés más sabrosos aún que los anteriores.

— ¡Tengo que hacer un artículo sobre esto en mi blog!

— Ah si, ¡es verdad! Me gusta mucho lo que haces.

— Oh, gracias.

¿Ha visitado mi blog? No recuerdo habérselo comentado... Matt ha debido de hacerlo. Me siento un poco avergonzada por mis comentarios hacia su hermano, si los ha visto está claro que no le han debido de parecer bien. Conozco a uno que va a desternillarse de risa, después de la conversación en el coche del otro día.

Pero Matt no parece prestarnos atención, ocupado en responder a un mensaje en su móvil.

— ¡Matt me ha hablado de tu proyecto del restaurante!

— Si, bueno, por el momento no es más que un proyecto...

Matt guarda su teléfono en el bolsillo de su pantalón y mira a su hermana con un punto de cansancio.

— Un proyecto que llevas madurando dos años ya.

Ella le dirige una mirada tenebrosa, realmente se lo ha tomado muy mal.

— ¿Sabes que tipo de restaurante quieres montar?

— Aún no lo he decidido. Me gustaría algo moderno pero accesible para los jóvenes neoyorquinos. Un lugar de moda donde se pueda pasar un buen rato.

— Ya hay muchos restaurantes de ese tipo, Allysa. Te falta algo para que tu restaurante marque la diferencia.

Vuelve a dirigirle otra mirada frustrada.

— ¿Y tú? ¿Que buscas en Nueva York?

Allysa se vuelve hacia mi, enfadada con su hermano. Pienso por un segundo que se puede tratar de una pregunta trampa pero sus ojos parecen muy sinceros.

— Bueno... Nueva York es una ciudad que siempre me ha hecho soñar. Quería cambiar de vida, encontrar algo excitante. —dejo caer mis ultimas palabras con mi mirada hacia Matt, un poco ruborizada.

— Oh... ¿Cosas que dejar detrás de ti?

Mi corazón se encoge. ¡¿Sabe algo?! Como si Matt sintiera mi consternación, corta a su hermana.

— Allysa, eres muy curiosa. ¿Y si te sirves algo de vino en vez de agobiarla con preguntas?

Se queja un poco, pero lo hace.

Le agradezco silenciosamente, si hay algo que detesto es hablar de mi pasado.

— Este vino es delicioso. ¿Quizás un Petrus...?

Matt sonríe, sabe que le estoy provocando.

— No, simplemente un buen vino que probé en California.

¿Es el efecto del vino, o es que Allysa no es como yo pensaba? No sé. Pero cada vez me siento más cómoda.

— De todos modos, también estoy cautivada por este apartamento y la magnífica vista que ofrece de Nueva York.

Hay un extraño silencio a modo de respuesta. Allysa no parece contenta y Matt bebe un sorbo como si estuviera en otro lugar.

¿Es qué están tan acostumbrados a los apartamentos de lujo para que no aprecien esta belleza? Me pregunto si cuando tienes tanto dinero obligatoriamente te olvidas de estas cosas. Me imagino la cara que pondrían mis amigos si se encontraran en este lugar para disfrutar de los canapés. Logan estaría partiéndose de risa, tomando un falso aire altivo y Allison estaría sin duda observando todo esto asombrada.