Predecible ©

Capítulo 70.

Y aquí estoy, vestida para montar en una moto de agua. Estoy encantada ante la perspectiva de montarme en una de estas y me sorprendo a mi misma imaginándome a una heroína conduciendo un súper bólido.

¡A mi lado, Lara Croft puede ponerse a hacer crochet, soy la dura de la película, lista para emprender una persecución para atrapar a los malos!

Si, lo sé, a veces me emociono mucho.

Ante esta embalacion ahora me entra la duda. Estoy a tiempo de darme la vuelta, disfrutar del sol mientras bebo de un cocktail frío, disfrutando del cuerpo escultural de mi hombre.

¡Pero no! Estoy verdaderamente impaciente por acelerar. Creo que la sensación va a ser extraordinaria.

Matt se desplaza por el agua a mi lado. Está claro que el espectáculo es deslumbrante, los músculos de su torso se contraen por la fuerza del empuje.

No puedo evitar asociar esta idílica visión a una imagen mucho más sugestiva. Una en la que sale encima de mi...

— Concéntrate Bridget, lo necesitarás para darme una lección.

Me acaba de pillar.

— ¿Nunca te han dicho, gran CEO, que jamás hay que subestimar al adversario?

— No estoy acostumbrado a que mis adversarios me coman con los ojos.

Se ríe francamente ante mi expresión de enfado. Se coloca a mi altura y coloca una mano sobre mi muslo.

— Hazme sitio.

Se desliza detrás de mi, sus piernas rodean las mias y su pecho se funde contra mi espalda. Sus cálidas manos se colocan en mi cintura. Cada centímetro de mi piel se estremece contra su cuerpo, a pesar del traje. Nada más que eso, soy feliz de estar aquí y no me cambiaría por nadie. Coloca su cabeza al lado de la mía, apoyando su barbilla en mi hombro.

— ¿Sabes cómo funciona esto?

Honestamente, no estoy segura de poder concentrarme en explicaciones con un Apolo detrás de mi.

— Euh... No. Supongo que será como una scooter pero sobre el agua, ¿no?

— Si, más o menos. No aprietes demasiado el manillar, si no te cansarás rápido. ¿Ves ese gatillo de ahí? —me muestra uno a la derecha, asiento. — Cuánto más lo pulses, más se acelera. Si lo sueltas, se ralentiza.

— Vale, hasta aquí bien.

— La dificultad está en mantener la presión correcta para conservar la velocidad, porque a medida que vayas más deprisa el manillar responderá a la trayectoria que quieras mantener.

No hay problema, sólo tengo que acelerar. De pronto me siento impaciente por comenzar ya.

— No es tan fácil al principio, sobre todo cuando te separas de las olas.

Vuelve a explicar y sólo imaginarme saltando por encima de las olas ya me hace vomitar. ¡Vamos, que me hace emocionarme de una manera...!

— Pero una vez que controles el gatillo, te vas a divertir.

Me da un beso en la mejilla. Parece realmente emocionado, su buen humor y sus ganas de compartir este momento son verdaderamente conmovedoras.

— En los giros... Esto se complica un poco. —si, hasta ahora parecía un juego de niños. — No debes frenar cuando giras el manillar, si no la moto se irá recta y corres el riesgo de caerte. Si no te sientes cómoda, puedes frenar un poco, pero antes de girar. Nunca durante. ¿Entendido?