Capítulo 73.

9.8K 574 38
                                    

Me voy con la cabeza alta, pero el corazón destrozado hasta mi casa. No me doy la vuelta para verle cerrar el maletero, no tengo valor.

¡Le odio! ¡A él y a los sueños que me ha metido en la cabeza y que me ha arrancado de golpe!

Cuando paso por al umbral de mi puerta casi echo a correr para tirarme en el sofá y ocultarme debajo de una manta roja de lana y debajo de los cojines.

— ¡Joder! ¡Joder! ¡¡Joder!!

Golpeo la tela con los puños como si eso me fuera a aliviar. Después me incómodo por el calor y tiro la manta lejos de mi.

¡¿Cómo puede haberme hecho tomar un ascensor emocional?? ¡¿Es que no se da cuenta del daño que me ha hecho?!

Espero que si... Es la ira lo que le ha vuelto así de desagradable en ese momento. Las lágrimas suben y salen, al fin puedo explotar, tranquila en mi casa. Tengo ganas de gritar, de golpear algún cojín, de morder algo, ¡lo que sea que me ayude a saciar mi impotencia!

Al cabo de unos minutos, mi exasperación disminuye y puedo comenzar a hacer a pensar de nuevo. No sé qué me preocupa más... El probable fin de mi relación con Matt o el supuesto rol de Dave en el asunto de amenazas.

Confiando en Dave, sé que mi futuro con Matt está en el aire. No es un hombre que perdone fácilmente... ¡Pero mierda! ¡No todo es blanco ni negro!

Llevo una hora dando vueltas, oigo los informativos pero los perdiodistas no saben nada más. Me sobrepongo y decido llamar a Matt para saber cómo van las cosas.

Sin grandes sorpresas, soy dirigida directamente al buzón de voz. Imagino que debe estar demasiado ocupado respondiendo a las preguntas de la brigada financiera.

Decido llamar a Allison para ver si tiene alguna noticia nueva.

¿Si, Bridget?

— ¿Algo nuevo?

Escucha, ¡no sé nada más! Han bloqueado el acceso al edificio y la seguridad intenta contener a los periodistas a la entrada. ¡Estoy en una gran locura! Mi jefe me ha dicho que me vaya a casa y creo que es lo que voy a hacer, de todas formas con todo esto no he podido trabajar correctamente.

— Me imagino.

Si... ¿Matt no te ha dicho nada nuevo?

Voy a evitar decirle nada, por lo menos ahora que todo es demasiado confuso.

— No...

Debe estar muy ocupado. ¡En serio, esto es algo de locos!

— No hay que preocuparse, estoy segura de que es un malentendido y que Matt va a solucionarlo rápidamente.

Yo también, porque bueno... Quiero a esta empresa. —y yo a mi jefe. — Tengo que dejarte Bridget, mi superior me llama.

— ¡Vale, hasta luego!

(...)

Pasan los minutos y las horas. El día está terminado. Cuánto más tiempo pasa, más películas me estoy haciendo y ninguna de ellas termina bien. No he encontrado otra cosa mejor que hacer, que unas galletas para mantener la mente ocupada.

De repente suena mi teléfono. Dejo caer mi plato y me tiro sobre el móvil. Dave.

Respiro hondo para darme el valor de contestarle.

— ¿Si...?

Bridget. ¿Estás bien?

No. En lo absoluto.

Predecible ©Where stories live. Discover now