Capítulo 66.

12.1K 680 78
                                    

Miro a todos lados una vez que bajo. Veo al cabo de unos minutos como Matt cruza la barrera del sótano de la empresa, el violento contraste entre la oscuridad del parking y el sol, me deslumbra.

Me hubiera gustado hacerle algunas preguntas sobre esta cita precipitada y clandestina pero no me ha dado tiempo ya que nos montamos rápidamente en el coche para escapar, como si fuéramos unos delincuentes.

— Al suelo. —la voz de Matt suena calmada pero noto como está avergonzado de tener que pedírmelo.

— ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

— Voy a salir del edificio y sin duda habrá paparazzis apostando por todos lados. Desde el tiroteo no me dejan en paz... No quiero que te vean dentro del coche.

Sin duda quiere protegerme y evitar una nueva exposición en las revistas. Ya veo los titulares: "Matthew Carter huye con la joven misteriosa de la azotea."

— No quiero que seas el foco de sus flashes. En cuanto antes te olviden, antes estarás segura.

Me agacho como puedo contra él, pero no puedo decir que su coche sea el adecuado para este tipo de maniobra. Dejo escapar un gruñido cuando me clavo la caja de cambios.

— Los coches de carreras están bien, señor CEO, ¡pero les falta espacio!

Antes de agacharme del todo, veo como me las arreglo para arrancarle al fin una sonrisa. Estoy totalmente torcida hacia un lado, con mi cabeza apoyada en su rodilla. En un gesto de ternura me acaricia la cabeza, pasando sus dedos por mi pelo.

— Siento hacerte pasar por todo esto.

— Admite que te gusta verme en esta posición.

— En otras circunstancias me encantaría verte así... Pero no deberías hacerme este tipo de comentarios, corro el riesgo de perder el control del vehículo.

Me hace gracia nuestra conversación con segundas intenciones, aunque me pongo roja como un tomate.

— Ahí están... Plantados como siempre.

No llego a ver la cara de Matt pero si sus manos que se crispan sobre el volante. No he acabo de preguntarle si ha podido esquivarlos cuando da un volantazo brusco.

— Vamos a ir por aquí.

Todo mi torso se empotra contra sus rodillas, me siento como una muñeca de trapo tirada de un lado a otro. Me sujeto instintivamente a la tela de su pantalón y noto como se tensan los músculos de sus muslos bajo mis dedos. Debo admitir que aunque la situación es incómoda, esta extraña proximidad tiene algo de excitante.

— Intenta no arrancarme el pantalón.

Veo como sonríe de lado, bien satisfecho de si mismo. Incluso en esta situación, ha encontrado la forma de provocarme.

— No confundas tus deseos con la realidad.

Le oído soltar una bonita risa tierna y burlona a la vez. De repente acelera y vuelvo a rebotar contra él pero esta vez soy empujada contra sus abdominales. Tengo el lujo de constatar hasta que punto son firmes y tensos.

— ¡Lo has hecho a propósito!

Sonríe pero de pronto vuelve a ponerse serio. — Creo haberlos esquivado.

— ¿Esto es siempre así?

— ¿Cómo?

Siento como mira hacia abajo, mirándome. Por un breve segundo, ya que vuelve su concentración a la carretera inmediatamente.

Predecible ©Where stories live. Discover now