Predecible ©

Capítulo 37.

— Difícil de saber...

Suspiro y bebo un sorbo.

— ¿En tú opinión, que tengo que hacer?

— Sinceramente... No soy la persona más adecuada para aconsejarte en este tema, no soy una modelo a seguir en tomar sabias decisiones. Pero por lo que me dices, deberías ser prudente y protegerte. Creo que es el tipo de hombre que te puede obsesionar pero también puede destruirte. —la miro, sus palabras me parecen un poco dramáticas. — Es bastante el tipo de historia que sea cual sea el resultado, no sales ilesa.

Tengo la sensación de defenderlo.

— No lo sé... Creo que Carter no tiene nada que ver con ese tipo de hombres. Pienso que tiene un gran corazón.

— ¿Realmente es en su corazón en lo que estás pensando?

— ¡Allison!

— Sólo estoy bromeando. —toco mi frente y me masajeo suavemente las sienes. — Lo siento, no soy de mucha ayuda tampoco.

— Si, me sienta bien hablar contigo.

Noto que Allison quiere ayudarme. Por lo general siempre se las arregla para animarme o ayudar a encontrar una solución.

— Pero basta de hablar de mí. ¿Cómo te va a ti? No hemos tenido la ocasión de hablar pero no tenias buen aspecto el otro día, en el concierto de Maik, a causa de una carta.

— Oh...

— Si no quieres hablar, no hay problema.

— No, no es eso... —suspira abrazándose como si de repente tuviera frío. — Es mi padre...

— ¿Tu padre?

— Sí.

Allison ha tenido un mal pasado con su familia. Me había contado que corto sus lazos cuando se mudó a Nueva York para comenzar una vida nueva. Tuvo una historia en la sombra con su profesor de la universidad, cuando era más joven, y su padre la repudió por eso. Desde entonces, nunca tuvo noticias de su familia y tampoco ha buscado tenerlas.

— Mierda, lo siento. —pongo una mano sobre la suya y la miro con empatía.

— No lo sientas. Mi padre es un miserable y mi madre nunca ha tenido el coraje suficiente para enfrentarse a él.

— ¿Quieres hablarme de ello?

Sé que el aire alegre de Allison se debe a que habla muy poco de sus problemas.

— Me ha encontrado a través de un conocido en común. No me ha dicho quién. Siempre ha tenido esa habilidad especial para angustiarme. Me ha escrito que soy una verdadera desagradecida, después de todo lo que hizo por mí, haberme ido sin haber tenido noticias mías. ¿Te das cuenta? ¡Cuando ha sido él quien me echo fuera!

— Es una locura... ¿Pero por qué buscarte ahora?

— No lo sé. Parece que existe para venir a destrozarme la vida.

Lo siento por ella, sé que debemos enfrentar a nuestros viejos demonios pero a veces sólo necesitamos un hombro donde apoyarnos sin necesariamente dar detalles.