He Reencarnado En Un Mundo De Juego Otome ¡Ahora Tendré Una Vida Increíble! VOL1

Capítulo 71

—Es un gusto que usted me haya llamado, su alteza.

—Es bueno verte, Brian Fou Vinner —sonrió—, ¿Sabes? Es muy largo, solo te diré Brian, ¿Qué me dices, Brian?

—Agradezco que usted se refiera a este humilde sirviente por su nombre, su alteza.

Adeuz se recargo sobre su puño, en silencio, viéndolo, Brian sintió esos ojos azules como los de una bestia que lo analizaba, buscando cualquier debilidad que el sirviente osara mostrar en su presencia. Eso, seguramente seria tomado como algo irrespetuoso.

Cruzado de piernas ese hombre tenía un aura digna de un noble, a Brian no se le dio el derecho de dudar o temblar, temía que si lo hacía el interés y la atención que Adeuz tenía hacía para con él se perdería y entonces como haría cualquier noble con un mono cuyo truco ya le aburrió podría ser lanzado a un calabozo o ejecutado.

El silencio se levantó entre ambos, a Brian no le pareció correcto ser quien llevara la conversación, pero, ¿Porqué él no hablaba sobre el motivo por el que lo habían llamado?

Brian pensaba originalmente que por ser el líder de los sirvientes del Conde Olfery sería torturado para sacarle información, pero no, este hombre no hizo eso, en su lugar lo llamó a su presencia, ¿Porqué? ¿Qué querían de él?

—¿Cómo no voy a recordar tu nombre? Tu sobrino River lo mencionó mucho, Brian.

La voz del Baron Adeuz aunque tranquila y suave lo sacudió con la rapidez de un relámpago al impactar y el estruendo violento del trueno que lo acompaña. Brian fue sacado a la fuerza de sus pensamientos, fue tan repentino que incluso casi perdió su compostura por un segundo pero finalmente fue capaz de recuperarse, sus neuronas volvieron a conectarse, sacudiendo la electricidad de las palabras del Baron de su cerebro.

—Por eso me habían traído aquí en lugar de a una sala de torturas —razonó—. Es más efectivo quebrar el espiritú de un hombre para escuchar la verdad de éste.

Mientras Brian razonaba, un hombre rudo vestido con una tosca armadura de hierro se acercó entregando una serie de papeles a Adeuz.

¿Estaba tomando a un mercenario como su mensajero?

No, ese no era un simple mensajero.

Brian volvió a ser golpeado por el shock, ésta vez no pudiendo aguantar su sorpresa sus labios se despegaron suavemente susurrando una sola palabra.

—V-, Varon....

Así es. Varon Fou Olfery, uno de los hijos del Conde Olfery estaba ahí, sirviendo a Adeuz como un mercenario.

El chico de piel aperlada y un corto cabello claro vio a los ojos a Brian.

—Oh, buenos días, señor Brian.

Brian se inclinó aún más ante el hijo de su señor.

—Buenos días, Lord Varon, es una agradable sorpresa verlo por aquí. Después de recibir la respuesta del mensajero nosotros... —Brian no fue capaz de terminar la oración.

—Pensaron que estaba muerto, si, lo sé.

—Una suposición sin ninguna base lógica si me permiten decirlo —entró en la conversación—, después de todo si también hubiera asesinado a Varon hubiera entregado su cabeza junto a la de ese otro tipo... ¿Cuál era su nombre? ¡Ah, si! Seined. Ese mismo. Hubiera entregado la cabeza de ambos.

—Pero en lugar de eso usted me entrego un puesto en su ejército personal, muchas gracias, Barón Adeuz Fou Rasford. Siempre estaré en deuda con usted.

—Solo llámame su grandeza, ese título es muy largo —respondió Adeuz "humildemente" mientras se reía con una gran sonrisa arrogante, con sus dientes blancos como perlas brillando—. Además, no tienes que agradecerme tanto, lo que más espero de ti son hechos, no palabras —Varon asintió—. Puedes retirarte.