Finalmente, después de cinco días seguidos jugando sin dormir y gastando mis ahorros pude terminar ese maldito Otome.
Se supone sería el día más feliz, podría mostrarle a todos esos idiotas que me dijeron nunca completaría el juego que estaban equiv...
O buenos días querido lector, ¿Qué te trae aquí a un capítulo que es posterior? Será el espíritu de la Navidad que hasta aquí los ha traído, O seré yo el escritor qué se los he concedido. Sea como sea porque no vamos leyendo, Antes que me vayan abucheando.
◇ ◇
El segundo semestre rápido terminó, El siguiente invierno pronto llegó. Adeuz dentro de su mansión no paraba de pensar. Guirnaldas coloridas, armaduras decoradas, Galletas de sabores nunca antes probados y una buena cantidad de dulces y regalos. Quería en otro mundo una buena navidad pasar. Y así sentir que en casa podría otra vez estar. Pero sus esperanzas rápido se esfumaron, Pues la nueva humanidad la Navidad nunca celebraron. Con decepción en su corazón la situación aceptó. Pero una respuesta Abigail le presentó. Si la Navidad no existía entonces ellos la harían, Y de colores la noche llenarían.
Un gran árbol en el centro del territorio colocaron, más grande que un dragon o un Leviathan bien decorado. Con guirlandas y esferas coloridas, luces de todo tipo habían colocado. Y en la cima un Luxon bien dorado.
[Maestro de esto de acordaré, Pues me siento muy humillado.]
Decia la maquina sin ser reticente. Pero Aduez no estaba presente.
Él estaba en otro lado, con un traje de rojo pintado. Un relleno coloco en su panza, Una almohada bien esponjada.
En ese momentos los niños olleron, Salieron de sus camas y sonrieron, Guiados por las campanas que por el cielo sonaban. Vieron a siete Luxons que de un trineo tiraban. Sus lentes rojos brillaban, En aquella noche de nieve llenada.
Entonces un llamado de sus padres recibieron, Al centro fueron y maravillados quedaron. Un inmenso pino de colores brillaba, y bajo sus ramas muchos regalos guardaba.
—Son para ustedes. —Adeuz señalaba. —Son de Santa Claus. —Abigail agregaba.
—¿Quien es Santa Claus? —Los niños preguntaban.
—Es alguien mágico. —Alguien muy carismático. —Viaja en un trineo, por siete Luxons tirado. —Por el invierno es guiado. —A todos los niños buenos una vez al año deja un regalo. —Contienen juguetes y globos de colores, —De aquellos que desprenden ricos olores.
Los niños se emocionaron ante los juguetes mencionados. —¿Podemos tomarlos?
Adeuz y Abigail asintieron y los niños corrieron. Por los regalos ellos pelaron. Pero Adeuz los había parado, el Lord de esas tierras estaba enojado. Pensaron que era porque ellos no habían agradecido. Pero no era por eso que el señor estaba enfadado.
—La Navidad no se trata sólo se regalos y festejar. También es una fecha, para con tu familia y amigos estar. Es una fecha de tranquilidad, Una fecha de amabilidad.
Los niños entendieron y los regalos repartieron. Las calles de risas y sonrisas se llenaron. E incluso los recatados elfos y demi-humanos salieron, Con los humanos convivieron. Por una noche la raza no importó, Y todo mundo celebró.
Adeuz sonrió con confianza, Había llenado a sus ciudadanos de esperanza.
Los mercaderes y viajeros salieron, Las noticias a otros territorios les dieron. Cómo una epidemia se extendió, Y todo los niños esperaban a. Santa Claus. La iglesia su existencia negó, Pero nadie caso les hizo.
Los padres salieron a la tienda, una muñeca de trapo o un caballero de madera, Solo importaba que su hijo un regalo tuviera.
La primer tienda estaba vacía, la segunda también. Más de lo mismo encontraron en la tercera, y la cuarta los trató con desdén. Todos los padres buscaban juguetes con desesperación. Fue en la quinta donde finalmente lo consiguieron. Y esa noche sus hijos sonrieron, a Santa Claus agradecieron.
Esa noche incluso los enemigos se reconciliaron. León y Jilk regalos intercambiaron. Un rifle y una bomba recibieron. Julian y Marie bajo el muérdago se encontraron. Y un beso al otro entregaron. Greg una caña y un muérdago tomó, Pero en lugar de a Marie, con Chris se encontró. Entonces un puñetazo le dió. Brad la caña robó y entonces una multitud de chicas contra el se lanzó.
Anjelica y Olivia hicieron un intercambio, De sueteres hechos a mano.
Mientras tanto, en el palacio la reina una carta recibió. Era de su amado caballero que al principado venció.
Así, con el trineo tirado por Luxolph desapareciendo en las estrellas, Es que terminan las fiestas navideñas.
◇ ◇
Como pueden ver este es un capítulo diferente, De cliché peca fuertemente, Pero eso no lo tenga en mente.
Una última cosa les dejo, Pasen estas fechas con regocijo. Que nada es fijo.
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