He Reencarnado En Un Mundo De Juego Otome ¡Ahora Tendré Una Vida Increíble! VOL1

Capitulo 26

{Alto ahí.}

Apenas ingrese a la cueva ya tenía un punto láser apuntando a mi cabeza.

Levanté las manos.

—Tranquilo, no soy enemigo.

{¿Quién eres?}

—Mi nombre es Adeuz Fou Rasford, soy un noble del reino de Holfault.

{Ya veo. Ciertamente desprendes una gran cantidad de energía mágica, no es posible que seas uno de esos viejos hunanos.}

El láser desapareció y entonces una esfera carnosa de color negro llena de picos apareció ante mi. Tenía un gran ojo rojo en el centro.

{Me presentaré, yo soy...}

—Brave, ¿Cierto?

{En... En efecto, ¿Cómo lo sabes?}

—Eso es porque vengo aquí para convertirme en tu nuevo maestro.

{El contrato Maestro-Sirviente, ¿Acaso usted lo conoce?}

Recordé una escena de ese juego, era una que solo podías obtener si comprabas a Brave y no comprabas a Luxon.

Como Luxon fue lo último que compré ya tenía a Brave y pude ver la escena.

Sin embargo éste no es el juego. Así que no tengo esa limitación.

Agarré una pequeña daga que estaba debajo de mi chaqueta y con ella me hice un corte en el brazo.

Mi sangre se deslizó por mi brazo y comenzó a gotear en el suelo.

Era doloroso pero debía mantenerme firme o Brave no me consideraría un digno maestro.

Brave se apresuró y se colocó debajo de mi brazo comenzando a recibir la sangre. Su carne se desgarró mostrando una pequeña boca llena de pequeños pero filosos dientes como los de una piraña.

La esfera bebió un montón de mi sangre y cuando sentí que me iba a desmayar finalmente se detuvo.

{Parece que cumples con todos los requisitos. Muy bien. Apartir de ahora, yo, Brave, seré tu sirviente y compañero hasta el día que muera. Ofrezco toda mi lealtad a Adeuz Fou Rasford.}

—Perfecto. —sonreí y después mi cuerpo cayó al suelo. Había perdido mucha sangre.

{La vida del compañero corre peligro. Debo curarlo rápido.}

Sentí a Brave pegarse a mi pecho y convertirse en una masa negra que envolvió todo mi cuerpo. Después de eso perdí la conciencia.

—¡Ah!~ —desperté exaltado un par de horas después.

Mirando en todas direcciones aún seguía en la cueva pero no vi a Brave por ningún lado.

{¿Estas bien, compañero?}

Su voz me habló directamente a la cabeza. Ahí lo noté. Mi cuerpo estaba envuelto en una armadura negra azabache. Era mucho más pequeña que Arroganz pero sin duda parecía ser más rápida.

Miré mis manos. Tenía grandes garras como las de una fiera.

—Brave, ¿Acaso tú...?

{Así es compañero. Yo me convierto en una armadura. Aunque esto que vez aquí no es más que una parte de mi cuerpo. El resto se encuentra en el interior de ésta tierra. Fui herido durante la guerra y mi anterior maestro murió sin darme nuevas órdenes por lo que estuve hibernando pero tu fuerte poder mágico me hizo despertar.}

—Ya veo.

Sin duda es un Luxon de la nueva humanidad.

Me puse de pie y lance unos golpes al aire. Me sentía poderoso. Después de eso di un salto. Dos grandes alas como las de un murciélago aparecieron en mi espalda junto a cola de un demonio.