Capitulo 68

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Una pelea ocurría en lo profundo del corazón de Adeuz.

Dos entes, una sombra femenina y un cristal rodeado de tentáculos carnosos se enfrentaban. El cristal lanzaba sus tentáculos pero la sombra los esquivaba a todos y cada uno de ellos sin embargo no importaba cuantos tentáculos cortara la sombra siempre salían dos nuevos para seguir atacandola.

Adeuz mientras tanto se encontraba quieto, inmóvil, tirado en el campo floral con todo su cuerpo temblando. No tenía ni siquiera el valor para defenderse de esas cosas que intentaban tomar su cuerpo.

Fue en esa situación desesperada cuando una estrella brilló en el cielo oscuro. Comenzando como un pequeño punto de luz se extendió cada vez más hasta que su luz baño el cuerpo de Adeuz.

El chico alzó su mirada. Lágrimas caían deslizándose por sus mejillas. Entonces él lo vio. Una pluma caía de la estrella, una pluma blanca que brillaba con luz celestial.

Entonces cuando estuvo a medio camino la pluma desapareció completamente, ahora caía una carta blanca con un sello rojo.

Adeuz levantó sus palmas para recibirla. La carta se depositó suavemente en sus manos.

Las criaturas malignas vieron eso y sintiendo el peligro dejaron su lucha corriendo para deshacerse de la carta, pero fue muy tarde, Adeuz la abrió.

La sombra de la antigua santa tomó la amalgama de tentáculos usándolo como escudo. La luz blanca entonces se extendió cubriendo todo y tragando a la sombra y el fragmento de armadura mágica.

—¡AHHHHHHHHH!

El coro de 101 voces gritando retumbó en el inmenso blanco durante una eternidad instantánea, durante un instante entero.

Y desapareció.

En algún otro lugar, claro, si es que aquel mar de blanco pudiera ser considerado un lugar.

Adeuz estaba observando todo con la mirada de un pez muerto, perdido en el vacío blanco ante él.

Entonces una voz le habló.

—¿Porqué la cara larga, Adeuz-kun?

—Esa voz —la vida pareció volver a Adeuz mientras observaba a la persona que le hablaba. Una hermosa mujer con un largo cabellos rubio platino y grandes ojos como diamantes apareció, aunque para Adeuz era como si siempre hubiera sido estado ahí—. M-, Mylene-sama...

Adeuz se puso de pie de inmediato, sin embargo estaba tan débil y lleno de tantas cortadas que simplemente cayó al suelo viendo con su único ojo sano que el suelo era un largo y eterno océano que reflejaba un cielo lleno de nubes. Su rostro reflejado en ese océano estaba lleno de cortadas, moretones y magulladuras.

Se lamentó. Esa no era una apariencia para verse con el amor de su vida.

Sin embargo todas sus preocupaciones desaparecieron cuando los cálidos brazos de la reina se enrollaron a su alrededor.

—Yo-...

—Shhh~ —Ella lo silencio cuando quiso dar una excusa y Adeuz le hizo caso quedándose en silencio mientras se permitía hundirse en el calor de la reina con su cabeza siendo acariciada—. Adeuz-Kun, eres un chico bueno, si, muy bueno, yo lo se.

El reino de Holfault era pacífico y bondadoso con sus plebeyos, eso era debido a una persona, Mylene, a primera vista podría notarse la amabilidad de sus habitantes y el gran cariño que presentaban hacia su reina.

Mylene Rafua Holfault, la hija de una nación extranjera que tuvo que renunciar a su apellido al tomar la corona de Holfault. Ella trajo consigo felicidad y prosperidad a muchos por igual.

He Reencarnado En Un Mundo De Juego Otome ¡Ahora Tendré Una Vida Increíble! VOL1Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin