He Reencarnado En Un Mundo De Juego Otome ¡Ahora Tendré Una Vida Increíble! VOL1

Capitulo 41

—MIERDAAAAAAAAA...

Mientras Adeuz caía todo se realentizó, pudo sentir el frío aire de la muerte golpeando contra su cuello.

Su corazón intranquilo comenzó a bombear sangre para calentar todo su cuerpo.

Quiso lanzar magia ofensiva contra el monstruo pero sin Luxon o Brave apoyandolo no podría realizarlo a tiempo. Adeuz no era un prodigio, su fuerza física y mágica es fuerte solo por el esfuerzo que pone constantemente en su entrenamiento, a la dieta y medicamentos que le da Luxon y al manejo de Brave que cuando lo usa suele eliminar cosas innecesaria como la grasa excesiva de su cuerpo, pero, parece ser que al final éste es el límite de alguien sin talento.

Adeuz cerró sus ojos y puso a su cerebro a trabajar para buscar una salida que lo sacará de ésta situación, pero, en lugar de pensar en una forma para salvarse estaba recordando todos los arrepentimientos y los buenos momentos que había vivido tanto en ésta vida como en la pasada.

Entonces cuando sus recuerdos estaban por terminar llegó a él el recuerdo de su mayor arrepentimiento.

No ocurrió en éste mundo sino que en el anterior.

Recordó a una mujer, no parecía tener más de veinte años, tenía un cabello rubio platino y una piel blanca como la porcelana, tal vez no era una supermodelo pero objetiva y subjetivamente se podía afirmar que era hermosa.

En ese momento...

¡Scrash!

Dan había golpeado al monstruo con su moto aérea y usando el mismo golpe dio una vuelta inhumanamente posible para atrapar a Adeuz.

—Ow, gracias por la ayuda Dan-senpai. —mencionó Adeuz soltando un suspiró de alivio.

—No tienes que agradecer —respondió Dan quien se acercó al suelo bajando al chico—. De cualquier forma, ¿Qué haremos?

Adeuz observó la situación y a los siete monstruos. Los otros participantes estaban intentando escapar de ellos pero como las salidas estaban llenas más bien parecían como moscas atrapadas.

—¡Adeuz! —gritó Dan al ver al chico perdido en sus pensamientos.

Cuando Adeuz volvió a la realidad un plan se armó en su mente.

—¡Dan, ve por el príncipe Julián! Traelo aquí, necesitamos su carisma y su estatus de realeza para que ponga orden a las personas.

—¡No puedo abandonar a Milady que está entre la audiencia!

—¡Entre todo éste caos no podrás reconocer y proteger a tu señorita! Si quieres ayudarla sigue mi plan.

Dan apretó su puño y desvío su mirada fortaleciendo su determinación.

—¡Bien lo haré! ¡Pero para pasar por esos monstruos necesitaré apoyo! ¿Qué harás tu, Adeuz?

—¿Yo? Yo me encargaré de ellos.

Mientras mencionaba eso Adeuz fue rodeado por una masa negra, Brave. Dan al ver eso se puso alerta.

Adeuz ahora convertido en una inmensa armadura vio eso y con una inexistente gota de sudor bajando por su frente le hizo una seña a Dan, un simple saludo.

—Wow, Adeuz, ¿En serio eres tu?

—Err.... Si, éste es... Otro objeto perdido, si, eso. —Se excusó. Nunca pensó tener que mostrar a Brave en un lugar que no fuera un campo de batalla.

—Amigo, ¿Cuántos objetos perdidos tienes? Si me dices que tienes un objeto perdido que puede crear objetos perdidos te lo creería.

—Basta de preguntas, ¡En marcha!