Capitulo 35

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Después de correr por toda la academia como un lunático finalmente me encontré con mi no muy agradable objetivo. Una chica de cabello rubio con ropa bien arreglada y un pequeño bolso negro sobre su mano izquierda.

—Dorothea... —hablé con una respiración entrecortada por el cansancio.

—¿Huh? ¡Así que aquí estabas! Que curioso te estaba buscando tenemos que hab...

—¡Espera, espera, espera! Espera para cualquier cosa que vayas a decir. —respondí con rapidez al darme cuenta que éramos el centro de atención.

Sin pedir permiso tomé la mano de Dorothea y nos dirigí a ambos a un lugar más privado.

Aproveche que la Cafetería Princesa ya estaba cerrada y después de que Luxon forzada la cerradura entre junto a Dorothea cerrando la puerta tras de mi.

—¿Ya puedo hablar? —preguntó.

—Ya puedes hablar. —respondí mientras me hundía en uno de los sillones bajos para descansar mis pies.

Cerré mis ojos y espere pacientemente a que hablara.

—Te estaba buscando.

—Si, ya me lo habían dicho, ¿Pará q-...?

Fui interrumpido por el sonido del metal cerrándose.

Abrió sus ojos de inmediato encontrándose con que un collar con cadena de metal había sido colocado en su cuello. Era como lo que uno pondría a una mascota.

—¿Pero que cojo-...?

Nuevamente fue interrumpido cuando su prometida estiró de la cadena tumbandolo al nivel del suelo.

—Así te ves bien, como un lindo y obediente perro. —respondió con una sonrisa sádica mientras pisaba la cabeza de Adeuz.

—Kgg... —gruño el chico sintiendo el tacon pisando su frente.

Entonces él comenzó a levantarse sin importar que con eso tumbara a la chica arriba suyo.

—¡No te leva-...! ¿¡Whoa!?

Dorothea se cayó sobre uno de los sillones de la Cafetería. Cuando se estaba recomponiendo del golpe y quiso ponerse de pie Adeuz se coloco sobre ella.

Dejó caer su rodilla entre las piernas de ella y con sus manos a ambos lados para impedir que intentará escapar.

Entonces sus rostros se enfrentaron.

Entre la oscuridad y el frío del lugar ambos sintieron el calor del otro al igual que su respiración.

Para Dorothea los ojos de Adeuz brillaron en un azul claro como dos diamantes.

—Escuchame, pequeña —habló refiriéndose a su estatura—. Yo, no soy una mascota. Y nunca lo seré.

Adeuz agarro el collar con una de sus manos y entonces, para sorpresa de Dorothea, el collar se abrió. Ella no supo que Luxon escondiéndose había quitado el seguro.

Adeuz se quitó el collar y entonces decidió colocarselo a Dorothea.

—Si alguien será una mascota esa serás tú, ¿Estás lista para convertirte en una mascota?

Después de decir eso agarró y enrollo la cadena en su dedo medio e índice, después uso esos dedos para estirar la cadena y atraer a Dorothea un poco más cerca.

—Porqué de no ser así mejor solo vuelve al territorio de tu familia y déjame en paz. No hay problema si no nos vemos en dos años más, después de todo nuestro matrimonio ocurrirá hasta que me gradué de la academia. —amenazó.

He Reencarnado En Un Mundo De Juego Otome ¡Ahora Tendré Una Vida Increíble! VOL1Where stories live. Discover now