Intermedio 6. Príncipe Sagrado y Rey Pirata

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Yo, el Primer Príncipe Sagrado de Rachelle sentía algo; Miedo.

Aun siendo el heredero del trono y futuro Rey Santo que gobierna sobre todo el reino nada podía calmar ésta emoción, era como si estuviera siendo cazado, como si un depredador se estuviera acercando lentamente, como si rasguñara el suelo intencionalmente para hacerme saber de su presencia y de que no importaba que hiciera aún así me atraparia.

Destrozaria todas las barreras que había construido y desgarraria mi cuello, entonces, con sus fauses aún babeando de mi sangre se burla, su risa burbujante y gutural aún podía resonar en cada parte de mi cabeza.

Como el justo heredero al trono desde niño había sido alabado y adorado por nobles y plebeyos, sin embargo habían personas que consideraban mi existencia un problema por lo que quisieron acabar conmigo pero no se los dejaría tan fácil, después de todo yo nací bendecido con una habilidad única.

Me defendí de ese primer intento de asesinato producido por mi madrastra, la segunda esposa de mi padre, cuando yo solo tenía cinco años.

¡Cinco años!

Ella quiso asesinar a un niño que no sabía nada del mundo político, en su mirada no había ninguna duda o arrepentimiento. Si acaso, el único arrepentimiento sería que yo logré sobrevivir.

Desde ese entonces tuve que levantar barreras, erigir muros a mi alrededor. Solidifique mi defensa hasta ser inexpugnable.

No importa cuánto lo intentarán no me hicieron nada. Mi hermano menor, el segundo príncipe, fue especialmente insistente. Sus intentos de asesinato superaron los treinta.

Aun así nunca ataque. No me veía en confianza de asesinar mi propia carne y sangre.

Sin emabargo mi padre no era así, el actual Rey Santo se hartó de cómo mi hermano menor se burlaba de su dignidad y lo mandó a ejecutar.

Sin embargo no pude permitir eso. Al final de todo él fue ese dulce hermanito que creció conmigo desde la niñez.

Arriesgando mi puesto como heredero me interpuse en la autoridad de mi padre y salvé a mi hermano.

Desde entonces mi posición se solidificó aún más.

—¿Quieres más té, hermano mayor?

—Ah, no, así está bien, gracias.

Volví a dar un pequeño sorbo a la taza de té en mis manos. Cuando el dulce sabor cruzó por mis papilas gustativas sentí como si esas preocupaciones desaparecieran.

—Entiendo, cualquier cosa puedes pedírmelo.

Quién me estaba sirviendo té como un mayordomo era mi hermano menor, el segundo príncipe, era realmente competente, mucho más que yo, la única razón por la que lo superé fue por esa habilidad mía.

Para él que estaba en camino a la muerte mi intervención debío parecer como la venida de un ángel. Desde entonces me había ofrecido su devoción eterna.

Por su competencia le había ofrecido el puesto de primer ministro durante mi reinado.

Sin embargo ahora incluso dudo sobre si mi reinado llegará.

Leí el documento sobre la mesa. Era el informe de un paladín que se encontraba en el reino de Holfault bajo órdenes de mi padre.

Los paladines eran un recurso escaso y valioso por lo que sólo podían moverse por órdenes del Rey Santo o de mi, el príncipe heredero.

Sin embargo, ni él ni yo teníamos preocupaciones en Holfault. Sabiamos que ese país no podía atacarnos por culpa del Principado de Fanoss, un país que los odia.

He Reencarnado En Un Mundo De Juego Otome ¡Ahora Tendré Una Vida Increíble! VOL1Where stories live. Discover now