He Reencarnado En Un Mundo De Juego Otome ¡Ahora Tendré Una Vida Increíble! VOL1

Capitulo 58

En la casa Olfery el estatus de los hijos era definido por dos cosas; Su linaje y sus habilidades. El jefe de la casa era un bastardo, subía los impuestos cada que quería comprarse un lujo y dejaba a las personas morir mientras se daba banquetes a montones, es por eso mismo que no es raro saber que tomaba a todas las mujeres de su territorio que le gustaran y abusaba de ellas.

Algo como la superioridad femenina no existía en el territorio del conde Olfery, ellos los simples comerciantes rechazaron los valores nobles y ese fue el resultado.

Decenas de hijos, tantos como para llenar un salón de clases, de todo tipo de edades, grandes y pequeños. Y al haber tantos naturalmente se formó una jerarquía, los hijos de la esposa oficial se colocaron en la cima de la pirámide, en esta categoría estaba la hija a la que Adeuz golpeó, les seguían aquellos cuyas madres fueran hijas de casas de nobles bajo el mando de la familia Olfery, después estaban las  que tenían relación con casas de caballeros y finalmente estaban los que sus madres eran plebeyas o incluso esclavos. Estos últimos siendo los peor tratados, eran prácticamente esclavos.

La jerarquía es estricta y sólo puedes subir si tienes las cualidades necesarias, pero aun así siempre hay un límite, el hijo de una prostituta siempre será el hijo de una prostituta y nada cambiará eso, nunca podría superar a un hijo oficial.

Es por eso que esos dos eran enviados, porque estaban en la parte inferior de la pirámide.

"Seined Fou Olfery", "Varon Fou Olfery", ambos hijos de plebeyos despreciados por sus hermanos

—Básicamente nos mandaron a morir. —comentó con cierta ironía Seined, un hombre de cabello marrón con ojos avellana, su inteligencia era superior al promedio y con ella logró ascender un poco en la escala familiar, sin embargo después de sobresalir ahora lo mandaban al matadero.

—Solo es un simple barón, no sé cómo nos causará problemas. —mencionó Varon, él a diferencia de Seined no era especialmente inteligente, sin embargo poseía una gran habilidad con la lanza, tal vez no al nivel de Greg pero era mejor al promedio. Su madre pertenecía a una casa de caballeros que servía al Conde por lo que su estatus era considerablemente mayor al de su hermanastro.

—Un simple barón no declararía la guerra a una casa de Condes sin razón alguna. Para ellos somos existencias que están por encima de las nubes. Algo debe estar planeando, según mi investigación el Barón Rasford es el hijo del Vizconde del mismo apellido, que se independizó después de conseguir una isla flotante en una aventura.

—He escuchado de eso en el gremio de aventureros —interrumpió Varon—. La isla móvil, LABERINTOS. Un tesoro de valor incalculable.

—Aun si es un tesoro no creo que pueda cambiar la diferencia de fuerzas entre ambas casas —respondió Varon, le parecía un poco molesto que su hermano lo interrumpiera, siendo él el cerebro de su equipo—. Creo que ustedes los aventureros sobrevaloran las reliquias. Si están en el pasado es por algo, no servirán en la época actual más que para venderlas a los coleccionistas tontos que pagan miles de Dia por una pieza de chatarra con muchos años.

Sus comentarios cortantes venían de la sangre de comerciante en sus venas. Seined no veía a los aventureros como brutos simios cuya única fortaleza era salir a pelear con monstruos. Eran prácticamente mercenarios.

—Como digas. Tu eres el cerebro, yo el músculo. —respondió desinteresado Varon.

Esa era la verdad, ellos cooperaban únicamente porque se necesitaban, de lo contrario seguramente pelearían como el resto de sus hermanos.

—Y bien, ¿Qué vamos a hacer —preguntó Varon—? Por lo que me dijiste entonces el barón no es más que una marioneta y hay algo más, algo oscuro que se oculta detrás suyo.