Capitulo 62

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Sobre un pedazo de aeronave que flotaba sobre el océano una hermosa mujer de cabello albino bostezó profundamente.

Con su barbilla sobre sus manos y sus codos apoyados sobre sus muslos ella miró a la batalla que se libraba en el cielo.

—Cielos, ¿Cuánto más me harás esperar —preguntó—? ¡No es nada considerado de tu parte hacer esperar a una dama! —hizo un puchero infantil nada apropiado para ella.

Entonces cuando vio la silueta de Arroganz lanzarse a la batalla mostró una sonrisa hueca como el de una muñeca de porcelana y brillantes dientes blancos. Ella era aterradora, pero lo más aterrador era... Que ella mostraba felicidad pura. Estaba muy contenta de ver a Adeuz.

Entonces lentamente deslizó su mano por entre sus ropajes sacando una hermosa carta blanca, con un pequeño sello de cera con un símbolo detallado. La forma de una serpiente de dos cabezas coronadas era vagamente visible entre todos los detalles.

Ella la observó y después de oler un poco el dulce aroma a perfume la volvió a guardar.

Fue en ése momento cuando una gran pantalla holográfica se mostró en lo alto. La diversión apenas estaba comenzando.

Mientras tanto en las alturas.

—¡TRAIGANME A RASFORD! —gritó el Rey Pirata desde su armadura en su aeronave, un buque insignia robado a la 4ta flota a la que habían atrapado y destruido hace unos días, aunque pudieron no asesinaron a los soldados, en lugar de eso tomaron a todos los que pudieron como rehenes y los tenían escondidos en su guarida, el objetivo del Rey Azul era enfadar y atraer al ejercito para destruirlos y cobrar.

Cierta persona le había ofrecido una moneda de oro por cada cabeza de oficial y una de plata por cada soldado asesinado.

Aunque no era un mercenario la oferta era muy atractiva así que había aceptado.

Pero el problema era que Adeuz había iniciado una guerra, lo que hizo que el ejercito se pusiera a la defensiva, provocando que el Rey Azul se impacientara.

Era por eso, y por el dinero que podría cobrarle al Conde que el Rey Azul quería tener su cabeza rápido.

Sin embargo él era el jefe, no salía hasta localizar al jefe enemigo. Aplastar a la cabeza y luego añadir a sus fuerzas a su propia flota, así era la forma en la que el Rey Pirata luchaba.

Fue mientras se quejaba que un mensaje llegó a él.

—¡Jefe, hemos localizado al Noble enemigo! 

—¿Estas seguro? ¡No aceptaré una excusa como la otra vez, como me hagas salir inútilmente tomaré tu cabeza personalmente, bastardo!

La encargada de las comunicaciones tragó saliva y llevó su mano a su parche al recordar lo que le paso la última vez que se equivoco localizando al líder enemigo.

—P-, Pues es una poderosa armadura que ya ha hundido a tres de nuestras aeronaves.

—¿¡Y eso qué!? Los nobles no son valientes, ellos solo se la pasan disparando desde sus brillantes aeronaves, lo se por experiencia. Seguro es un caballero fuerte. Ya me desharé de él camino al la nave del barón ese, ahora, ¡Has tu trabajo, solo son dos aeronaves! ¡¿O acaso quieres que te arranque el otro ojo?!

En ese momento otra llamada se comunico con la armadura.

—¡Jefe, ayu-! ¿¡Agrh?!

—¿¡Gustavo?! —El Rey Azul se sorprendió, Gustavo era el segundo más fuerte de su ejército, ¿¡Qué había pasado?!

He Reencarnado En Un Mundo De Juego Otome ¡Ahora Tendré Una Vida Increíble! VOL1Where stories live. Discover now