NARRA SUGA
Sigo los pasos del padre de Suni hacia un granero de madera, me siento un poco culpable por tener en mente la imagen de su hija con aquel vestido negro, se miraba tan bien, resaltaba su figura y despertó miles de reacciones en mi. El me hace señas para que lo siga, entramos y veo que aquí guardan todas las cosas que usan para trabajar en el campo, los abonos, las palas etc. Veo una mesa de madera con unos bancos.
-Hay que sacar la mesa primero y después la leña para la fogata.
Yo asiento, espero a que el tome la mesa de un extremo pero se me queda mirando, yo evito su mirada fingiendo analizar el lugar, hay muchos productos de los cuales no conozco, sacos de alimento, un tractor, entre otras cosas.
-¿Cuáles son tus intenciones con mi hija?
Su pregunta me hace mirarlo para confrontarlo, no me gusta mantener contacto visual con las personas pero con ella siempre ha sido diferente, no me siento incomodo y para mi, ver mi reflejo en sus ojos me hace sentir extraño y ahora veo que tiene la misma mirada que su padre.
Lo pienso un momento antes de contestar ¿mis intenciones? No tengo alguna, mi único deseo al compartir tanto con ella, es que este bien, sea feliz.
-Realmente no tengo ninguna.
Su padre suelta un gruñido y me mira de manera molesto, lo que me hace tragar saliva nerviosamente.
-Me estas diciendo que mi hija no es lo suficientemente buena para ti.
-No es lo que piensa de ella- digo rápidamente- siempre se preocupa por los que están a su alrededor, es muy trabajadora, siempre saca lo mejor de mi y es lo que mas admiro, incluso su terquedad me hace sentirme de manera extraña.
Mis mejillas comienzan a sonrojarse al decirle esto al padre de Suni pero es la verdad. Ella siempre se preocupa por sus amigos, es muy trabajadora en la escuela así como en la vida, siempre piensa en sus padres y siempre me hace hacer cosas que yo nunca haría, en este mal momento que estoy pasando siempre me logra sacar una sonrisa.
-¿Entonces la quieres?
-Bueno es inevitable no quererla.
Me tapo la boca con la mano impresionado por las palabras que he dejado escapar, palabras que he estado tratando de negar.
Veo el rostro de su padre, su semblante se ha relajado y me mira con una pequeña sonrisa.
-Admiro como has criado a esa niña- se refiere a Min Hee- a pesar de ser joven le has enseñado buenos modales, no te voy a juzgar por ello así que quiero saber ¿Qué tienes tu para ofrecerle a mi hija?
¿Qué tengo yo para ofrecer? Su pregunta me hace sentir nostálgico, no puedo ofrecerle una familia, pues la mía fue destruida hace mucho tiempo, tampoco dinero ni estabilidad por que para ello aun debo estudiar y seguir trabajando. Mucho menos tiempo por que ni yo mismo se cuanto tiempo tengo, se que algo le pasa a mi cuerpo, lo he notado, me canso mas, la respiración me falta cada tanto.
Pero algo dentro de mi me pide a gritos que quede bien con su padre.
-No tengo dinero- frunce el ceño- tampoco familia ni estabilidad pero- mi corazón comienza a acelerarse- si algo llegara a suceder entre nosotros le aseguro que lucharía por ello, la haría feliz de la manera en que este a mi alcance, la haría sentir protegida.
Es todo lo que podría ofrecerle y me apena que sea tan poco por que se muy bien que ella se merece el mundo entero, ella se merece estar con un chico que si valga la pena, que provenga de una buena familia, que tenga estabilidad económica, que la haga sentir querida y no la trate como yo lo hago con ella.
-Cuando conocí a mi esposa era un simple cultivador, pero luche para poder darle todo lo que ella merecía- suelta un gran suspiro de pesar- lamentablemente no le pude dar la vida que imagine pero si le regalé protección y felicidad, respeto y honradez. Es lo que deseo para mi hija, una buena vida.
Nos miramos, supongo que cuando piensa en un hombre de compañero de vida para su hija no piensa en mi y lo entiendo por que yo también quiero lo mejor para ella, tanto que he pensado incontables veces en alejarla de mi, pero siempre fallo en el intento o tal vez no quiero que eso suceda.
-En ti veo un muchacho lleno de sufrimiento- sus palabras están llenas de razón, bajo la cabeza con pesar- pero también veo un hombre trabajador que no se rendirá ante el mundo, te estaré vigilando, si le haces daño a mi hija tendrás que responderme.
Levanto la cabeza un tanto asombrado ¿acaso escuche bien? Es como si me estuviera dando su aprobación, aunque yo no la buscaba o tal vez si, no lo se, no se que pensar.
-¿Disculpe?
-Puedo ver como se miran, mi hija es muy terca y aunque me niegue ella hará lo que quiera, así que prefiero apoyarla en todo lo que decida- me señala con el dedo- pero ten por seguro que me enterare de todo, Park Jimin se encargara de ello.
Una gran felicidad me invade, el saber que su padre me da su aprobación me pone feliz, la verdadera pregunta es ¿Qué siento yo? ¿Qué quiero yo? Debería pensar en ello, aunque me da miedo hacerlo.
-Movamos esto.
Cada uno toma un extremo de la mesa, esta parece liviana pero es todo lo contrario, es de manera solida y pesa el doble que yo, comenzamos a mover la mesa para llevarla hacia afuera.
-Ese jimin es un bribón, pero siempre ha visto por la felicidad de suni, así que no me preocupo por que el esta a su lado.
Sus palabras me hacen sentir un poco celoso, quisiera que el pensara de esa forma de mi, aunque debo reconocer que tiene razón, la primera vez que los vi interactuar parecían una pareja de recién casados, me molesto que suni no se tomara esas libertades conmigo.
Pero jimin poco a poco me ha ido manifestando que no tiene interés alguno en ella, la vez que me moleste cuando mire a suni parada en la puerta con otro chico me moleste tanto con ella pensando que me estaba mintiendo, pero jimin vino a mi y me explico la situación, después me sentí culpable por que yo debería de cuidarla y no dejar que camine sola por las noches.
Colocamos la mesa el centro del jardín y regresamos por los bancos, el banco que tomo yo tiene unas letras gravadas "jimin + suni =♥️ love" no me había dado cuenta lo molesto que me resulta su nombre.
-Solo nos falta la leña.
Regresamos al molino, el me muestra una torre de leña perfectamente apilada, tomamos unos cuantos leños y los llevamos hasta el jardín, cuando terminamos de hacer el ultimo viaje veo a Suni acompañada por su madre cargando la comida. Me acerco a ellas inmediatamente para ayudarles, le quito el sartén de las manos a Suni y lo coloco en la mesa.
-¿y Min Hee?
-Se esta poniendo su vestido nuevo.
Yo hago una reverencia y le agradezco a la madre de Suni.
-No es nada, es una niña muy bonita.
Sus padres regresan a la casa para traer lo faltante, Suni me mira de manera extraña tanto que me hace ponerme nervioso y preguntar por que me mira de esa manera.
-¿Qué te dijo mi padre?
-Nada, solo hablamos de cosas triviales.
-¿Seguro? ¿no te mostro su arsenal de escopetas?
Me hace sonreír, veo que ella estaba preocupada por mi y no la culpo, bueno yo no la dejaría sola en presencia de mi padre, mucho menos sabiendo como es.
-Solo me conto lo mucho que amas a jimin- ella frunce el ceño- el chico ideal.
-¿Estas celoso?
-No que va, ni si quiera por esa inscripción en el banco.
Joder ¿Qué estoy diciendo? Que alguien me meta un calcetín a la boca para que me ahogue y no pueda hablar mas tonterías.
Ella esta por responderme pero es interrumpida por la pequeña Min Hee modelando su nievo vestido, se mira hermosa, es un vestido floreado pero le queda tan bien, ella sonríe ampliamente y finge ser una modelo, nosotros le aplaudimos y ella comienza a actuar tierna haciendo que mi corazón se derrita de ternura.
Los padres de suni regresan, tomamos asiento en los bancos y comenzamos a comer, realmente adoro la comida casera, la charla en la mesa es mas alegre, la madre de suni se asegurar de contarme anécdotas graciosas sobre su hija, claro que a ella no le agrada mucho la idea y se la mantiene escondiéndose detrás de su padre.
Cuando el cielo se pone negro prendemos la fogata, nos sentamos en unos troncos a su alrededor y su padre comienza a contarnos leyendas del pueblo, como decapitados, señoras de blanco que se aparecen y tesoros escondidos malditos, claro que cuando llega la media noche todos mis sentidos están alerta y los vellos de mi cuerpo están erizados.
-Ajusshi cuéntenos otra historia- pide Min Hee con un puchero.
-Te contare la leyenda del monstruo que se roba a las niña que no se duermen temprano.
La pequeña se esconde detrás de mi, la madre de Suni le da un fuerte golpe en el hombro.
-Aigo no espantes a la niña- le da otro golpe- pero ya es tarde deberíamos ir a dormir.
Todos nos ponemos en pie y nos estiramos, ayudo al padre de suni a apagar la fogata, las mujeres toman las cosas para llevarlas dentro.
-Mañana podemos ir a escalar a la montaña para mostrarles el mirador.
-Mejor vayamos al lago padre, esta mas cerca y podremos regresar con el tiempo perfecto- dice suni mientras me mira preocupada, no quiere que haga esfuerzo físico y se lo agradezco.- debemos tomar el tren por la tarde.
-Araso, como tu digas cariño.
Nos adentramos a la casa y colocamos todo en la cocina, los padres de suni se despiden y se marchan a su habitación.
-Hay que tomar un baño y después a dormir.
Yo asiento, ella nos muestra en donde bañarnos, primero baño a Min Hee y cuando la saco tomo tiempo para mi, cuando salgo y me dirijo a la habitación de suni las encuentro tendiendo colchas en el suelo, el cuarto cuenta con una sola cama. prácticamente esta al ras del suelo pues es solo la base y una colchoneta.
-Ustedes tomen la cama.
Me indica suni a lo que yo niego, esta bien que somos invitados pero no permitiría que ella durmiera incomoda en su propia casa.
-No, nosotros tomaremos el suelo.
-Entonces que Min Hee duerma conmigo.
Min Hee no espera mi aprobación cuando salta a la cama, suni le señala que tome el lado de la pared, ella asiente y se cobija de pies a cabeza no sin antes desearnos buenas noches.
-Puedo traer mas colchas- me ofrece suni a lo que yo niego- no con pucca estaré bien.
Ella se sonroja, todas sus colchas son de algún personaje animado lo que se me hace tierno.
-No tengo a Kumamon.
Le muestro el dedo medio a lo que ella sonríe, veo como peina su cabello para formar una trenza, su ropa de dormir consta de un camisón tamaño vestido de flores, cuando termina se recuesta y me pide que apague la luz, cuando la apago regreso a tientas hacia las colchas, me dejo caer pero mi cabeza rechaza en la base de madera de la cama lo que hace que ella se ría, supongo que Min Hee ya esta dormida porque si no también se estuviera riendo.
-Tonto.
-Tu que moviste la estúpida base.
Ella ríe, acomodo las colchas y me cobijo solo los pies, cruzo mis brazos y los uso de almohada para estar mas elevado.
-Gracias por traerme aquí.
Sin querer he olvidado un poco sobre mi situación, lastima que esos pensamientos se están haciendo presentes en este momento. Me pregunto como seria mi vida si hubiera vivido aquí. Tal vez mi familia seguiría unida, tendríamos un capo en el que trabajar, mi padre se levantaría temprano cada mañana mientras mi madre le preparara el desayuno.
Yo iría al colegio con suni y fuera su mejor amigo en lugar de jimin, iríamos juntos a la universidad y pasaríamos nuestro tiempo juntos, volveríamos cada periodo de vacaciones, por ella trabajaría todo lo que mi cuerpo me permitiera.
Sin ajetreo de la ciudad, con vecinos humildes, personas que te ayudan y no se limitan a ignorarte, ayudaría a sus padres para quedar bien, tal vez incluso no estaría enfermo.
-¿En que piensas?
Me quedo en silencio, me avergonzaría decirle que anhelo algo que no puedo tener.
Escucho como se recorre en la cama y después veo como baja su mano, encuentra mi cabeza y comienza a pasar sus dedos por mi cabello, cierro los ojos y me dejo mimar, dejo que la sensación de sentirme querido me embargue.
Un recuerdo viene a mi mente, mi madre solía ir por las noches a mi habitación cuando era mas pequeño, solía acariciar mi cabello y estarse por horas a mi lado cerciorándose que mi sueño fuera bueno y si una pesadilla se hacia presente ella estaba allí para abrazarme. Si no estaba yo corría hasta su habitación, sabia que ella siempre dejaba la puerta abierta por si yo llegara a necesitarla, mi padre se molestaba, decía que debía actuar como un hombre, el regañaba a mi madre y le decía que tenia que dejarme crecer.
Poco a poco el sueño comienza a vencerme sobre todo por las caricias de suni, quisiera mantenerme despierto para poder apreciarla dormir pero mi cuerpo se niega a hacerlo.
Despierto por el canto de unos gallos, abro los ojos y veo que apenas esta amaneciendo, escucho las voces de los padres de suni pero no logro descifrar lo que dicen, noto que algo sostiene mi mano, me giro y veo que la mano de suni se encuentra entrelazada con la mía.
¿En que momento sucedió? Mi corazón recibe una sacudida, veo que su cabeza casi esta colgando de la base de la cama, me siento, desahogo nuestro agarre y le coloco la mano en la cama, seguramente debió ser incomodo dormir de esa manera. Ella percibe el movimiento y se remueve un poco, me quedo estático, se gira boca arriba y cubre su cara con la mano.
Veo que un mechón de cabello se escapo de la trenza y se encuentra cerca de su boca así que con mucho cuidado lo retiro, ella siente el movimiento y se talla la cara pero al mismo tiempo se gira hacia la orilla de la cama, trato de reaccionar pero me gana el peso y ella cae.
-Mierda....
Maldigo, no es como que ella sea muy pesada pero me ha dado en la entrepierna con su codo. Ella abre los ojos, me mira sorprendida y se sienta tan rápido que me da con su cabeza en la nariz.
-Joder.....podrías dejar de golpearme.
Me quejo, ella se remueve y se baja de mis piernas, me toma de la cara para analizar el golpe.
-No fue nada, no seas tan nena.
-Si, como a ti no te cayo una vaca encima.
Veo que mi comentario lo ofende así que me disculpo inmediatamente, nos quedamos en silencio escuchando las voces de sus padres.
-Debería ir a ayudarlos.
Ella se pone en pie, analiza su cara en un pequeño espejo pegado a la pared, su camisón se ha quedado arriba, revelando su pequeña cintura, la imagen del vestido negro se apodera de mi mente y con temor le jalo el camisón para que la tape bien, ella no dice nada pero me mira con el ceño fruncido.
-Esta fresco.
Y realmente es así, tal parece que las mañanas aquí son mas frescas que en Seúl, tal vez por la humedad del campo. Ella toma su ropa y se marcha de la habitación, escucho como saluda a sus padres y estos preguntan por mi. Debí salir primero para que vean que soy madrugador.
Ella regresa a la habitación.
-Deberías despertar a Min Hee, mis padres quieren partir al lago después de desayunar.
Yo asiento, ella se muerde el labio, como si quisiera decirme algo, yo la aliento a que lo haga.
-Si te sientes cansado o mal me dices.
Así que esta preocupada por mi salud, yo sonrió, creo que no me voy a acostumbrar a que suni se preocupe por mi, hace mucho que no me sentía de esta manera.
-No te preocupes- pero en verdad pensándolo bien si me preocupa quedar como un tonto frente a sus padres- estaré bien.
-Que no te preocupe lo que mis padres piensen, tu salud es mas importante.
-¿Por qué te preocupas por mi?
Pregunto sin pensar, pero realmente estoy curioso sobre ello, se que ella es especial, por que a nadie nunca le importo como me sentía o como estaba y de la nada llega ella y altera todo mi mundo.
-Porque.......
Ella me mira dudosa y la final decide evadir mi pregunta y marcharse.
RECUERDEN QUE PUEDEN MANDARME SU NUMERO O PEDIR EL LINK PARA UNIRSE AL GRUPO DE WHATSAPP
CREDITOS A CHANGMIN POR SU BELLO EDIT, GRACIAS 💜💜💜