El día de hoy la pajarita deja el nido y abre sus alas para dejar atrás a su familia y construir un nuevo futuro. Nerviosa con manos temblorosas me aferro a la pequeña maleta que puedo permitirme llevar.
Trato de no mirar a mis padres, cada uno se encuentra a mi lado abrazándome, si me permito mirarlos se que las lagrimas se harán presentes, pues este será el último momento que pasemos juntos, me voy a la universidad de Seúl.
Cuando recibí mi carta de aceptación junto con la aprobación de una beca se hizo una fiesta en el pueblo, eran pocos los jóvenes que lográbamos salir e ir a la ciudad, la mayoría de mis compañeros dejaran de estudiar para ayudar a sus familias a trabajar los cultivos.
Nunca me considere una chica inteligente pues fallaba en varias materias, varias noches lloraba bajo las mantas en mi cama por haber reprobado, pero todo se lo debo a mi mejor amigo jimin, siempre tenia las palabras perfectas para hacerme sentir mejor y darme ánimos para poder seguir adelante. La mayor meta que me había propuesto era aprender lo suficiente para trabajar en el pequeño centro comercial del pueblo, hasta que un día en las vacaciones de invierno llego una feria de universidades para ofrecer sus planes de estudio.
Claro que se llevaron una buena impresión, la mayoría de los jóvenes no estaban interesados, pues en el pueblo son familias pequeñas de uno o dos hijos y estos prefieren quedarse a lado de sus familias, influye mucho el hecho de que los jóvenes que abandonan el pueblo jamás regresan, se olvidan de sus raíces y dejan a sus padres en el olvido como si nunca hubieran existido.
Entregue mi información por ánimos de jimin y mis padres, no muy convencida accedí, mis calificaciones no eran las mejores, pero fui aceptada en la primera ronda, la competencia estaba reñida pues estábamos hablando de evaluaciones de todos los pueblos a la redonda y solo aceptaban a unos cuantos. Como mire entusiasmados a mis padres e ilusionados por un futuro mejor para su hija decidí enfocarme mas en los estudios, desde el invierno estudie sin parar.
Claro que cuando llego la carta de aceptación no me había dado cuenta lo que eso significaba, dejar a mis padres, dejar a jimin, el no esta interesado en estudiar alguna carrera si no en el baile, abandonar mi hogar e irme a internar a lo desconocido, en donde hablan diferente, visten diferente.... Pero supongo que a esto le llamamos crecer.
Trabajare mucho para darles a mis padres una mejor vida y agradecerles todo lo que han hecho por mi, por que sin sacrificio no hay victoria.
La bocina anuncia la llegada del metro que se dirige hacia Seúl, tal vez no sea la mejor universidad, pero para mi la oportunidad es única.
Mi corazón comienza a latir fuertemente, es hora de decir adiós.
-Que te vaya bien y si necesitas algo no dudes en llamar.... Tampoco dejes que esos muchachitos de ciudad te intimiden- me dice mi padre con algunas lagrimas en los ojos.- recuerda todo lo que te enseñe.
Cuando recibimos la carta de aceptación la preocupación de mi padre aumento a grados inimaginables, claro que el no enviara a su pequeña sin saber defenderse, me mostro varias técnicas de defensa y claro me enseño a pelear.
-¿Llevas todo?- Me pregunta mi madre preocupada. Yo asiento a manera de respuesta, tengo un nudo en la garganta que me impide hablar. Practique mucho tiempo lo que diría para este momento, pero las palabras se rehúsan a salir.
-Recuerda comer bien, llámanos cada que puedas, abrígate por las mañanas y no le hagas caso a tu padre, búscate un buen compañero de vida, no te preocupes por nosotros.
Nos abrazamos fuertemente una ultima vez, se anuncia la ultima llamada para los pasajeros, nos separamos y les doy un beso en la mejilla para después ingresar en el tren, las puertas se cierran frente a mis narices, observo por ultima vez el hermoso cabello de mi madre y su hermosa sonrisa, las arrugas que han aparecido en el rostro de mi padre y sus canas inadvertidas que siempre me pide que le arranque, nos decimos adiós y el tren se pone en marcha.
No se cuanto tiempo me quedo parada observando como poco a poco mi pueblo querido queda atrás, cuando observo lugares desconocidos me voy en busca de mi asiento, no puedo creer que jimin no haya venido a despedirse de mi, pero viéndolo bien la despedida seria demasiado cruda y estoy segura que en ultimo momento se lanzaría de cabeza para adentrarse en el tren e irse conmigo, el prometió que se convertiría en el mejor y me alcanzaría en la ciudad.
Localizo un lugar vacío, coloco la maleta en el porta equipajes y me coloco los audífonos para escuchar música, en estos momentos mis padres ya han de haber llegado a casa y la encontraron vacía.
Las horas pasan, recuerdo cuando estaba bromeando con jimin sobre lo que haríamos si hubiera un ataque de zombies, comencé a imaginar como si fuera el protagonista de la película Estación Zombie.
Soy vencida por el sueño, para cuando despierto se anuncia la llegada del tren a Seúl, me pongo en pie y tomo mi maleta, las puertas son abiertas, abandono el tren y observo para todos lados, las personas caminan a mi alrededor como si tuvieran mucha prisa. Abandono la estación y tomo un taxi, le entrego la dirección de la universidad, el conductor se me queda mirando.
-¿Primera vez en Seúl?
Yo asiento y el se lanza a contarme su historia sobre como llego aquí, al parecer el también viene de lejos, me quedo impresionada por los grandes edificios, las jóvenes visten hermosos vestidos haciéndome sentir extraña con mi ropa holgada.
Llegamos a la universidad, afortunadamente esta cuenta con dormitorios, hay muchos carros alrededor y jóvenes despidiéndose de sus padres, le pago al conductor y este me ayuda a bajar la maleta, me despido con una pequeña reverencia.
Insegura de adonde dirigirme sigo el torrente de alumnos, estos conocen sus destinos esto quiere decir que son estudiantes mayores, miradas indiscretas me dirigen, tal vez es demasiado obvio que vengo de lejos.
Le doy unas cuantas vueltas al campus y no encuentro en donde pedir información, observo un pequeño grupo de chicos hablando animadamente, me trago mi vergüenza y me acerco a ellos.
-¿Disculpen? -Ellos se giran a verme, me miran de pies a cabeza para terminar con una pequeña carcajada. -¿Dónde me registro para recibir dormitorio?
Me indican una oficina, le agradezco con una reverencia, cuando me marcho los escucho estallar a carcajadas, cuando localizo la oficina me toca hacer una larga fila y yo soy la ultima, poco a poco voy avanzando, el lugar es increíble, se queda corto a lo que mi pequeña imaginación se había creado.
-Bienvenida- me saluda una mujer sentada en una silla frente a una pequeña mesa- por favor tu matricula.
Le entrego mis documentos un tanto nerviosa, ella escribe en la computadora y hace un gesto de desagrado.
-Discúlpame ya no quedan habitaciones disponibles, este año han ingresado mas de lo normal, espérame un momento mientras se libre alguna habitación, los maestros están acomodando a los viejos alumnos.
Ella se marcha dejándome sola, no se que voy a hacer si no hay habitación disponible, el dinero que me dieron mis padres es el suficiente para los gastos de un mes, claro racionando comidas, no alcanzaría para alquilar algún departamento por mas barato que sea.
Me siento en la silla vacía que ha dejado, el tiempo pasa y cuando creo que se han olvidado de mi la mujer aparece nuevamente.
-Lo siento, es un desastre, afortunadamente para ti hay una habitación disponible en el área de practicantes- se limpia el sudor con la palma de su mano, se encuentra agitada como si hubiera corrido mucho- allí instalamos a nuestros visitantes extranjeros pero.....no se si te molestaría compartirla.
Mi madre me ha enseñado que no importa como duermas si no lo importante tener un techo sobre ti que te proteja.
-No me molesta en absoluto- digo encogiéndome de hombros.
-Mira lo que pasa es que no solemos mezclar a lo hombres con mujeres- me dice nerviosamente.- Pero la ocasión..... bueno es un chico, su nombre es Min Yoongi y esta en segundo año de la misma carrera que tú, diseño gráfico.
Si me niego tendré que buscar otro lugar y seguramente terminare en la calle, además no creo que sea tan malo ¿o si?
-No importa, quiero la habitación- Digo nerviosa. Jamás había convivido con otro chico que no fuera jimin.
-Genial- dice emocionada- en cuanto se abra un espacio en el dormitorio de chicas podremos hacer el cambio.
Me entrega una llave, le agradezco y me despido, se supone que se encuentra en el edificio L, uno de los mas alejados. Agotada y con sudor en la frente logro llegar, cuando entro me encuentro con chicos mucho mayores que yo.
-El dormitorio de chicas se encuentra en el edificio F- Me indica un chico alto, de mayor edad que yo.
-Lo se pero me han mandado aquí.
Le muestro la llave, el se impresiona pero no dice mas, subo las escaleras hasta el numero de habitación indicado, al parecer es el ultimo del edificio, genial tendré que subir y bajar muchas escaleras.
Meto la llave en el cerrojo, giro la llave y abro la puerta, me adentro, quedo enamorada, el lugar cuenta con una pequeña cocina, una sala de estar y tres puertas, es por eso que aquí se quedan los extranjeros y los mayores, es increíble, se supone que los dormitorios normales son para 4 chicas y solo cuentan con su respectiva cama y escritorio para cada una.
Una de las puertas es abierta, de ella sale un chico mas alto que yo, piel pálida y cabello teñido de rojo, me mira por unos segundos con sus ojos rasgados.
-Hola, mi nombre es Suni- me presento- compartiremos dormitorio.
-Min Yoongi- responde con una voz gruesa y ronca- me acabo de enterar.
Nos quedamos en silencio mirándonos fijamente, analizándonos el uno al otro, es delgado, si mi madre lo viera lo alimentaria con sus mejores platillos.
-Escucha, mientras no interfiramos el uno con el otro estaremos bien, no toques nada que sea mío, ese es el baño- me señala la primera puerta- esta es mi habitación, bienvenida.
Son sus ultimas palabras para volver a entrar a su habitación, es un poco extraño, espero que nos llevemos bien, no tocar nada suyo y no interferir con el, lo tengo anotado.
Me adentro en mi habitación, esta cuenta con una pequeña cama, un pequeño armario y un escritorio, esto es mejor que nada. Comienzo a desempacar mis pocas pertenecías, coloco mi ropa en el armario y lo de aseo la llevo al baño, afortunadamente este cuenta con un mueble de dos puertas, la primera ya cuenta con sus pertenencias así que tomo la segunda puerta, regreso a la cocina, abro el pequeño refrigerador, este se encuentra vacío, meto el jugo que me dieron mis padres.
Me adentro en la habitación nuevamente y me tiro en la cama sin si quiera desempolvarla, estoy agotada y mañana será un gran día.
Antes de dormir le escribo a mis padres para que sepan que llegue bien, obviamente omito decir que comparto dormitorio con un chico, seria demasiado para mi padre.
La alarma suena exactamente a las 5:30, mi primera clase comienza a las 7, salgo de la habitación con ropa en mano y me dirijo al baño, noto que este se encuentra mojado en el área de la regadera eso quiere decir que mi compañero también ya esta levantado.
Me ducho y me arreglo, tendré que buscar un trabajo para comprarme ropa nueva y útiles, para cuando salgo del dormitorio son las 6:30, el tiempo exacto para buscar mi salón.
Me encuentro con un pequeño puesto de frutas y me compro una manzana, ya en mi tiempo libre iré a comprar comida a la cafetería, también debería de surtir un poco la cocina, si cocino yo ahorrare mas dinero ¿debería comprarle algo a mi compañero? No tal vez sea demasiado, recuerda sus palabras, no interferir.