Un ligero movimiento en mi hombro me hizo despertar, era Daryl, le mire un poco somnolienta, me había costado mucho trabajo dormirme y más aún lograr descansar un poco.
—Ya casi es mediodía, deberíamos de irnos ya —dijo, yo me levanté y asentí.
Fui al baño y me lave la cara, apenas salí, Daryl ya estaba listo.
—¿Te lo llevarás? —pregunto mientras miraba el álbum, yo fruncí los labios.
—No está a salvo en Alexandria y tampoco en Hiltop, es todo lo que me queda de mi familia, no puedo arriesgarlo —conteste mientras lo tomaba.
—Pero estará a salvo mientras esté contigo —dijo, lo mire y sonreí.
—¿Sigues hablando del álbum?
—En parte... No te pido que te quedes aquí, porque sé que no quieres, pero yo estaría más tranquilo si tú estuvieras a salvo, siempre.
—Estoy a salvo justo aquí —replique y avance hasta estar frente a él, lo envolvi en un abrazo—, entre tus brazos.
—Vamos a Hiltop.
—Vamos —concorde.
Apenas tomé mis cosas, salimos de la habitación, sin embargo, aunque estaba en mis planes despedirme de Ezekiel, no contaba con el hecho de que iba a estar esperándonos afuera.
—Veo que ya tomaron una decisión, chicos —dijo, nosotros asentimos mientras lo encarabamos.
—Aqui no somos de ayuda para nuestra familia, no podemos quedarnos aquí por más tiempo —conteste.
—Te entiendo. Vanessa, Daryl fue a verme hoy temprano y me contó sobre la inquietud que tienes, así que déjame presentarte a alguien antes de que se vayan.
—¿A quién?
—Acompañame a nuestra enfermería —pidio, yo miré a Daryl, él se veía ligeramente nervioso.
—Ve con él, te espero aquí —dijo, yo negué y lo tomé de la mano.
—Ven conmigo... Te necesito —susurre, él me miró de una manera dulce, por lo que terminó asintiendo.
En silencio, caminamos hasta su enfermería, era más grande que la de Alexandria y estaba más abastecida, eso se lo concedía, pero no parecía una, más bien parecía otra oficina. Apenas entramos, una mujer se giró hacia nosotros, estaba detrás de un escritorio, se quitó las gafas y nos miró con una sonrisa.
—Rey Ezekiel, ¿Así que es ella? Es la viva imagen de Jonathan, aunque no sus ojos, los heredaste de tu madre, ¿No es así? —pregunto ella, yo asentí.
—Asi es, ¿Y usted es..?
—Melanie, es un gusto —se presentó mientras se levantaba y me tendía la mano, se la estreché.
—Un gusto —conteste y miré a Ezekiel—. No entiendo, ¿Por qué me la querías presentar?
—Porque yo fui una de las personas que tu padre rescató, Vanessa... Lamento decir que no lo conocí como me hubiera gustado, solamente lo conocí ese día... Deberás entender que no nos gusta hablar mucho de eso, muchos estuvimos a punto de morir sin su sacrificio —dijo, la miré sorprendida.
Una parte de mí, estaba reacia a creer que fuera cierto el hecho de que la prueba que yo tanto quería estaba delante de mí, la otra simplemente quería creerle para poder partir con la cabeza fría hacia Hiltop, ya que no quería otra distracción en el camino, mucho menos porque iba a ir con Daryl y yo tenía que cuidar su espalda.
—Si quieres conocer a alguien más, puedo ir a buscarlos o si tienes algo que preguntarme, también puedes hacerlo —añadió, yo asentí y me acerque a Daryl, buscando apoyo, él me palmeo la espalda.
—Le agradezco que me contara y confirmara la historia sobre la muerte de mi padre, pero... Bueno, de hecho sí hay algo que me gustaría preguntarle. Tengo un amigo que está en coma desde hace unas semanas y no tenemos medicamento para tratarlo... Sufrió una fuerte contusión en la cabeza, ¿Hay algo que pudiera recomendarme? —pregunte, todos en la habitación me miraron sorprendidos por mi cambio radical de tema, sin embargo, se abstuvieron de comentar algo.
—Puedo prepararte unos medicamentos, si el Rey está de acuerdo —respondió y miró a Ezekiel.
—Lo que sea para la hija de Jonathan —dijo, ella asintió y comenzó a moverse por el consultorio.
En menos de quince minutos, ya estábamos en la entrada del Reino. Una pequeña caravana nos había escoltado, incluído Ezekiel, apenas abrieron las puertas, me giré hacia él.
—Aun puedes cambiar de opinión —dijo mientras me extendía la mano, yo sonreí y se la estreché.
—No, aún tú puedes cambiar de opinión, Ezekiel... De hecho, espero que lo hagas y que no tenga que pasar lo que a Rick para darse cuenta de cuán grave es nuestro problema.
—¿Qué le sucedió?
—Él fue y asesinó a más personas dentro de Alexandria... Este es el legado de mi padre y quisiera decir que lo voy a defender, pero no puedo, no es mi hogar y aunque estas personas me agradan, no son mi gente... Entiendo porque no quieres ir a la guerra, tienes mucho que perder, pero si no luchamos por lo que tenemos ahora, ¿Por qué luchamos entonces? ¿Por qué seguimos vivos? —le pregunte en un susurro—. Si luchas con nosotros, estaremos luchando por nuestro futuro, mi gente será tu gente y tu gente, mi gente.
—"Porque quien luche hoy a mi lado se convertirá en mi hermano" —recitó Ezekiel, había entendido mi referencia a una cita que le gustaba a mi padre, asentí.
—Por cierto, no le digas a Carol nada... No sé si Morgan ya te lo dijo, pero ella es de los nuestros, es mi familia y la conozco lo suficiente como para saber que ya está harta de la guerra como para volver a matar, que viva cerca de ustedes, que esté sola sin estarlo completamente y si morimos, no se lo digas tampoco, porque sería capaz de buscar venganza ella sola... —dije y comencé a alejarme—. Adiós, Rey Ezekiel, deseo que viva una vida larga —me despedí y me giré, Daryl me veía con un gesto curioso.
—¿Que fue todo eso? —pregunto en cuanto nos alejamos lo suficiente, yo sonreí y le guiñe el ojo.
—Digamos que le he aprendido un par de trucos a Merle, a esto le puedes decir chantaje —respondí, él sonrió.
—¿Crees que funcione?
—A estas alturas no lo sé... ¿Qué crees que haya pasado durante nuestra breve ausencia?
—Espero que nada malo... Vanessa, sobre tu padre...
—Tienes razón, no te agradecí lo que hiciste —dije y tomé su mano, se la estreche con cariño—. Sabías cuánto quería saber la verdad y cumpliste tu promesa, aunque aún no estoy del todo convencida, creo que esto es lo que necesito por el momento, si vivimos más allá de este problema, te aseguro que voy a sacarle la verdad a Ezekiel algún día, pero por ahora esto está bien.
Con una sonrisa, le miré, sin embargo, su semblante se veía extraño, como si se estuviera torturando, le apreté un poco más la mano, lo suficiente para que me mirara.
—¿Estás bien?
—Solo si estoy contigo —contesto, robándome una sonrisa.
Llegamos sin ningún contratiempo a Hiltop, la única desventaja fue que lo hicimos de noche, para nuestra fortuna Maggie y Sasha estaban haciendo guardia, así que bajaron a abrirnos.
—¿Sucedió algo? —pregunto Maggie, nosotros negamos.
—No podíamos quedarnos a salvo allá —respondí y la abrace—. Tengo medicinas, podrían hacer despertar a Glenn.
—¿Qué? ¿En serio?
—Sí, vamos —conteste, ella asintió muy conmovida.
Con Daryl y Sasha siguiéndonos, llegamos a la enfermería. Enid cuidaba a Glenn, le estaba leyendo un libro, sonreí en cuanto vi la imagen, pues estaba segura de que dentro de poco esta sería la misma, aunque invertida, pues Glenn cargaría a su pequeño y le leería un cuento para hacerlo dormir.
—¡Vanessa! —me llamo feliz Enid en cuanto me reconoció—, ¿Sucedió algo malo?
—¿Tiene que suceder algo malo para que extrañe a mi familia y quiera volver con ellos? —le cuestione mientras la abrazaba, ella negó.
—Es bueno verte —dijo al fin, yo le sonreí y acaricié su cabeza.
—Lo mismo digo, bien, necesito su ayuda, tal vez pueda hacer despertar a Glenn, ya que el doctor Carson prácticamente lo indujo en un coma, creo poder desarrollar despertarlo.
Sobra decir que a causa de mi noticia, estaban más que felices todas las chicas reunidas. Mientras me preparaba para tratar a Glenn, me enteré de que Rosita también había venido a Hiltop, aunque no estaba segura de cuál era su motivo, sabía que era mejor no preguntar o por lo menos no hasta atender a Glenn.
Siguiendo el consejo de la doctora del Reino, le puse una intravenosa a Glenn y luego le inyecte el medicamento, en menos de media hora ya estaba fluyendo a través de él.
—Puede tardar horas o días —le avisé a Maggie luego de revisar el pulso de Glenn, tal vez era mi imaginación, pero se había fortalecido.
—No sé cómo podré pagartelo, Vanessa...
—No es necesario, Maggie, es Glenn de quien hablamos... Sé que mi deuda de vida con él la pagué hace mucho tiempo, pero es muy cierto eso que dicen que nadie sabe el valor de una vida... No importa qué haga por él, nunca será suficiente como para agradecerle que se haya llevado a todos los caminantes que estaban a punto de atacarme... Además, si no hubiera sido por lo que pasó esa noche, él estaría bien —añadí en un susurro.
—Él estaría muerto si tú no hubieras intervenido...
—No hablemos más de ello, Maggie, ya no importa —la corte y le puse una manta en los hombros—. Descansa un poco, iré a buscar a Daryl.
—¿Sucedió algo en el Reino con él? Lo notó extraño.
—Casi mata a Carol por seguir los planes de un loco para convencer a Ezekiel de ir a la guerra —respondí, ella asintió.
—No lo dejes solo... Carol era muy amiga de ustedes dos y ahora con Merle lejos, eres lo único que tiene —comentó, yo asentí.
—Lo sé, diablos, hasta yo extraño al calvo y eso que lo ví hace unos días... Bien, me iré, descansa —repetí y salí de la enfermería.
No muy lejos de ahí, estaban Sasha y Rosita hablando con Daryl, me acerque a ellos.
—¿Sucede algo? —pregunte, ellas miraron a Daryl, como si le pudieran permiso para contarme.
—Esto con Negan se tiene que acabar ya —respondió él—. Todos estamos en riesgo mientras él sigue afuera.
—Eso no es nada nuevo, pero ¿qué plan tienen? No somos suficientes ni tenemos armas.
—Rick hizo un trato con un grupo que encontró en un basurero, a cambio de armas y latas de comida, nos ayudarán, son numerosos, pero nada garantiza que vaya a estar presente Negan cuando ataquemos —reflexiono Sasha.
—Se que es arriesgado, pero a estas alturas, ustedes ya saben del interés particular que tiene en mi, tal vez yo podría...
—Eso no está a discusión —me cortó de inmediato Daryl, lo miré con cariño.
—Si algo sale mal, lo asesinó de inmediato...
—No te quiero cerca de ese sujeto, Vanessa, ¿Recuerdas cómo te golpearon sus hombres? Aún tienes los cardinales en tu cuerpo, por si ya lo habías olvidado —dijo, las chicas nos miraron incómodas.
—Sasha, ven —hablo de repente Rosita, la aludida asintió en respuesta y se alejaron, yo miré a Daryl.
—Dijimos que ya no nos íbamos a separar, ¿Lo olvidaste también? —pregunto, yo lo miré con un poco de cansancio.
—Daryl...
—¿Qué pasa si ahora sí te asesina?
—Daryl... —repetí mientras ponía mi mano en su hombro.
—¿Qué haré sin ti, Vanessa? —me cuestionó finalmente, yo le sonreí con tristeza.
—Ven aquí —dije y lo atraje hacia mí para abrazarlo—. Entiendo que estés preocupado y que también tengas miedo, pero es problema de todos y si yo puedo servir de carnada para atraerlo, lo haré.
—Él también me quiere a mí, yo lo puedo hacer.
—Pero él solo frenaría su arma frente a mí, lo sabes... Daryl, eres todo lo que tengo, de toda la familia, eres al único al que le confiaría mi vida sin dudarlo, bueno, a ti y a Merle —añadí, de verdad extrañaba a mi cuñado—. No sufras, de todos modos, de aquí a que tengamos todos los preparativos listos puede pasar mucho tiempo y tal vez se nos ocurren otros planes.
—No te puedo perder... —susurro contra mi cabello mientras me abrazaba y depositaba un beso en mi coronilla.
—Aqui estaré siempre para ti —dije y le miré, luego le di un beso en los labios—, tú cuidas mis espaldas, yo cuido las tuyas, somos un equipo, ¿No?
—Vanessa... Cuando todo esto termine, debo de decirte algo muy importante.
—¿Qué? —pregunte confundida y le miré—, no será que ahora me quieres como amiga, ¿O sí?
—¡Por supuesto que no! —contesto de inmediato—, tengo planeado hacerte una mujer de bien en algún momento.
—Sin amenazas, Dixon —bromee mientras tomaba su cara y lo hacía mirarme—, ¿Es malo?
—Cuando todo termine, te lo diré... Pero necesito que no pienses en nada más cuando lo haga, así que tiene que esperar, ¿Me comprendes? —pregunto con un dejo de dolor, yo lo miré, tal parecía que él iba a sufrir más que yo con el silencio de aquello, así que preferí no presionarlo.
—Confío en ti —susurre en respuesta y lo volví a besar—. Sea lo que sea, sé que sabes qué es lo mejor... Te amo, Dixon.
—Te amo, Stride —contesto y volvió a besarme.
Sin embargo, cuando el beso subió de intensidad, nos tuvimos que apartar un poco jadeantes.
—Maldita abstinencia en la que nos has metido, Daryl —me quejé mientras lo agarraba de las solapas de su camisa.
—Prometí que te iba a enseñar otras formas de estar juntos... —susurro contra mi oído, provocando que mi piel se erizara.
—Todos están fuera, tenemos el camper para nosotros —lo apure mientras lo tomaba de la mano, él sonrió y se dejó conducir.
Rápidamente llegamos al camper de Jesús, aunque no fuera nuestro y en parte estuviera un poco mal, no podía negar que extrañaba a Daryl en ese sentido, el estar en el Reino, llena de presiones y de más, me había terminado por estresar, además de quitarme un poco las ganas, pero ahora, con un panorama nuevo ante nuestros ojos, la situación parecía mejorar.
Apenas entramos, cerramos la puerta con seguro, de inmediato reclamé los labios de Daryl mientras lo recostaba en el pequeño sofá que solíamos utilizar de nuestra cama, de inmediato subí a horcajadas encima de él, quien rió contra mis labios a causa de mi urgencia.
—He creado un monstruo —se burló, yo mordí levemente su labio y luego me aleje.
Me quite la blusa y el brasier, él me miró completamente embelesado, levantándose un poco, reclamó mis pechos con su boca, succionándolos y mordiéndolos de vez en cuando, era un martirio tener que sofocar los gemidos que este hombre me estaba provocando y cuando bajo sus manos hacia mi feminidad, la tortura solo aumento.
—De verdad te quiero dentro de mí —susurre contra su oído, él gruño en respuesta, estaba poniendo a prueba su resistencia.
—No sigas por ahí —pidió, debía de admitir que en este momento, él era el más sensato de ambos.
Entre besos y caricias, logré abrirle la camisa y besar su pecho, hasta que llegue a su cinturón, con algo de prisa lo desabroché y le baje el pantalón junto con la ropa interior, él me miró mientras se arqueaba de placer. Dudosa de seguir o no, me deje llevar por la situación del momento, no es que fuera una experta en la materia, pero tenía una cierta noción sobre cómo hacerlo, tomé su miembro y lo introduje lentamente en mi boca, Daryl tomo mi cabeza y comenzó a guiarme, además de que con la otra mano, se dedicaba a pellizcar mis pezones completamente endurecidos.
Habré estado así un par de minutos, hasta que él mismo me alejo.
—Es tu turno —dijo mientras terminaba de quitarse la ropa y me desnudaba completamente.
En menos de un minuto, ya tenía su cabeza entre mis piernas, haciéndome disfrutar de una manera indescriptible, tenía que morder mi dedo para evitar gemir sonoramente, sin embargo, uno que otro gemido se me escapó cuando comenzó a introducir sus dedos dentro de mí.
—Daryl... Te necesito a ti —le especifiqué.
—Es mucho riesgo —contesto con dificultad, sin embargo, como si se le ocurriera una idea, se posicionó arriba de mí.
—¿Qué vas..? Oh... —no hizo falta preguntar más cuando lo sentí.
De este modo no me estaba penetrando, pero sí lo tenía ubicado entre mis labios, acariciando con la cabeza de su pene mi clítoris. Comenzó a frotarse contra mí y silenció nuestros gemidos con un beso muy apasionado. Continuamos así por mucho tiempo hasta que gozosa termine por correrme de esa manera, Daryl me alcanzó apenas unos segundos después, sin embargo, con ello había terminado por dejarme caer su semen en mi vientre.
—Necesitamos condones urgentemente —dije satisfecha, él asintió mientras me besaba el pecho con amor.
—Y más intimidad, ya quiero volver a casa.
—También yo, Daryl... —conteste mientras buscaba con qué limpiarme.
Y como si fuera prueba de que necesitábamos más intimidad, de repente tocaron a la puerta.
—Vanessa, Daryl, ¿Ya terminaron? Necesito pasar por unas cosas —dijo la voz de Paul.
Miré con una gran vergüenza a Daryl, él me sonrió claramente apenado.
—Creo que este es el karma que tenía pendiente por burlarme de Maggie y de Glenn en la torre —comento, yo asentí y sonreí.
—Ni que lo dudes... ¡Ya casi! —le grite en respuesta a Paul mientras comenzaba a vestirme.
Ahora sólo tenía un pendiente, ¿Cómo lo vería a la cara?
Y bien, justo ahora quiero dejarles un pequeño adelanto de la siguiente novela que haré cuando acabe esta, esa sí estará basada desde la temporada 7 en adelante, con un pequeño guiñó a las otras, pero muy chiquito, la verdad me gustaría que me dijeran qué opinan, también de la portada, mi querida Ahre me la hizo desde hace tiempo, pero apenas la pude poner, hermosa, no? Bien, vamos con el pequeño adelanto.
—No, no puedes dejarnos solas aquí —le reclamé mientras iba tras él, lo sujete de la chaqueta de cuero antes de que saliera de la cabaña.
—Tengo que hacerlo, aún tengo un pendiente, volveré —prometio y abrió la puerta, yo la volví a cerrar.
—No, ¿A quién vas a traer? Porque no te creo que todo esto lo estés haciendo por ser el bueno del cuento, ese no era tú, yo te conozco, tú...
—¡Ya lo sé! —grito interrumpiéndome—. Ya sé que te jodí la vida, incluso más de lo que este mundo podía y no sabes cuánto lo lamento, pero cambié, estar encerrado me cambió, Meredith, pero por favor, tienes que creerme.
—No puedo, Negan, ya no, cada hombre en el que confio, me decepciona, aún cuando no espero nada, logran hacerlo.
—¿Y crees que yo soy como Daryl? —pregunto en burla, yo reprimí el impulso de querer golpearlo.
—Entonces ¿A dónde irás?
—¿De verdad quieres saber? Voy a matar a Alpha, hice un trato con Carol, yo la mató y ella se los hace saber a todos ustedes, así me aceptan, pero necesito que tú te quedes aquí y cuides a Lydia, te prometo que volveré, creeme...
—Yo...
—Por favor, Mer... —pidio mientras me tomaba de las mejillas—, de todas las personas que quedan en el mundo, tú eres la única que debe creerme... Por favor —repitio, levanté la vista y él me devolvió la mirada, luego presionó ligeramente sus labios contra los míos—. Volveré por ustedes, espero que no haya problemas aquí, revise la zona, es segura.
—Pero yo no tengo con qué defendernos si algo sucede, perdí mis armas en Hiltop —dije, él suspiró y me soltó, luego tomo a Lucille, que estaba recargada a un lado de la puerta.
—Tómala —me indico mientras la ponía entre mis manos—, las va a proteger... Cuídate.
—Negan...
—No digas nada... Pero, si algo sale mal, perdóname, por todo —dijo y salió.
Debía de admitir que algo en mi corazón dolió al verlo caminar, así que fui corriendo detrás de él y apenas se giró, pues escuchó mis pasos, lo rodee en un abrazo y reclamé sus labios.
—Te estaré esperando —susurre mientras lo soltaba y lo dejaba ir.
Bien, pues hasta aquí, esa es la idea, les gusta? Será algo así como o Daryl o Negan, en serio que ni yo sé con quién se va a quedar, estará interesante, pero la comenzaré a publicar cuando ya vaya a terminar esta, en fin, chaíto y de corazón espero que con esta pandemia, ustedes mis adorad@s lector@s se encuentren sanos o en recuperación, mucha luz y bendiciones para todos, van a ver que salimos de esta y de lo que haga falta, les amo mucho!!!