—Entonces tu eres la hija de Jonathan —dijo la señora a la que estaba ayudando.
Apenas había amanecido, Daryl y yo nos separamos, él iría con uno de los hombres de Ezekiel a tratar de poner una especie de trampa para que El Reino fuera a la guerra con nosotros, no sabía de qué se trataba y de todos modos, Daryl no quería que me viera muy involucrada, así si las cosas salían mal, yo lo podría ayudar a salir del apuro. Por otro lado, yo había estado cerca de una hora tratando de averiguar más sobre mi padre, debía de admitir que mientras más pensaba el asunto, menos creía que Negan no recordara el rostro de mi padre, si él fue uno de los hombres con los que tuvo tratos.
—Sí, soy yo, Vanessa —me presente, la mujer me sonrió.
—Es sorprendente el parecido que hay entre tú y tu padre, él se enorgullecía de eso, tenía una foto de ti de pequeña, siempre nos la mostraba, aún sigues siendo muy bonita —comento.
—Le agradezco, la verdad, no sabía que mi padre me había estado buscando, supongo que fue una tragedia para todos cuando murió —dije y la mire, me dirigió una mirada significativa, estaba segura de que ya sospechaba mi cometido.
—Por supuesto que lo fue, gracia a él, el Rey Ezekiel pudo edificar este lugar y lograr que muchas personas sobrevivieran, mi hijo incluído —relato, yo la mire confundida.
—Me han mencionado algo de su muerte, pero aún no entiendo, ¿como sucedió? ¿lo sabe usted acaso?
—Se lo que el resto, salieron en una expedición, se toparon con muchos muertos y tu padre los alejó, fue nuestro héroe... No, lo sigue siendo. Era un gran hombre, Vanessa, deberías de estar muy orgullosa de ser su hija.
—Lo estoy —conteste con sinceridad.
La verdad era que, luego de ver las cosas que mi padre había hecho por mí familia, aunque no tuviera la certeza de que todavía estuviéramos vivos, me habían hecho cambiar de parecer y de sentir con respecto a él. Claro que aún me afectaban todos los años que pasó alejado de nosotros, pero ya no le guardaba rencor por ello.
—Bueno, gracias por todo, pero debo de irme —me excuse y salí del comedor.
Camine sin un rumbo fijo por El Reino, hasta que termine llegando de nueva cuenta a la tumba de mi padre, sin mucho que hacer, le cambié las flores que tenía y me quedé sentada un rato enfrente de él.
—Estoy segura de que si estuvieras con vida, me habrías apoyado en esta loca decisión de ir todos en contra de Los Salvadores, aunque supieras que es algo estúpido y arriesgado, también sabrías que es lo correcto... Papá, ayúdame a convencer a Ezekiel de que deshacernos de los Salvadores es necesario... Yo ya estoy en la vista de Negan y tengo miedo, pero no de lo que pueda hacerme si me encuentra, sino de lo que le haría a Alexandria por ello y a Daryl... Yo no lo puedo perder, verdaderamente es todo lo que me queda... podría perder a todas y cada una de las personas a mi alrededor, pero no a Daryl, si lo pierdo, me pierdo a mí misma... La última vez que me sucedió, estuve a punto de pegarme un tiro, estoy segura de que si vuelve a suceder, nada me detendrá —le dije, tal vez sonará loco, pero fue muy liberador hablarle a su tumba.
—Vanessa —me llamo una voz a mis espaldas, apenas me gire, vi a Morgan avanzar hacia mi.
—¿Sucede algo?
—Eso mismo te iba a preguntar, una mujer acaba de ir con Ezekiel y le dijo que habían tenido una charla poco usual, ¿tratas de convencer a las personas que vayan a la guerra? —pregunto y se puso a mi lado—, ¿crees que tu padre hubiera querido eso?
—Morgan, con todo respeto, ninguno de nosotros lo conoció tanto como para saber qué hubiera querido, pero estoy segura que, de haber sido el caso, me hubiera apoyado, más aún sabiendo lo que Negan podría hacerme si me atrapa... Pero descuida, yo no hable de eso con la mujer —le tranquilice.
—Entonces, ¿de qué hablaron? —inquirio y se hincó a mi lado.
—Aqui hay gato encerrado... Siento que la muerte de mi padre tiene mucha relación con aquello de que le resulto familiar a Negan, dicen que él ayudó a hacer los tratos de entrega con los Salvadores, pero hasta ahora he visto que Negan no presencia esas entregas, ¿o aquí con ellos sí lo hace? —le pregunté y lo miré, él negó.
—No, yo ya los he acompañado, vienen sus subordinados, al igual que en Alexandria —contesto.
—Negan sí va a Alexandria, pero lo hace para joder a Rick, aquí adentro nadie sabe de los Salvadores, me he dado cuenta de ello, además Ezekiel lo dijo, los Salvadores no cruzan sus muros, entonces ¿como conoció Negan a mi padre? —le cuestione.
—¿Crees que Negan pudo haber asesinado a tu padre? —pregunto, la sangre se me congeló en las venas, pues era la pregunta que había estado evitando hacerme desde ayer.
—Ezekiel dice que no, que mi padre se alejó, como un héroe, con toda una manada de caminantes siguiéndolo, para que así la gente, que iba con ellos, llegara al Reino, pero hasta ahora no encuentro a nadie que haya sido rescatado durante la misión que le costó la vida a mi padre —le conté.
—¿Y por qué Ezekiel te lo ocultaria?
—¿Para no darme una razón para persuadirlo de ir a la guerra? ¿para evitar que vaya en persona a matar a Negan? Las posibilidades son demasiadas, Morgan, y yo soy muy impredecible.
—O tal vez, luego de escucharte, lo hace para mantenerte a salvo... Pero, de todos modos, la guerra no es la solución, Vanessa, eso deberías de saberlo.
—Lo único que sé, es que no voy a soportar esta incertidumbre y si mi creciente curiosidad molesta a Ezekiel, no tengo problema con irme de aquí. Daryl y yo podremos ocultarnos, tal vez volvamos a Hiltop, tal vez a Alexandria, eso es lo de menos... Lo único verdaderamente importante es deshacernos de los Salvadores —dije con muchos seguridad, él miró la tumba de mi padre con nostalgia.
—Si sigues por ese camino, tal vez pronto te encuentres con tu familia —comento en un susurro.
Yo me levanté a la defensiva y le mire con el ceño fruncido.
—¿Eso crees? Porque creo que no eres la mejor persona para decirme eso, digo, tú ya estuviste en mi posición, sin una sola persona en el mundo que te importe, la primera vez que me sucedió, pensé en pegarme un tiro, ¿Tú qué hiciste? ¿Debo de recordartelo? —le pregunté en burla y camine hasta estar frente a él—. No pienso volver a llegar a esa situación, esta vez, si pierdo a mi familia, los voy a acompañar, no lo dudes, pero primero escoltare hasta el infierno a todos y cada uno de los bastardos que les hayan quitado la vida, no lo dudes, y si quieres, puedes ir y decirle a Ezekiel lo que te dije, es cómoda tu situación, ¿No? Lejos de los problemas de Alexandria, escondido en estos muros... Qué envidia, Morgan, qué envidia —dije y lo dejé ahí.
Con un humor de los mil demonios, volví al cuarto que nos habían cedido, me di una ducha rápida y me cambié de ropa. Apenas estuve lista, salí y fui directo al campo de tiro, donde acapare tres blancos para practicar mis tiros simultáneos, si no íbamos a tener ayuda de mucha gente aquí, necesitaría todo el talento del mundo para cargarme a cuántos Salvadores pudiera llegado el momento.
En breve, tuve un montón de público a mi alrededor, pasadas unas horas, estaba exhausta, pero no quería parar, aunque el sol estuviera a punto de ocultarse y mis dedos sangraran, debido a la aspereza de las flechas, pues justo ahora esto era lo único que tenía para desconectarme de todo el asunto de los Salvadores y de Negan.
—¿Por qué haces eso? —pregunto una voz infantil a mi lado, me gire y ví a un niño pequeño, si no recordaba mal, era el chico que vivía con Ezekiel en su casa.
—¿Hacer qué?
—Lastimarte, estás sangrando —observo, yo bajé el arco, gotas de sangre cayeron al piso.
—Necesito prepararme —conteste, a mi alrededor había algunos guardias de Ezekiel, por lo que decidí no comentar nada de los Salvadores.
—¿Vas a luchar contra los monstruos de allá afuera?
—Sí, con todos y cada uno de los monstruos que hay afuera, debes de entender que... No, olvídalo —me corregí, justo ahora me sentía un poco mareada, tal vez había perdido más sangre de la que creía.
—¿Es por que soy pequeño?
—¿Qué? —pregunte confundida.
—Que no me dices nada porque soy pequeño.
—Tienes toda la razón, por eso no te digo nada —conteste y fruncí los labios.
Tal vez Ezekiel piensa lo mismo, que soy joven y por eso no puedo pensar con claridad.
—Anda, vete ya —le ordene, él hizo un puchero, pero terminó haciéndome caso.
En cuanto se fue, comencé a vagar sin un rumbo fijo por El Reino, le robe una manzana de su jardín a Ezekiel y comencé a comerla, en poco tiempo, terminé frente la casa de este, quería entrar y encararlo, pero, ya que lo había pensado bien, si recibía la respuesta que quería, estoy se tornaría muy personal y podría llevarme a errar, aunque, si era una negativa, no tendría con qué presionar a Ezekiel para ayudarnos.
Con un suspiro de derrota, volví sobre mis pasos y terminé llegando a donde estaba Shiva, sin embargo, antes de entrar, escuché un par de voces, eran Ezekiel y Daryl, no alcanzaba a oír mucho de lo que decían, solo llegue hasta el final.
—Por cierto, ¿Has visto a Vanessa? La he estado buscando, pero no la encuentro —le preguntó Daryl.
—Ella es como su padre, un espíritu libre, bondadoso y muy inquieta, de seguro andará por ahí. Veo que ninguno de ustedes se siente cómodo aquí.
—¿Puedes culparnos? No estamos de vacaciones, nuestra familia está en peligro y nosotros solo estamos siendo más que inútiles aquí.
—¿Se irán?
—No quiero que ella corra riesgos, admito que aquí está a salvo y eso es lo que más quiero, pero irnos... No, no puedo exponerla, pero tampoco puedo dejarla.
—Si lo haces, aquí estaría a salvo, yo la cuidaría por ti.
—No —contestó de inmediato Daryl, yo sonreí por la decisión y firmeza en su voz—. No pienso apartarme de ella otra vez, ya nos ha ocurrido y solo estamos mal, si me voy, ella viene conmigo y estará a mi lado, tan cerca como haga falta para que pueda cuidarla.
—Jonathan estaría orgulloso de llamarte hijo y muy feliz de que su hija hubiese encontrado a alguien como tú, Daryl... Bien, me iré, buenas noches —se despidió y salió.
Yo me oculte de él, en cuanto desapareció, entre donde estaba Daryl. Apenas notó mi presencia, se levantó y fue hacia mí.
—¿Dónde estabas? —preguntó y acarició mi rostro.
—Ya no quiero estar aquí, Daryl —conteste, él abrió los ojos.
—¿Pasó algo?
—Nada, pero ya no puedo... Hay que volver a Hiltop o a Alexandria... No puedo permanecer aquí ni un solo segundo más.
—Vanessa —susurro y tomó mis manos—, ¿Qué rayos te pasó? —pregunto mientras acariciaba mis dedos y frotaba la sangre seca que estaba en mis palmas y mis dedos.
—Estuve practicando con el arco, pero creo que me exigí demasiado.
—Vamos a curarte, una infección es lo que menos necesitamos aquí —dijo.
Asentí y comenzamos a caminar hacia la habitación, fuimos directamente al baño. Daryl abrió la llave del lavabo y dejó que el agua corriera, con cariño y cuidado, metió mis manos en el agua tibia y limpio la sangre, las heridas no eran profundas, pero aún así me ardían. Después de asearme, las seco con cuidado y me puso algo de alcohol y cinta, durante todo el proceso lo noté demasiado callado.
—¿Qué sucedió en la expedición? Te noto extraño —dije, él me miró y frunció los labios.
—Se trataba de Carol... Carol es la persona a la que Ezekiel le tiene cariño, estuve a punto de preparar una trampa para asesinarla con tal de ir a la guerra —contesto, yo lo miré sorprendida
—¿La viste? ¿Hablaste con ella? —pregunte, él asintió.
—Sí, le dije que estábamos aquí... Pero tuve que mentirle con respecto a los Salvadores, ella ya no quiere asesinar y la entiendo, fue lo que te pasó hace un par de semanas, pero ella está peor.
—Sí, desde que estaba en Alexandria la noté extraña, ¿Qué le dijiste con respecto a los Salvadores?
—Que hicimos un trato con Ezekiel y que, como me enteré de que estaba ahí, fui a verla. Para distraerla le conté la historia de tu padre y este lugar, ella ya había oído hablar a la gente de tu padre.
—Por favor, no hablemos de mi padre, Daryl... En parte, él es una de las razones por las cuales quiero marcharme —confese mientras salíamos del baño e íbamos a la cama.
—¿Qué sucedió?
—Creo que... Que Negan lo asesinó y que Ezekiel no me lo va a decir, porque sabe que será solo un punto más en mi lista para ir y acabar con él de una vez por todas.
—¿Quieres que yo le pregunté?
—¿Lo harías?
—Haría lo que fuera por ti, Vanessa, lo sabes... Y si ese fue el caso, te aseguro que acabaremos con Negan y todos aquellos que son como él —dijo y beso mi sien.
—Daryl... Te amo —susurre y lo abracé, él me devolvió el abrazo mientras nos acostabamos en la cama.
—Y yo a ti... Trata de dormir un poco, nos iremos en cuanto amanezca, será un viaje largo por el bosque, pero será mejor, así no llamaremos la atención de manera innecesaria, yo tampoco me quiero quedar aquí.
—¿Y qué haremos después?
—Iremos a Hiltop y esperaremos las instrucciones de Rick, prepararemos a la gente lo mejor que podamos y tendremos que esperar lo mejor, no puedo prometerte que ganaremos la guerra, no ahora como estamos, pero sí te prometo que haremos lo que esté a nuestro alcance para sobrevivir un día más —respondió y me abrazó.
Tarde en dormirme y puedo decir que Daryl también, sin embargo lo conseguimos, esta sería nuestra última noche en El Reino.
Apenas amaneció, Daryl abrió los ojos, a su lado, hecha un ovillo, estaba Vanessa, la resequedad en sus mejillas le indicaba que había estado llorando mientras dormía. Con cuidado, la dejo recostada en la cama y se levantó, apenas se alistó, salió para buscar a Ezekiel.
Su búsqueda no le tomó demasiado tiempo, ya que Ezekiel estaba en su jardín, arreglandolo.
—Ezekiel, quiero hablar contigo —dijo, él se giró con una sonrisa y camino hacia Daryl.
—Vaya, despertaste temprano, dime ¿En qué te puedo ayudar? —pregunto de manera amable.
—Vanessa y yo nos vamos, volveremos a Hiltop hoy —anuncio, Ezekiel lo miro sorprendido.
—Vaya, pensé que estabas de acuerdo en que se quedara aquí más tiempo, incluso tú...
—Yo ya no quiero estar aquí y... Ella tampoco, ayer finalmente me lo dijo, estuvo llorando dormida, hace tiempo que eso no le sucedía, no podemos seguir aquí.
—¿Qué le sucede? —le cuestionó alarmado.
—Dime la verdad, te voy a dar una oportunidad, ¿Cómo murió el padre de Vanessa? ¿Qué le sucedió realmente a Jonathan?
—Daryl...
—Vanessa no es tonta y tú tampoco eres muy hábil para inventar cuentos, tal vez tu gente te haya creído esta farsa del Reino y que no hay peligro fuera, pero ella no, así que dime la verdad, ¿Cómo murió Jonathan Stride? —pregunto con firmeza Daryl.
Ezekiel le miró y luego a su alrededor, cuando se aseguro de que no había nadie que lo escuchará, le hizo un gesto a Daryl para que se acercara, él lo hizo y se cruzó de brazos.
—Lo haré, te lo diré, pero solo te tengo una condición, no se lo puedes revelar a Vanessa, por su bien, tiene el temperamento de su padre y... Ya ví morir a mi amigo, no puedo ver morir a su hija.
—No lo haré, si atenta contra ella, de lo contrario, le diré la verdad —replico, Ezekiel suspiró, pero terminó asintiendo.
—La conoces más que yo, tú sabras... Verás, Jonathan sí murió en una expedición en el bosque, pero no fue por rescatar sobrevivientes, fue por Negan —le reveló en un susurro, Daryl se sorprendió, aunque no tanto, Vanessa era la única de los dos que casi nunca se equivocaba y en esta ocasión no había sido la excepción—. Ese día salimos en una expedición para buscar suministros, aunque ya era el Rey Ezekiel, gracias a los cuentos que Jonathan contaba, salía de vez en cuando con él y sus hombres, Jerry era parte de ellos...
—¿Qué sucedió con Negan?
—Salimos de una ciudad, habíamos estado buscando sobrevivientes, especialmente a su hija, nunca perdió la esperanza de encontrarla... Apenas nos internamos en el bosque, escuchamos ese maldito silbido —dijo y lo imitó, por supuesto que Daryl lo reconocía, el día que Abraham murió, lo había escuchado muchas veces—. Pronto nos rodearon, uno de los hombres de Negan iba a la cabeza, trataron de razonar con nosotros... Le dije a Jonathan que lo intentara, querían conocer el Reino, acompañarnos, pensé que accedería, pero no fue así, no quería que pusieran un pie dentro del lugar que había construido para su hija, así que a un par de pasos, saco su arma y asesinó a ocho hombres, incluído al que habló por Negan.
—Pero dices que fue Negan el que lo asesinó, ¿Cómo? —le cuestionó confundido, Ezekiel asintió.
—Seguimos nuestro camino y volvimos a oírlo, de pronto, el eco de un disparo se escuchó, pero fue muy potente, ocho de los hombres de Jonathan estaban en el piso, muertos, tratamos de buscar al enemigo, pero de inmediato al menos treinta hombres nos rodearon... Solo quedábamos cinco, nos hicieron arrodillarnos y entonces Negan apareció. Nos dijo sus reglas, que debíamos de servirle, que apartir de ese día nosotros le pertenecíamos, pero que, ya que habíamos iniciado con el pie izquierdo, nos contaría las reglas del juego, él asesinaría con Lucille a uno de nosotros, por supuesto que Jonathan no se quedó callado, le habló del Reino, de lo que teníamos, le dijo que podíamos cumplir con cualquier petición que nos hicieran, de manera exacta y que nunca le fallariamos.
—¿Y qué salió mal?
—Que Jonathan era Jonathan, y aunque cediera en ese momento, algún día iba a ir en contra de Negan. Él aceptó el trato, incluso aceptó no entrar al Reino, permitirnos seguir con la fachada de una comunidad pacífica, sin embargo, nos recordó que debía de asesinar a uno de nosotros para cerrar el trato, comenzó a cantar una canción infantil, sin embargo, Jonathan se levantó y luego se arrodilló frente a Negan. "Ambos sabemos que me vas a escoger a mí por lo que hice, solo no les hagas daño al resto y cumple tu promesa" —recito Ezekiel, sus ojos lagrimeaban—. Negan le sonrió mientras le sostenía la mirada, las últimas palabras de Jonathan fueron "búscala y cuídala", sabía que se refería a Vanessa y que me lo pedía a mí, sin embargo, no dije nada y solo ví cómo le deshacían la cabeza a mi amigo a batazos. Ahora, Daryl, dime, si estuvieras en mi lugar, ¿Se lo dirías a Vanessa? ¿Dejarías que ella supiera la verdad y tuviera un motivo más personal para arriesgar su vida e ir contra Negan?
—… No —contesto finalmente Daryl luego de pensarlo, por supuesto que no lo haría, conocía a Vanessa lo suficiente como para saber que ella escaparía, entraría al Santuario y mataría a Negan con sus propias manos, todo para vengar a su padre.
—Daryl, yo hice lo que debía, cuide el lugar, respeté mi trato con los Salvadores y busqué a Vanessa, todo eso desde que mi amigo murió hace nueve meses. Es casi un milagro que ella haya cruzado las puertas del Reino por su propio pie y ahora que finalmente la conozco, no quiero que nada le suceda, por Jonathan la quiero como a una hija, no puedo verla morir por la misma persona que asesinó a su padre, por eso es que no planeó apoyarlos, no si eso significa su muerte y la muerte del sueño de su padre, lo lamento, Daryl —se disculpó y puso una mano en su hombro.
—Aun si tu apoyo, lo haremos. Ya Vanessa te lo ha dicho, Negan tiene un arma apuntando a nuestra cabeza, yo también la voy a proteger, pero no desde un muro, estaré a su lado, pase lo que pase...
—Son bienvenidos cuando lo deseen —dijo, él asintió, sin embargo, antes de volver con Vanessa, le miró.
—Ella necesita paz con respecto a su padre, no le digas la verdad, solo haz más convincente tu mentira, testigos, algo... Con eso estará mejor, pero algún día, le tendrás que decir la verdad.
—Lo haré y gracias, Daryl.
Él asintió en respuesta y se alejó, ahora que sabía la verdad, no sabía cómo iba a ocultarsela a Vanessa.