Capitulo 86:
Ella se dejó caer de rodillas en medio de la solitaria habitación de hotel, en donde se suponía que debería estar festejando su hermoso matrimonio. Las lágrimas recorrían sus mejillas, mientras un agudo dolor era dueño de su pecho. ¿Por qué él no podía amarla? ¿Por qué?
La puerta de la habitación de abrió y su hermana se asomó.
—Hilary...
—¡VETE! —le gritó.
—Pero...
—¡NO QUIERO VER A NADIE! ¡DÉJENME EN PAZ!
Su hermana asintió en silencio y volvió a salir. Hilary se tomó el rostro con ambas manos y rompió en llanto una vez más. Tanto teatro para nada. Tanta mentira para nada. Al final la maldita arrastrada y su maldita hija se habían salido con la suya. Le habían arrebatado al amor de su vida. ¿Qué iba a hacer ella ahora? ¿Qué?
La puerta volvió a abrirse, pero esta vez era su padre. Ella lo miró y guardó silencio.
—No más, Hilary —le dijo él.
—No es justo... —dijo ella apenas audible.
—Esto pasó hija porque obligaste a Zayn a hacerlo... y lo sabes.
El labio de ella tembló y apartó la mirada de su padre. Se negaba a aceptar la culpa. No era su culpa. Ella merecía ser feliz.
—Yo lo amo...
—No, hija —dijo con ternura y se acercó hasta ella para agacharse a su lado. Hilary apoyó la cabeza sobre su hombro —El amor no es así, Hilary... El amor es saber dar un paso al costado, es aprender a perder, es dejar ir...
—Pero...
—Eres hermosa —la interrumpió —Y estoy seguro que encontrarás al hombre que compartirá el resto de sus días contigo.
Ella cerró los ojos, escuchando por primera vez lo que jamás había querido escuchar de los demás. Había perdido. Ya no había forma de que Zayn volviera a su lado. El corazón de ese hombre, estaba en manos de otra. Soltó un suspiro. Era hora de olvidarse de Zayn Malik.
—Oh, por Dios, oh por Dios, ella es hermosa —dijo sin poder creerlo Brittany mientras Zayn le colocaba en brazos a la pequeña.
—Déjame verla —pidió Niall mientras se colocaba detrás de la rubia y apoyaba el mentón sobre su hombro —Diablos que has hecho un buen trabajo, hermano...
—Óyeme —habló Britt y giró la cabeza para mirarlo —Vanessa también ha trabajado muy duro para que saliera tan bonita.
Zayn rió y miró a la morena que también sonreía. El horario de visitas había comenzado hacia aproximadamente diez minutos. Y los únicos que se habían quedado eran Britt y Niall. El resto había decidido ir a cambiarse la ropa elegante e incomoda.
Brittany miró a su mejor con los ojos llenos de lágrimas. Vanessa inclinó un poco la cabeza para mirarla también.
—¿Qué pasa? —le preguntó la morena.
—Yo... —no pudo seguir hablando ya que un nudo se había instalado en medio de su garganta. Aquello era tan emocionante —No puedo creer que estemos viviendo esto...
Los ojos de Vanessa también comenzaron a llenarse de lágrimas.
—Díselo... —le pidió -Vanessa.
Brittany se mordió el labio inferior y miró a su nueva sobrinita... Dios aquello era tan complicado. ¿Cómo iba a decirle a Niall en ese momento que dentro de nueve meses ellos también estarían así? Giró lentamente para mirarlo de frente. La pequeña dormía cómodamente, totalmente ajena a todo lo que pasaba a su alrededor.
—No estaba lista para decírtelo porque tenía miedo —le dijo. Horan estaba quieto como una estatua, casi ni respiraba. La rubia tragó saliva —Amor, yo... estoy embarazada.
Zayn abrió los ojos como platos al escuchar tal noticia. Miró a la morena, que lloraba en silencio, ella también lo miró y asintió. Zayn observó a su amigo al instante. Niall estaba tan blanco como un papel.
—¿Q... qué? —logró decir apenas.
—Vamos a tener un bebé tan pequeñito como ella —lloró Brittany que estaba tan sensible como señora en plena menopausia.
Niall levantó una mano, algo temblorosa, y tocó su mejilla, secando las lágrimas que caían por ellas.
—Me haces el hombre más jodidamente feliz de este mundo —susurró. Se acercó a ella con cuidado, para no aplastar a su sobrinita, y la besó en los labios.
Zayn se acercó a Vanessa.
—¿Desde cuando lo sabes? —le preguntó.
—Hace cinco días... fuimos juntas a comprar algunos test de embarazo. Ella tenía ciertas dudas. Todos dieron positivo —le dijo en voz baja —Vamos a ser tíos.
—Se agranda la familia —sonrió él.
Niall se alejó de Brittany y miró a Zayn. Este último también se giró a verlo.
—Voy a decírtelo, maldita sea —dijo Horan —Te amo, hijo de...
—¡Niall! —lo paró Brittany.
—También yo, infeliz —rió Zayn y se acercaron para abrazarse fuertemente.
—Estoy cagado hasta las patas —le dijo Niall al oído. Zayn lo apretó un poco más.
—Esa es la primera sensación, no te preocupes... ya pasará. Lo prometo.
Se alegaron sin dejar de palmearse y decirse cuanto se amaban, con uno que otro insulto.
—Shhh —dijo Brittany —Están molestando a la princesita...
Todos se giraron a verla y observaron como la pequeña comenzaba a despertarse. Amara abrió los ojos lánguidamente.
—¡Tiene tus ojos! —exclamó Niall apuntando con su dedo a Zayn.
—Dios, es tan preciosa...
La puerta se abrió e ingresaron, Trish, David, Michelle, John, Miley, Nick y Chace. Los saludos comenzaron de aquí para allá. Los cuatro nuevos abuelos se acercaron a Brittany que sostenía a la pequeña. Y las dos abuelas comenzaron a llorar.
Una vez que se abrazaron y lloraron entre todos, la pequeña amarita fue a parar a brazos de sus tíos más jóvenes. Miley sostenía a la pequeña mientras Nick y Chace la observaban en silencio. Pero entonces las charlas se interrumpieron porque Amara comenzó a llorar.
—Quiere a su mami —dijo Trish y se puso de pie para tomarla en brazos y acercársela a Vanessa. La morena la tomó.
—Tranquila, mi vida —le dijo al oído mientras besaba su cuellito y la colocaba sobre su pecho. La niña se calló al instante.
—Es increíble como se calma —aseguró Chace, que estaba tan callado que no parecía él. Zayn se acercó a su hermano y palmeó su hombro.
—¿Qué sucede, hermano? —le preguntó. Chace se encogió de hombros sin dejar de mirar a Vanessa que sostenía a Amara y comenzaba a hablar con las mujeres que se ponían a su alrededor. David se acercó a ellos.
—No lo sé —dijo Chace —Es raro... ella es tan pequeña que... no lo sé. Es tan hermosa y perfecta, que no puedo creer que tú hayas podido hacer algo así —miró a Zayn. No podía explicar muy bien los sentimientos que tenía hacia su hermano. Siempre lo había admirado, pero en cierto modo lo ocultaba —Estoy orgulloso de ser tu hermano, hermano.
Zayn apretó su hombro, sintiendo un pequeño nudo en la garganta. Era increíble lo sensible que estaba el ambiente. Acercó a Chace a él y lo abrazó con fuerza.
—No sabes lo bien que me hacen tus palabras —le dijo sin soltarlo.
—Ya, ya, ¿Por qué son tan sentimentales? —habló David. Ambos se alejaron y lo miraron. El mayor de los Malik tenía los ojos vidriosos.
—Oh no, papá va a llorar —dijo Chace divertido.
—¿Qué? —preguntó Trish poniéndose de pie. Se acercó rápidamente a David y tomó su rostro con ambas manos —Oh, mi amor...
Lo abrazo, rodeándolo por la cintura y apoyando la cabeza en su pecho. David le devolvió el gesto y cerró los ojos.
—Bien, ya basta —habló Zayn para todos —Demasiada cursilería en un solo día... —miró a Vanessa y a su hija —Aunque lo vale, ¿cierto?
Camila.