Maratón 10/10
Para despertar recibimos la noticia de que Deanna había organizado una fiesta para el grupo hoy en la tarde, de verdad que me parecía una tontería, un buen pretexto para gastar suministros, pero en fin, ese sería su problema, porque todo mi grupo estaba en oposición a ir a su propia fiesta.
—Debemos de hacerlo —nos ánimo Rick, todos intercambiamos miradas llenas de recelo mientras desayunabamos—. Vamos, Vanessa, tu misma has dicho que son buenas personas.
—Se lo que dije —respondi mientras le untaba mermelada de fresa a un trozo de pan—, pero no traicionare a mis principios. Son buenas personas, eso lo sigo sosteniendo, la antisociable soy yo, además, a mi solo me dieron una bienvenida en medio de la calle, sin fiesta ni nada, no me parece justo —comente y le di una mordida al pan, escuche unas risillas de parte de los demas.
—¿Enserio?, si queremos pasar desapercibidos, debemos de unirnos con ellos, además...
—Nosotros iremos —le interrumpió Maggie y tomó la mano de Glenn—. Deanna me ha pedido ir, no tengo muchas alternativas.
—¿Puedo quedarme acá? —le cuestionó Carl, le sonreí, supongo que a él también le costaba trabajo relacionarse con los chicos de por aqui.
—No, tu y Judith vendrán conmigo —sentencio Rick y miró a los demás.
—Iremos —se unió ahora Abraham, por lo que supe que Rosita y Eugene también irían, sin excepciones.
—Esta bien, iré —secundo ahora Tara.
—Y yo —dijo Michonne, rápidamente las miradas cayeron en los Dixon y yo, sin ganas de responder, seguí comiendo y mire a Merle.
—Bien, hay que jugar a que todos somos amigos, voy —se apunto, ahora nos miraron a Daryl y a mi, le deje la decisión a él y seguí en mi pan.
—Ya veremos —respondio con sencillez, esto prometía, sin embargo no le presionaron más, mucho menos a mi.
—Pense que eras una especie de guardaespaldas para Deanna, ¿enserio no irás? —me pregunto Abraham, sinceramente estaba muy sorprendida de que no hubiera comentado nada de lo que vio ayer por la noche.
—Ella misma me ha dado unos días libres, pienso hacerle caso, aunque ya veré, tienen muchas cosas en la despensa, tal vez por algo valga la pena ir —respondi, él asintió.
—Que no daría por un poco de alcohol —dijo, justo cuando le iba a decir que si tenían, Carol entró al comedor y tomó asiento.
—Esta todo listo, ya encontré una forma de acercarme a las armas —anuncio, la miramos con interés.
—¿Como? —pregunto Rick.
—Yo no se disparar, así que tu y Daryl me llevaran y me enseñarán, podré ir a elegir el arma que quiera —respondio, la mire con interés, había tenido una gran idea.
—¿Solo así?
—Si, lo haremos después del desayuno, así que no se tarden —les pidió, yo por mi parte termine.
—¿Y que harás ahora? —me pregunto Daryl en voz baja, pues él también había terminado de desayunar, yo me encogí de hombros.
—Por tres semanas sólo tuve en mente encontrarlos, desde hace tres días sólo quería poder presentarme de nuevo ante ustedes, ahora no tengo nada en mi lista —respondi y me deje caer contra el respaldo, él resoplo divertido.
—¿En que tantos problemas te metiste? —me pregunto Merle, yo reí.
—De todos, incluso me caí y me lastime el tobillo, los tenis no son para mi —admiti y mire mi calzado deportivo.
—No seas tan dura con ellos —dijo, yo negué y vi que ya todos se comenzaban a levantar, rápidamente limpiamos los restos del desayuno y cada quien se fue a hacer sus propias tareas.
—Hey, ¿te veo al rato? —me pregunto Daryl mientras salíamos de la cocina.
—Claro, por ahora iré a ver a Eric, tal vez más tarde podríamos ir a la dichosa fiesta —le propuse, él me miró con una expresión divertida.
—Tan siquiera podrías oírte feliz —comento, yo reí.
—Y tu mostraste más animado —contraataque y salimos de la casa, justo ahí estaban Carol y Rick, ambos nos dirigieron una mirada de interés.
—¿Por que no nos dejan a solas un momento? —pidio Carol, mire con cierto temor a Daryl, pero terminé asintiendo, Rick le dirigió un asentimiento y comenzaron a caminar lejos de nosotras—. Bien, te escucho, esa expresión en tu rostro cada que me miras me dice que quieres decirme algo.
—Veras... sobre lo de ayer —empece, diablos, era incómodo, mas incómodo que la primera vez que le dije a mi madre que tenía novio—. Es que...
—Cariño —me llamo, la mire, ella me sonrió—. Está bien, me alegro por ustedes —dijo, inconscientemente abrí mi boca, claramente sorprendida, ella rió—. Vamos, ¿que esperabas que dijera?
—Debo de admitir que todo, menos eso... Una vez en la prisión tu me dijiste que...
—Se lo que dije, pero las cosas han cambiado... Estas semanas pensé que estaba decaído por la muerte de Beth, cuando supe que me equivoqué... vaya, no niego que me sorprendio, pero a la vez no. Si él ha tenido que encontrar un motivo para vivir en una persona, me alegra que haya sido en ti. Y que tu en él, y esto lo digo de todo corazón —demonios, enserio que estaba muy sorprendida.
—Enserio que...
—Vamos, soy amiga de los dos, no soy su madre. Si te preocupaba el deberme una explicación o lo que pudiera opinar, anda sin cuidado, que yo no encuentro oposición alguna.
—Eres grandiosa, Carol —dije y la abracé, ella me devolvió el abrazo.
—Creeme que no podría oponerme luego de que lo convenciste de tomar un baño —bromeo y me soltó, yo reí con ella—. Ve a ponerte linda para él, deben de ir a la fiesta, ¿no?
—Trataremos —prometi, me sonrió y se alejó con los chicos, recargándome en el porche , mire como se perdían calle abajo.
Cuando deje de verlos, baje las escaleras y comencé a caminar calle arriba, justo cuatro casas después, encontré la única que tenía matrículas en la fachada, bueno, unas pocas. Subí los escalones y toque la puerta, fuera no estaban las botellas de cerveza que Merle y yo habíamos dejado, de seguro Aarón las había recogido. Con una sonrisa toque la puerta, un par de segundos después ésta se abrió, revelandome a mi buen amigo.
—Hola —lo salude, él me miró de manera extraña, luego miró escaleras arriba.
—Dos cosas, una, ¿por qué tocas si vives aquí?, y dos, ¿no estabas durmiendo? —pregunto, yo reí, incapaz de aguantar mi felicidad, me lancé a abrazarlo, logré desestabilizarlo, por lo que cese mi abrazo y lo tome de los hombros.
—Las cosas se solucionaron con mis amigos —le informe, él sonrió.
—¿Enserio?, muchas felicidades, entonces debo de suponer que pasaste la noche con ellos —comento y me invitó a pasar, yo asentí.
—Supones bien.
—¿Como pasó? —pregunto mientras caminabamos a la cocina, estaba preparando una bandeja con fruta, café y demás cosas, de seguro para Eric.
—Ayer éstaa hablando con Merle en el porche, luego se le ocurrió la gran idea de ir y decirle toda la verdad, corrí detras de él con la capucha puesta —comence y reí, él me pasó un vaso de jugo de naranja, lo tome y le di un sorbo, adoraba a este sujeto—. No sé cómo pasó, pero Rick, Carol y Daryl estaban fuera, cuando vieron que el guardaespaldas de Deanna perseguía a uno de los suyos, fueron a ver que sucedía, Merle les invento algo y yo, sin decir nada, recogí las mangas de la sudadera, la cual prometo devolver después, en fin, me giré y comencé a caminar, pero Daryl reconoció esto —dije y le enseñe mi pulsera, él me sonrió y asintió—, me tomo del brazo, luego me giro y me quitó la capucha y...
—¿Te beso? —pregunto emocionado, yo negué mientras sonreía.
—En ese momento no —admiti, él sonrió emocionado—. Luego fui con los demás dentro y así volví a existir para mis amigos.
—Me alegro mucho por ti, de verdad... Espero que, abusando de tu felicidad, puedas perdonar a dos pares de tontos que te quieren mucho y por eso te ocultaron la verdad —pidio mientras tomaba la bandeja lista.
—¿Perdonarlos?, ¿de qué? —devolvi de manera inocente, él me sonrió.
—Iba a llevarle esto a Eric, ¿me acompañas? —pidio, yo asentí y comenzamos a caminar escaleras arriba.
—¿Como sigue? —pregunte, él lo consideró.
—Relativamente mejor, pero tardara en sanar —respondio, yo asentí.
—Las salidas por provisiones se deberán de posponer, ¿no? —pregunte, él cabeceó.
—He hablado con Deanna, dice que está pensando en Daryl para ello.
—Si, lo mencionó... aunque ahora que lo tengo de vuelta, no creo estar muy convencida de querer que salga de nuevo, mucho menos sin mi.
—¿Y conmigo? —pregunto, yo reí y le abrí la puerta de su cuarto.
—Ya veremos —concedi y entró, desde el marco de la puerta ví a Eric leyendo un libro, en cuanto noto mi presencia, me sonrió.
—Vanessa —me llamo, yo entre y me senté a su lado.
—¿Como sigues? —pregunte, él sonrió.
—Con un doctor como él, ¿quien puede sentirse mal? —pregunto mirando a Aarón, quien acomodó la bandeja del desayuno del otro lado.
—Me imagino —comente y le palmee el hombro.
—Por cierto, Vanessa te tiene una buena noticia —anuncio, Eric me miró, yo sonreí.
—Ayer en la noche todo se solucionó, mis amigos saben que estoy aquí.
—¿Y como lo tomo Daryl? —pregunto, yo mordí mi labio, recordando la buena noche que habíamos pasado—. Okey, no quiero saber, ese gesto fue demasiado sugerente —dijo y rió, yo no lo negué.
—¿Iran a la fiesta que les organizó Deanna? —pregunto Aarón, yo me encogí de hombros.
—No lo sé, en estos momentos está fuera y no se a que hora volverá, además, no es como si yo tuviera mis mejores galas para esta noche.
—Eso déjalo en nuestras manos, ¿no? —le pregunto Eric a Aarón, este asintió en respuesta.
—De todos modos, iba a salir, tal vez pueda convencer a Daryl de que vayan —se ofreció Aarón, sonreí, ya que, lo dejaría a la suerte, si él iba, yo también iría.
—Esta bien, si tanto insisten, vayamos a la fiesta todos —respondi.
—Entonces, ¿te podría encargar a Eric?, ya sabes, en lo que regresó —pidio Aarón, yo asentí y mire a Eric.
—Claro, ve sin cuidado —respondi, él asintió y se apresuró a buscar sus cosas.
Y de ese modo, luego de veinte minutos, me quede a solas con Eric. Dado que no podiamos hace la gran cosa, lo ayude a vestirse y bajamos a ver una película, la verdad a mi me aburrió, pues era una muy antigua a blanco y negro con un diálogo muy vano, sin embargo, para Eric parecía ser la diversión misma, pues no dejaba de reir, decidí dejarle ser feliz y me puse a hacer un poco de aseo por la casa, también moví las pocas pertenencias que tenía en su casa a mi mochila, cuando baje las escaleras con ésta cuestas, él me miró con melancolía.
—Nuestra pequeña Vanessa está creciendo —dijo y fingió limpiarse una lágrima, reí y mire mi arco.
—Solo me mudo, no hace falta tanto drama —comente, él rió.
—Por eso mismo, ¿vas a ir a dejar tus cosas ya? —pregunto, yo asenti—, ¿podrias decirle a Jessie que venga a verme?
—Claro, le diré —prometi y salí de la casa.
Tal como le dije, fui a ver a Jessie y le avisé que la quería ver, después volví a mi nueva casa y entre en la habitación que ahora era mía y de Daryl, vaya que si era raro pensar en ello, pero no deje que me incomodara. Apenas deje la mochila en el piso, me puse a acomodar un poco la alcoba, incluso tendí la cama, cuando estuvo lista, decidí volver con Eric, claro, luego de dejar mi arco y mi carjac a un costado de la cama.
En cuanto salí, me volví de nueva cuenta con Eric, apenas cruce la puerta, vi que Jessie tenía extendido en un sofá una serie de vestidos de diferentes colores y estilos, en cuanto me vio, me sonrió y me hizo situarme a su lado.
—Que bueno que llegaste, enonces, ¿cual te gusta? —me pregunta, yo miro asombrada todos.
—Si, pero no los uso, así que elige el que quieras.
—No podría —dije, sin embargo mis ojos se posaron en uno de color azul marino, no podía negar que era bonito, se ataba al cuello y tenía un escote muy provocativo en la espalda.
—Creo que viste uno que fue de tu agrado, adelante —me animo y tomó el vestido que yo había visto.
—No tengo ni zapatos para esto —me excuse, sin embargo, lo tome, hasta la tela era bonita.
—Yo tengo todo, anda, pruebatelo, yo volveré con los zapatos —dijo y salió, yo mire a Eric.
—No me mates, no dudo que con nuestras sudaderas te veas asombrosa, pero estoy seguro de que a Daryl le gustaría verte en otra cosa que no fueran pantalones o algo así —comento—. Anda, ve a probartelo, ya sabes dónde está el baño.
Con una sonrisa, me decidí a hacerle caso, rápidamente corrí al baño y me desvesti, hace mucho que no usaba un vestido. En cuanto sujete los lazos a mi cuello, me mire en el espejo. El color me hacía ver más pálida, pero no de mala manera, me giré y vi mi espalda, sin duda alguna era muy provocador, pero estaba segura de que habría una persona que le gustaría.
Salí de nueva cuenta, Jessi ya estaba ahí con un par de tacones de diez centímetros de color negro, para mi buena suerte éramos del mismo número, así que me los puse, era difícil caminar con ellos, pero no imposible.
—Estoy seguro de que alguien me dara las gracias si consigo hacerte usar esto para la noche —dijo muy feliz Eric, Jessie me miró.
—¿Iras hasta la noche? —me pregunto Jessie, yo asentí—. Bueno, pues te veré ahí, ahora yo tengo que irme a arreglar, que te mejores pronto, Eric —le deseo y sin más cogió el resto de los vestidos y salió, yo me senté a un lado de Eric.
—Le agradas —comento él, yo asentí.
—Diria que ella a mi también, pero hay algo que no me convence todavía de ella.
—¿Tal vez sea Pete? —ofrecio y reímos, yo asentí.
—Tal vez, bien, iré a quitarme esto y luego les dejaré algo de comida.
—No hace falta, Aarón vendrá a cocinar, ya preparó todo —me informó, yo asentí.
—Tal vez sea lo mejor, yo les hubiera hecho un sándwich —respondi y caminé de vuelta al baño.
Hasta bien entrada la tarde, Aarón volvió, Eric me hizo mostrarle el vestido que usaría junto con los zapatos, luego de desearme buena suerte para la noche, los deje y fui a mi casa. Vaya, era raro decir eso luego de mucho tiempo, más porque ahora sí la sentía mi casa, mi familia, mis amigos, todos estaban ahí, eso si era una casa, no, mas que eso, erami hogar.
A juzgar por el silencio que había, ya todos se habían ido a la dichosa fiesta, yo subí a mi habitación y entre, ahí ya estaba Daryl, con el torso desnudo, parecía que se había dado una muy breve ducha.
—Hey, ¿que haces? —le pregunté mientras lo abrazaba por la espalda y le dejaba un pequeño beso en el hombro.
—Esperarte, ya los demás se fueron a esa cosa —dijo, yo sonreí contra su piel.
—¿Enserio iremos? —pregunte, él cabeceó mientras lo soltaba.
—¿Por que no?, tu has dicho que no son malas personas y dado que vamos a vivir aquí...
—Bien, me daré una ducha y me vestire, en cuanto termine, vamos —respondi y tome lo que necesitaba del armario.
Mi ducha duro menos de diez minutos, cuando salí tenía la toalla enrrollada en mi cuerpo, rápidamente me vestí con mi ropa interior y luego me puse el vestido, después los jodidos tacones, eran una verdadera molestia y estaba segura de que me los quitaria antes de que acabara la noche, pero no me importaba, quería ver la expresión de Daryl en cuanto saliera del baño.
Cuando buscaba una liga para mi cabello, me termine topando con un estuche de maquillaje, no era muy basto, pero habían cosas suficientes. Tome un poco de brillo y delineador, dándome una mirada en el espejo, supe que desde hace mucho no me veía tan bien, cuando encontré la liga, me decidí a levantar mi cabello, sin embargo apenas di media vuelta me arrepentí, ni Eric ni Jessi habían visto mi cicatriz por mi cabello. Con un suspiro me deshice de la liga y deje mi cabello libre.
Antes de salir del baño, asome mi cara, Daryl me esperaba sentado en la cama, ya se habia vestido, y debia de admitir que se veia demasiado bien. Con un ligero carraspeó, salí del baño, él levantó la vista y me miró, la forma en la que procedió a devorarme con la mirada me hizo saber que todo el esfuerzo había válido la pena.
—¿Que tal? —le pregunté y salí completamente, caminé hacia él, de manera provocadora, me senté en su regazo, sus manos viajaron por mi cuerpo hasta depositarse en mi cintura, su respiración estaba agitada.
—¿Que es todo esto? —inquirio, yo me encogí de hombros.
—Muchas manos me ayudaron a explorar mi lado femenino —respondi, él resoplo, con algo de duda se acercó hacia mi, poso sus labios en los míos de manera delicada, con mucha calma, sin embargo, cuando descubrió el escote en mi espalda, todo eso se fue al carajo, y aumento la intensidad del beso—. Daryl... la fiesta —le recordé, él rió y depósito un casto beso en mi cuello, lo suficientemente intenso para arrancarme un gemido.
—Vamos —concordo y me ayudó a levantarme.
Con pasó despreocupado salimos de la habitación y después de la casa, mientras comenzábamos a caminar hacia la fiesta, debia de admitir que iniciaba a sentirme incómoda, ahora ni siquiera la forma en la que lucía me daba seguridad, buscando aquella confianza que me faltaba, tome la mano de Daryl, él se sorprendió y me miro, sin embargo no dijo nada, simplemente me dió un apretó muy ligero. Cuando estábamos por llegar y divisabamos las sombras de las personas a través de las cortinas, nos detuvimos, compartimos una mirada y luego miramos la casa.
—No tenemos que ir —susurre, él me miró y luego a ese lugar, tal parecía que le quitaba un peso de encima.
—Creo que ese ambiente no es para nosotros, o por lo menos para mi —comento, resople y sonreí.
—¿Y crees que yo puedo encajar ahí?, No... mucho menos así, justo ahora no me siento tan yo, ¿sabes? —confese, él acomodó un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.
—Vamos a casa —finalizo, con una sonrisa muy sincera, le mire y asentí.
—Vamos —concorde y dimos media vuelta.
De manera casual, pasó uno de sus brazos por encima de mis hombros y caminamos así, juntos, yo tomé la mano del brazo que me cubría y entrelace nuestros dedos.
—Desgraciadamente, creo que no es una gran pérdida, no me queda la menor duda de que habra mas —comente, él asintió.
—Luego de todo lo que pasamos esto parece una ironía —dijo, yo asentí.
—Y si te soy sincera, prefiero enfrentarme a una horda de caminantes que seguir usando estos asesinos —me queje y mire los tacones, se me veían unas piernas increíbles, pero no valían la pena.
—Oh, vamos —se burló, cuando iba a responder, oímos un ruido proveniente de una casa, me soltó y se puso a la defensiva, al igual que yo, finalmente la luz de un pórtico se encendió y apareció mi querido Aarón desde lo alto.
—Chicos —nos saludo, Daryl lo miro con cierto reclamo.
—¿No ibas a ir a la fiesta esa? —le cuestionó.
—Oh, no, me quede a atender a Eric y su tobillo.
—¿Por que me dijiste que fuera entonces? —pregunto, Aarón me miró fugazmente, pero no hizo nada más.
—Dije que probarás, eso hiciste. Bueno, hicieron, por lo que veo —respondio y nos miro.
—Bueno —le dijo Daryl y se giró hacia mi, íbamos a volver a caminar, pero nos llamó.
—Esperen, vengan a cenar... —nos invito, Daryl me miró, con ellos yo no tenía inconveniente alguno—, vamos, viejo —le dijo específicamente a Daryl—. Hay un espagueti muy bueno.
Daryl volvió su vista hacia mi, con una sonrisa le di a entender que por mi estaba bien, así que terminó asintiendo y entramos a la casa. La mesa ya estaba puesta, por lo que sólo tuvimos que poner otros dos lugares y nos sentamos.
Al inicio de la cena, sólo Eric y Aarón hablaron, de muchas cosas, ya pronto notaron que ni él ni yo íbamos a profundizar sobre nuestra relación ni nada mas, así que se dedicaron a divagar, sin embargo, un par de minutos después, Daryl comenzó a sorprender a mis buenos amigos con su entusiasmo para comer, en un momento Eric le dedicó una mirada que escondía una carcajada, al igual que Aarón, luego me miraron a mi, sonreí mientras un sonrojo adornaba mis mejillas.
—Daryl... —susurre, pero él no me oyó a pesar de tenerlo frente a mi, tal vez sería porque sorbia los fideos muy ruidosamente, cuando lo volvió a hacer y se manchó parte de la mejilla le deje ir un puntapié en la espinilla, él levantó la vista y les miró.
—Gracias —dijo y se limpió la salsa en su boca con el dorso de su camisa, sonreí ante ese gesto, a veces parecía un niño pequeño, tome la servilleta a mi lado y volví a darle un ligero golpe en la pierna, él me miró, se la lancé y ahora ocupó ésta para limpiarse, después le dió un buen trago al vino que nos habían servido.
Ignorando un poco su escaces de modales, me centré en mi plato de espagueti, sin embargo, cuando oí la seguridad con la que Eric le hablaba sobre ir a buscar una máquina para quien sabe que señora de apellido impronuciable, deje de prestarle atención a mi cena. Ya conocía la historia, sin embargo, no sabía que Daryl ya habia aceptado, luego de mirarle, supe que ni siquiera él lo hacía.
Cuando Eric trato de enmendar su error, Aarón entró en su defensa, entre un intercambio de monosílabos, Daryl se terminó interesando en el tema, por lo que apuro el espagueti y se perdió con Aarón en la cochera, cuando me quedé sola con Eric le mire.
—¿Debo de preocuparme porque se lo llevará? —le pregunté, él rió y negó.
—Tranquila, sólo lo irá a sobornar para que vaya a las expediciones con el, ¿recuerdas la moto inservible del garage? —pregunto, yo asentí.
—Ah, ya veo, bueno. Limpiare esto, tu no te muevas —le exhorte y comencé a limpiar la mesa mientras Daryl y Aarón volvía, lo cual no habrá llevado más de diez minutos, ya Eric y yo estábamos en la sala con otra copa de vino en la mano, cuando Daryl llegó, se sentó a mi lado, por lo que aproveche y me quite los tacones para subir mis piernas en las suyas, con una sonrisa muy inocente, me dejó estar.
—Bueno, pues Daryl ha aceptado ser un buscador, sin embargo, quiere saber que opinas —anuncio Aarón mientras le daba a él una copa de vino y se iba a sentar junto a Eric.
—¿Que opino? —pregunte, él me miró y asintió, yo fruncí los labios y mire a Aarón—, él es un tipo difícil, ¿si?, siempre querrá hacer todo sólo y a su modo, aunque no siempre parezca el mejor ni el más bueno, así que, si él va a ir contigo, tu tienes que prometerme que... que lo cuidarás —le pedí a Aarón, Daryl iba a hablar, pero le mire—. Y si, dije eso. Te arriesgas demasiado, y lo digo tanto porque te conozco, como porque he salido a este tipo de excursiones contigo. Ahora, volviendo contigo, Aarón, si prometes cuidarlo por mi, adelante, salven al mundo.
—Hecho —prometio, yo sonreí.
No habremos pasado mucho tiempo mas con ellos, así que volvimos a nuestro hogar, rápidamente me deshice de todo lo que usaba y me puse un pantalón de algodón y una blusa de tirantes, Daryl ya estaba sin camisa y sin pantalón en la cama, me acomode a su lado y le abracé.
—¿Que opinas de lo que quiere hacer Rick aquí? —me pregunto.
—¿El tomar Alexandria por la fuerza? —devolvi y le mire, él asintió—. No te lo negare, es una medida exagerada, no son malas personas y creo que pueden intentarlo, al igual que nosotros... llegar a un punto medio, adaptarnos los unos a los otros.
—¿Se podrá? —me cuestionó, yo me encogí de hombros.
—No perdemos nada con intentarlo, si no funciona, tomamos el lugar, pero no sería justo hacerlo sin darles la oportunidad, ¿tu que opinas? —le pregunté.
—Creo... creo que también lo quiero intentar —respondi, yo sonreí y le di un beso en la mejilla.
—Lo lograremos —le anime y me preparé para dormir a su lado.
Y pues hasta aquí dejo el maratón, en estas fiestas me está tocando pasar por altas y bajas emocionales que están logrando afectarme, y lo que menos quiero es que también afecten mi manera de escribir, así que hasta aquí el maratón. Vuelvo hasta la tercera semana de enero, pues ahora tengo, no quiero, tengo que enfocarme en otras tareas y en mi salud emocional, espero me comprendan, volvemos con todo el próximo año, feliz Navidark atrasada y feliz año nuevo adelantado mis walkers.