El Arquero del Fin del Mundo

Da diana_herondale

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Vanessa Stride es una chica de origen latino, tiene un pasado oculto entre pesadillas que la atormentarán has... Altro

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Da diana_herondale

     No saben lo que uno como escritor siente cuando alguien deja un comentario tan lindo apoyando su trabajo, ayuda a difundirlo o lo añade a alguna lista de lectura, me siento honrada de poder hacer algo que alguien más aprecié y me encanta interactuar con ustedes en los comentarios, pues siempre tengo una sonrisa o risas muy escandalosas aseguradas. Esta historia nació luego de mucha decidía de mi parte, pues no sabía si a alguien le iba a gustar, incluso antes de publicarla dudé en hacerlo, pues también está la cuestión de mi escuela y mi banda, ya que entre diferentes demandas de tiempo, temía fallar en actualizar o, incluso, en escribir cosas que resultarán bobas en torno a la dirección que toma ésta historia, nuestra historia, es por eso que, luego de ver una nueva agregado a una lista de lectura de MandarinasInviernos y un comentario en otra novela de lupe229, quiero darles este capítulo como agradecimiento. Chicas que están siendo parte de esta historia al leer, no saben cuánto las aprecio, y are221099, qué más puedo decir de ti, si fuiste la primera que confió en esta locura mía.

     Preparense, porque El Arquero del Fin del Mundo viene con todo ;)

     P.D: Creo que nadie vio mi comentario en el capítulo anterior, les gustó la forma en que Vanessa se dio cuenta de que Daryl le gustaba? Esperaban más? Qué tal su reacción después?, Quiero saber su opinión, incluso sea queja o sugerencia :D

     En multimedia les dejo una canción de Rata Blanca que, no se porque, me recordó al capítulo anterior que subí, pero para asegurarme que la oigan, la pongo en éste, se llama "pasión prohibida". Hasta el martes!!

     Un mes y medio a ha pasado desde la granja, a Lori, puesto que es muy, pero muy delgada, comienza a notársele un pequeño bulto en el vientre, es una cosa tan pequeña, que aún me cuesta creer que hay vida ahí adentro. Está vez estamos en una casa, es de dos pisos, con un muro que la rodea, algunos caminantes habían logrado tirar la reja principal, y bueno, ya se imaginarán el resto. Junto con los muchachos despejamos la casa y metimos a Lori, no dejaría que corriera ningún riesgo, por mínimo que fuera, y dado que he mencionado eso, se han de imaginar que Rick sigue sin ser el padre ejemplar que yo esperaba que fuera, la pobre de Lori está retraída, se que lamenta el hecho de haber estado con su mejor amigo y ahora tener que cargar la evidencia de ello, aún así, parece que es su tortura personal estar al lado de Rick en todo momento, hace una semana tuvimos una discusión por ello, Rick estaba descuidando demasiado a Lori, me metí a defenderla, Daryl sujeto a Rick y entre Maggie y Carol a mi, pues estábamos a nada de comenzar una pelea a puño limpio, sin embargo, he visto que eso solo traería problemas, después de ese altercado, Lori se sintió con culpa y luego se puso mal, la discusión le afectó a bebé y a ella, yo me sentí culpable, pero Rick siguió provocándome por dos días más, hasta que "hablamos" un poco alejados del grupo, no llegamos a los golpes, pero tampoco a un acuerdo, simplemente me ordenó como líder cuidar de Lori, faltó poco para que lo mandará de paseo por ello, pero me supe controlar, entendía que él se debía de sentir traicionado y presionado por mantenernos unidos, ya ni se diga con vida, pero no se debía de desquitar con Lori y conmigo, porque eso no le haría ningún bien, sin embargo, parecía no importarle.

     En fin, desde ese día, soy la niñera de Lori y del el pequeño Grimmes, y no me refiero a Carl, sino del pedacito de carne en su interior. Es por eso que he bajado considerablemente de peso desde la vez del almacén, éstas semanas han sido muy poco fructíferas, si no fuera por la cacería de Daryl, ya habíamos muerto de hambre, aún así, no era suficiente con un par de ardillas o conejos, por lo que, sin que ella se enterará, le cedía mi comida, o bueno, parte, ya que Carol no me dejaba quedarme en ceros, dos terceras partes de lo que me correspondía iban para Lori en todas las comidas, sin excepción, eso había logrado afectarme, no sólo los pantalones se me bajaban, también me habían dado pequeños mareos, aún no llegábamos a un desmayo, esa era la ventaja, pero no faltaba mucho para ello.

     Hoy era nuestro segundo día en la casa fortificada, por lo que iría a buscar provisiones con Daryl, por cierto, mi relación con él iba mejor, claro que sintió curiosidad por mi actitud distante con él, para mi fortuna pude decir que estaba de ese humor por mi período, el cual, como si se burlará, me llegó en esa misma semana, era un horror tener el olor de sangre tras de ti, parecía un imán para los caminantes, en fin, como era un tema femenino, se lo creyó y lo dejo por la paz, desde ese momento me di cuenta de que tenía un punto débil en esa gran armadura: las mujeres. Yo lograba ponerlo nervioso, incómodo o incluso sonrojarlo, de vez en cuando le hacía pequeñas bromas coquetas, él me ignoraba, pero ya sus mejillas se teñían de rojo, se veía adorable así, cuando Carol descubrió el porque yo hacia esas bromas, comenzó a unirseme, Daryl no tenía más remedio que dejarse, aunque estoy segura que de haber sido hombres, nos habría pateado el trasero. Del lado de mi enamoramiento... Pues creo que estaba controlado,ya no actuaba nerviosa, el hacerle ese tipo de bromas me ayudaba a decirle, de uno u otro modo, la verdad, y sus reacciones no eran tan malas a veces, no guardaba la esperanza de que algo sucediera, pero por lo menos suponía que cuando dejará de importarme de esa manera, se lo tomaría a bien.

     Volviendo a la realidad, saque de uno de los armarios de la casa un poco de ropa, estaba lloviendo, por lo que necesitaríamos ropa abrigadora o un cambio para movernos por provisiones, en el interior del armario no habia mucho por elegir, así que tome un pants gris oscuro y una sudadera negra, también me tuve que cambiar mis botas, ya que el tacón hacía mucho ruido y me había dado cuenta de que atraía a los caminantes ese pequeño claqueteo. Sintiéndome una abominación en contra de todo lo femenino y la moda, me quite mi ropa sudada y llena de lodo, además de mojada, termine desnuda frente a un espejo, la lluvia habia limpiado un poco mi cuerpo, pero mis brazos seguían algo sucios y mi cabello hecho un asco, la única ventaja era que seguía teniendo un poco de curvas, no tan prominentes como antes, pero discretas, mire mis costillas, aún no se veían, eso también era bueno, seguía en un buen estado de salud.

     Mire mi ropa interior, estaba hecha un asco, por lo que no me la pondría de nuevo, en mi excursión con Daryl buscaría una muda nueva, y también algo de ropa prenatal para Lori, ya estaba por entrar a su primer trimestre, en cuestión de nada, su vientre estaría por estallar. Sin nada debajo, me puse la sudadera y luego el pants, también unas zapatillas negras, me mire en el espejo, parecía una vagabunda reciente, la sudadera era unas dos tallas más grande que la mía, el pants era lo único que me venía bien, me mire una última vez en el espejo y baje a la sala, donde Daryl me esperaba.

     En la entrada estaba él, no se había cambiado nada, seguía con la ropa sucia y mojada, sonreí, era típico de él.

     —Wow, asaltaste una tienda de modas —bromeó Carol mientras caminaba hacia Daryl.

     —Ya sabes, tenía que estar de muerte para mi excursión.

     —Cuidado, Daryl, de seguro lleva una sorpresa debajo de eso y planea ocuparla contra ti —le dijo, me sorprendió riendo, me uní a él, ay, Carol, si supieras que no llevo nada debajo... Olvídalo, de seguro tendrías material para más bromas.

     —La sabré manejar —respondió.

     —Bien, tomen éstas provisiones, no son muchas, pero si suficientes —dijo y me dió una bolsa, la abrí, había una comida, relativamente completa y una poca de fruta, sabía que la fruta era para mí, asentí y le dirigí una mirada de agradecimiento a Carol, seguía cumpliendo su promesa.

     —Perfecto, nos vemos más tarde, cuiden a Lori, por favor —pedí, ella asintió.

     —Tranquila, cariño, la dulce Carol sabe lo que hace —me respondió, yo reí, una mujer con un arma en la cintura podía ser todo, menos dulce.

     —Mi heroína —bromeé y le hice un corazón con mis dedos, ella río mientras iba a la cocina, me giré a ver a Daryl—. Listo, cazador, vamos por provisiones.

     —Y ropa de tu talla, parece que nadas ahí adentro —bromeó mientras abría la puerta, estaba lloviendo, genial.

     —Espera a ver cómo lucire mojada —dije y salimos a la lluvia.

     Por decisión propia, íbamos solos a éste tipo de expediciones, luego de que supieran de aquella gran horda, todos acordamos que era mejor hacer eso, Daryl era bueno lidiando con ellos, yo era buena huyendo de las manadas, y todos los demás podían proteger a Lori, Hershel, Beth y a Carl mientras nosotros nos asegurabamos el regreso a casa.

     Subí detrás de Daryl, llevaba mi arco en la espalda, y en mi mochila mis flechas, él se había tomado la molestia de enseñarme a hacerlas, por lo que ahora tenía casi unas treinta, no tan bonitas como las que me había obsequiado, pero útiles. El trayecto, como se imaginarán, fue horrible, demasiado, la lluvia hizo pesada mi sudadera, el agua enfrió mi cuerpo, y la brisa que arreciaba contra nosotros me hizo comenzar a castañear, Daryl quería parar, pero yo no lo dejé, controle mi respiración y me aferre a él, tratando de entrar en calor.

     Tardamos una hora en llegar a una ciudad, dejamos la moto dentro de un camión de carga volcado, preparamos nuestras armas, teníamos aún luz de día, la suficiente para buscar lo que necesitábamos e irnos. Caminamos por las calles, estaban alarmantemente vacías, lo primero que encontramos fue un centro comercial, ya estaba atracado, pero aún así pudimos encontrar unas cajas de latas, nos vendrían bien para unas semanas, tenía dos mochilas y Daryl una más, con las latas llenamos una, por agua no parábamos, con las lluvias tan seguido, teníamos agua por montón, seguimos caminando por los pasillos, le di una mochila y yo seguí con otra por otro lado, para mi infortunio no encontré ropa en ese lugar, pero si cosas de aseo personal, tome un shampoo y un jabón de cuerpo, los baños no eran tan recurrentes, pero trabajamos en ello, así evitabamos infecciones, seguí en mi búsqueda, entre en el área de medicamentos, las pastillas prenatales de Lori estaban bien, pero nunca sabía cuándo se iban a acabar, así que tome cinco frascos del estante, también algunos antibióticos, por si alguien pesacaba un resfriado, me iba a ir con lo que tenía, hasta que vi una caja de condones, inevitablemente pensé en Glenn, desafortunadamente para mi, había visto una vez que sí los usaban, Maggie no pudo mirarme a la cara por tres días luego de eso, pero estaba bien, supongo, era una forma de entrar en calor, me agache y la puse en mi mochila.

     Me levante y seguí caminando por los pasillos, había unos tragaluces en el techo, lo que me daba un poco de visibilidad, al final de mi recorrido, encontré la sección de vacaciones, enserio, había juguetes de playa, aceites, una infinidad de cosas, mis ojos toparon con un bikini negro, no era ropa interior, pero podría improvisar, camine hacia allí y tome tres conjuntos, todos oscuros, cuando me iba a agachar para ponerlos en la bolsa, oí unos pasos detrás de mi, tome mi arco y me giré, lista para disparar, casi le doy a Daryl.

     —Podrías hacer un poco de ruido —lo regañe en un susurro.

     —¿Planeas huir a la playa sin nosotros? —pregunto mirando lo que tenía en mi mano, le sonreí con burla.

     —Niégame que te mueres por verme usándolo —lo provoque, me sonrió y reímos, estaba segura de que se había sonrojado, la poca luz no me dejaba asegurarlo.

     —He visto una tienda de ropa calle abajo, podemos ir ahí, buscar cosas útiles, tal vez pasar la noche, sería una locura volver por la carretera con esta lluvia —dijo, asentí y me colgué la mochila en el brazo.

     —Claro, me vendría bien cambiarme antes de que pesque un resfriado —concorde y me limpie la nariz, parecía que estaba llamando a la enfermedad.

     Salimos del supermercado y fuimos a la tienda de ropa, en la maleta que estaba vacía la ocupamos para llevar ropa, no teníamos mucho de donde escoger, no había ropa para el invierno, así que tomamos lo básico, en una sección tome ropa interior para hombre, mujer y niño, cuando me iba a ir a otra zona, vi algo que me llamó demasiado la atención, sabía que le vendría bien a alguien del grupo, así que lo tome. Mientras yo hacia eso, Daryl, por su parte, estaba buscando un lugar donde pasar la noche, cuando tuve llena la maleta, llevaba bastante ropa apretada, le espere, estaba caminando de un lado a otro por la tienda cuando un mareo muy fuerte me hizo trastabillar, trate de sujetarme de la pared, pero fue inútil, caí de golpe al piso y no vi nada más.



     Un escalofrío recorrió mi cuerpo, perdiéndose en mi espina dorsal, me levante, lo primero que vi fue fuego, me alarme y comencé a alejarme, luego sentí una mano en mi pie, lance una patada y vi a mi...

     —Daryl, cuanto lo siento —dije y avance hacia él, se frotaba la mejilla.

     —Ten cuidado —respondió subiendo una manta que cubría mi cuerpo—. Te acabas de desmayar, no deberías de moverte así.

     —¿Estás bien?, ¿te hice mucho daño? —pregunte ignorando sus palabras, toque su mejilla, él se contrajo bajo mi toque.

     —Estás helada, acércate al fuego —dijo y me ayudó—. O mejor aun, cámbiate de ropa.

     —¿Donde está la maleta? —pregunte buscándola, él me señalo una esquina de la habitación en la que estábamos, camine hacia allá—. No espíes —dije, lo oí reír.

     De rodillas me quite la sudadera empapada y la arroje lejos, me puse un brasier y luego una blusa roja de algodón y manga larga, me quite los pantalones y tome una de las bragas de la mochila, luego tome unos leggins negros y me los puse, ya mejor, fuí de nuevo al fuego, Daryl estaba repartiendo la comida.

     —No, ¿qué haces? Eso era tuyo, la fruta era mía —me queje sentándome a su lado.

     —Estas de broma, esto apenas es comida para una persona, no sabía que estábamos tan bajos de provisiones, o tal vez Carol se equivocó.

     —No, la fruta era mía.

     —¿Solo esto? No me sorprende que te hayas desmayado, debes de alimentarte bien...

     —Calla, dame mi fruta y tu come el resto.

     —No —sentenció—. Creó que ya entiendo de dónde sacaban la porción extra para Lori, es la tuya, ¿no? —pregunto, yo aparte la mirada de él—, ¿desde cuándo?

     —¿Importa?

     —¿Cuándo?

     —Desde el almacén —respondí finalmente, él maldijo.

     —No es sano que hagas eso, entiendo que quieras ayudarla, pero no a costa de tu salud —me regaño mientras me extendía una lata con comida, la tome, mi estómago gruñía.

     —Rick no está a la altura, alguien debe de cuidarla, además, no es grave, ya he tenido desmayos antes, es normal para mi.

     —¿Normal?

     —Sufro de presión baja —mierda, eso no lo debí de haber dicho—. O bueno, eso es lo que un doctor mediocre me dijo, pero tranquilo, de seguro...

     —¿Eres consiente de tu enfermedad y no te cuidas? Diablos, Vanessa, deberé de tener un ojo sobre ti ahora.

     —No soy una niña para que digas eso —conteste enojada.

     —Lo sé, pero te aseguro que será así de ahora en adelante, los animales están próximos a invernar, debería de ser más fácil cazarlos, tu mejorarás tu alimentación y evitarás que esto te vuelva a suceder, ¿sabes el miedo que sentí al verte tirada cuando volví? Pensé que te habían mordido y que tu... —su voz se apago, okey, tenía un punto a su favor, agache la mirada, le puse una mano en el hombro.

     —Lo siento —como si eso solucionará algo, él negó y siguió comiendo.

     Apenas acabamos la comida me anime a mirar por la ventana, no había mucha actividad por la zona, eso era bueno, sólo había una lluvia torrencial y algunos relámpagos, me preguntaba que tanto confundirían a un caminante.

     —¿Dónde estamos? —me anime a preguntar cuándo me senté a su lado nuevamente.

     —Unas calles más abajo, en el primer piso hay un café, pero esto era una especie de oficina, atranque la puerta con el escritorio —me explicó, la poca luz de la fogata en un bote de basura me impedía ver eso.

     —Gracias por traerme.

     —¿Pensabas que te dejaría ahí?

     —No, pero aun así gracias —repetí y deje caer mi cabeza en su hombro, su ropa estaba fría, también estaba mojado—. Deberías de cambiarte, también podrías enfermar si te quedas así.

     —No creo que hayas encontrado algo para mí en ese lugar —respondió, yo sonreí.

     Me levante animada y fui por la bolsa, le tendí un pantalón de mezclilla, más o menos de su talla, una camisa de manga larga y guardé lo mejor para después, tomo la ropa y se fue a la misma esquina, en silencio se cambió y volvió, cuando lo hizo lo mire, joder... Que atractivo se veía vestido decentemente, aunque el look de chico desaliñado también me gusta.

     —Luces bien —comente y se sentó a mi lado.

     —No me siento yo.

     —Sonará raro, pero, ¿sabes si tu cumpleaños ya pasó? —pregunte curiosa, él me miro como si estuviera loca.

     —¿Tienes fiebre? —pregunto y puso una mano en mi frente, yo negué—. Vanessa, ni siquiera recuerdo mi edad con exactitud, ¿crees que se en que día vivo?

     —Bueno, ni yo recuerdo mucho mi edad, pero has un esfuerzo, ¿si? Estamos ya casi en diciembre, ya sabes, invierno —lo anime, él cabeceo.

     —Supongo que si, ¿por qué? —pregunto, le tendí lo que había encontrado para él, miro la prenda en mis manos—, ¿qué es?

     —Un regalo.

     —¿Por qué?

     —Te lo has ganado —lo anime, me miro con duda, pero tomo la prenda, la alzó a contra luz, era un chaleco, sencillo, pero el detalle estaba en la espalda.

     —¿Alas? —pregunto con burla, yo reí.

     —Eres como el ángel guardián del grupo, así que ¿por qué no? —pregunte, no lo veía tan convencido—. Si no te gusta, está bien... Aunque no lo puedo devolver, ya sabes, no hay a quien —comente.

     —Gracias —dijo y se lo puso, yo sonreí, tal vez sólo lo hacía de momento y a la primera oportunidad se lo quitaba y lo hacía pasar como desaparecido, pero no protestaría si lo hacía—. Hay que dormir un rato, odio admitirlo, pero ésto está muy tranquilo, además, merecemos un descanso.

     —Claro —concorde.


     A la mañana siguiente me desperté por un sonido constante, pum, pum... Pum, pum... Pum, pum... Abrí los ojos, lo primero que vi fue una tela negra que subía y bajaba, parpadee, me levante un poco y vi que estaba acostada en el pecho de Daryl, también fui consciente de que, lo que oía, era su corazón, él tenía un semblante tranquilo, había tomado la bolsa de ropa como almohada, y había dejado que yo lo ocupará de almohada, si que podía llegar a ser lindo.

     Me levante y camine hacia la ventana, había un ruido persistente a fuera, me asomé y quedé impactada con lo que veía, una horda de caminantes, al parecer se habían detenido, estaban desorientados, maldición y nosotros durmiendo tan plácidamente.

     Aunque, pensándolo bien, no había mucho que hacer, salir sería un suicidio, mire el cielo, había más nubes de lluvia, si volvía a ser eléctrica, no había duda que se marcharían, así que deberíamos de esperar.

     —Va... Vanessa... —comenzó a balbucear Daryl, aún estaba dormido, me acerqué en silencio hasta él, comenzó a moverse, estaba teniendo una pesadilla—, ¿dónde..?

     —Shhh... Aquí —susurre y me anime a tomar una de sus manos, se incorporó de golpe, apenas me dió tiempo de detenerlo—. Tranquilo, fue un mal sueño, ya pasó —lo calmé, su respiración se agito, me abrazo y enterró su cara en mi cuello.

     —No te alejes —me regaño, no me había movido ni un centímetro, por lo que sospechaba que se refería a su sueño, comencé a acariciar su espalda, como un mimo, de manera constante, hasta que se calmo.

     —No lo haré —respondí, poco a poco lo solté, él se pasó una mano por la cara.

     —Vaya, ya es de día, debemos de movernos, estarán esperándonos.

     —No creo que sea una buena idea... Hay una horda a fuera, la tormenta debió de haberlos confundido, no tarda en llover otra vez, así que podríamos esperar a que los truenos los ahuyenten.

     —Parece sensato —dijo y se acercó a mirar—. Demonios, ¿son de éste tamaño ahora?

     —Es casi del mismo tamaño que la que vi con Glenn —respondí y me puse a su lado.

     —¿Cómo te deshiciste de esa?

     —La dejamos pasar, estuvimos escondidos unos minutos, y luego los atraímos con el sonido, en realidad sólo los perdimos, no mate a mas de quince.

     —¿Tu sóla? —pregunto con burla.

     —Soy una chica fuerte, Dixon —dije y le dí y un ligero puño en el hombro, él ni se inmuto—. Estaremos aquí hasta que la lluvia se los lleve, ¿qué quieres hacer?

     —Vamos a comer algo —yo iba a protestar, pero me puso un dedo en los labios—, sí, te lo mereces, ve como estás de delgada.

     —Nunca me había visto tan bien —respondí y di una vuelta, él casi ríe.

     —Creo que la chica a la que le apunte con una ballesta hace unos meses tenía un mejor cuerpo —comentó, de inmediato me sonroje, al igual que él.

     —Eres un tarado —dije y me fui a sentar a donde habíamos dormido—, sé cómo me veo, no tienes que recordármelo.

     —Vanessa, perdón, ¿si? —pidió y se sentó frente a mi, yo reí.

     —Eres muy crédulo a veces, es broma, bueno, en parte, se como luzco, pero no me molesta. El hecho de que sea por un bien mayor hace que valga la pena.

     —No deberías de sacrificarte de ese modo por los demás.

     —¡Quién lo dice! Te he visto correr riesgos enormes por todos nosotros, siempre pones tu vida en juego, ¿qué no temes morir?

     —No, ya estamos muertos de algún modo.

     —Deberías de ser más considerado contigo mismo, tu vida es valiosa, sino, ¿imagina con quién saldría a éstas expediciones?

     —Está Glenn.

     —Tu eres más divertido —confesé, me regaló una sonrisa ligera, pero muy bonita, demonios... Si que podía enamorarme de ella.

     Entre más charlas sin sentido terminamos perdiendo el tiempo hasta que la lluvia se llevó a los caminantes, aún con una ligera llovizna, regresamos con nuestro equipo, la ropa nos sirvió, pero luego de hablarles sobre los caminantes, decidieron que era mejor movernos, teníamos planeado otra excursión, está vez para encontrar cosas de invierno, ropa específicamente, en menos de dos semanas volvería a salir con Daryl y Glenn con Maggie también irían por su cuenta, veríamos quien corría con mayor suerte.

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