Resulta que Andrea fue la idiota que no supo diferenciar entre un infectado y un humano, bueno, dos, yo tenía una linda herida en mi brazo, su bala me hubiera dado en el corazón si no me hubiera agachado para revisar a Daryl, ahora estaba en la cocina, tenía a Maggie revisando mi brazo, le hacía una ligera curación mientras su padre atendía a Daryl, éste, por su parte, se estaba encargando de informarles sobre lo que encontró, desafortunadamente para mi, la cosa no pintaba tan bien, Rick quería hablar conmigo después de que me curarán, supongo que se debía al hecho de que Daryl estuviera lastimado y yo no, algo bueno debería de inventar, cuando me puso la gasa con la venda en el brazo, Maggie se alejó.
—Bien, estás mejor, esa bala pudo haber hecho más daño, pero sólo fue un rozón —dijo, yo le sonreí.
—Gracias, Maggie. Se que no me he presentado, pero de seguro ya sabes mi nombre, aun así Vanessa Stride —dije y le tendí la mano, ella la estrechó animada.
—Maggie Green —dijo y me soltó—, entonces, ¿tu novio y tu tuvieron suerte con lo de la niña que buscan?
—¿Novio? No, él no es mi novio —aclaré un poco incómoda—, somos amigos, pero si, encontramos su muñeca.
—Lo siento, es que su amigo Glenn dijo que les iba a conseguir condones cuando fuimos a la farmacia —dijo, yo me puse roja de la vergüenza, ¡maldito chino!
—Pero no, Daryl no es mi novio ni nada de eso —reitere, ese maldito asiático se las vería con mi pie—, ni... Tenemos ése tipo de relación —demonios, no recordaban la última vez que me sentí tan incómoda.
—Supuse que mentía, no es muy bueno con ello ¿no? —pregunto casual, yo reí.
—Tienes razón, es un caos total —dije recordando los breves momentos compartidos—, pero es un buen chico.
—¿Estás enamorada de él?
—No, pero le debo mi vida, mi antiguo equipo me habia abandonado en Atlanta, ése lunático manejo un convertible con la alarma encendida y se llevó a los infectados lejos —explique, ella me miro con curiosidad.
—No los llamas caminantes como ellos —observo.
—Antes de todo esto, era una mujer de ciencia, o algo así, están infectados con algo —dije.
—¿Y crees que sea curable? —que curioso, la misma pregunta en menos de un día.
—No... Estuvimos en el CDC, vimos lo que hacía, reanima a los cadáveres... Aunque hubiera un antídoto que eliminará la infección, dejaría a un cadáver común y corriente, sin vida —le explique, ella bajo la mirada—, ¿a quién perdiste?
—Una madrastra y un hermanastro —dijo, yo asentí.
—Yo perdí a mi mamá, a mi hermano y a mi cuñado —confesé, era fácil hablar con ella.
—Lo lamento.
—Yo también... Por tu familia —especifique, ella me sonrió.
—¿Sabes que las mujeres de tu grupo, Lori y Carol, se ofrecieron a hacer la cena hoy? Están en la cocina, si quieres...
—De hecho... —recorde la serpiente en mi bolsa—, tal vez podrías ayudarme con otra cosa, verás, a mi amigo lo tiró del caballo una serpiente que lo asustó, al caballo, de casualidad la encontré y él dice que le hubiera gustado cazarla para... Ya sabes, comérsela. He oído que si se pueden preparar, de hecho en mi país lo hacen, pero no se ni siquiera como se limpia esa cosa, ¿alguien de tu familia sabrá cómo? —pregunte, ella río.
—Te preocupas mucho por él —observo, reí, ésta chica quería saber si estaba con alguien o quería emparejarme con alguien, ¿por qué?
—Si no hubiera sugerido separarnos, él no estaría con un agujero que atraviesa su cuerpo —dije, ella se sereno.
—Supongo que mi tía Sam puede saber, está afuera con las gallinas, te llevaré, vamos —dijo, yo asentí y la seguí—. Entonces, ¿de dónde eres?
—Soy mexicana —dije orgullosa, ella me miro sorprendida.
—Es que...
—Lo sé, no lo parezco, salvó por mis ojos —ella asintió mientras salíamos de la casa.
Detrás de la casa encontramos a la mujer con un sacó vacío, lo arrastraba con la mirada perdida, estuve a punto de dar media vuelta y simplemente darle la serpiente a Daryl, pero debía de compensar mi negligencia por dejarlo solo, así que soporte a la loca de la tía, Maggie me dejó a solas con ella.
—Hola, soy Vanessa, del grupo que recién llegó —la salude, ella trato de sonreírme, tenía entendido que su esposo se sacrifico para que Shane trajera los medicamentos para Carl, algo que aún no creía.
—Te he visto, tu hombre es al que están curando —otra vez vamos con lo mismo, ¿enserio, mundo?
—Es mi amigo, y quería darle una sorpresa, vera, se que mis amigas se están matando en la cocina haciendo una rica cena, pero logré cazar a la serpiente que lo hizo caer del caballo, y planeaba cocinarla para él, ya sabe...
—Quieres que recupere un poco de su orgullo, yo respeto la tradición —estaba segura de que no entendía que Daryl no era mi pareja, me rasqué incómoda la oreja—. Bien, supongo que necesitas ayuda, despellejarla no es sencillo, y dado que están ocupando la cocina ire por lo que necesitamos, tu ve al tronco de ahí y comienza a hacer una fogata, pequeña, ¿entendido? —pregunto, yo asentí y me fuí, temía que volviera con cuchillos y que tuviera que quedarme a solas con ella, pero bueno, debería de ser valiente.
Hice la pequeña fogata y lleve la víbora a donde me dijo, ella volvió con una tina llena de cosas, primero saco un cuchillo de carnicero y me lo dió, acomodó la víbora en el tronco y me indicó cómo comenzar, le corte la cabeza y la deje a un lado, luego con un cuchillo más fino la corte a lo largo, limpiando su interior, y vaya que hacía falta, algo parecido a un ratón estaba en su cuerpo, trate de no vomitar. Ya limpia la enredé en un palo y la puse sobre el fuego, ella la barnizo con una salsa que había hecho con aceites y especias en un tazón, al acabarla la corte en trozos un poco grandes.
—Felicidades, haz hecho tú primera víbora —dijo mientras limpiaba la poca sangre de sus manos con un trapo, me pasó el mismo a mi, con algo de asco la imite, ya estaba pegajoso.
—Gracias, no lo hubiera podido hacer sin usted —respondí mirando los trozos en el plato, ella cogió uno y me lo ofreció, lo tome dudosa.
—Pruébalo, estoy segura de que no lo haz comido antes —diablos, lo tome y me anime, había olido bien mientras se calentaba, por lo que me lo introduje a la boca, la carne tenía una textura extraña, incluso un sabor algo ácido, pero la salsa lo balanceaba.
—Dios mío, es delicioso —admití y me lo acabe, tarde recordé que sus manos habían estado manchadas de sangre y sólo se había limpiado con un trapo, pero bueno, había comido cosas peores.
—A mi Ottis le encantaba el estofado de zarigüeya, si llegan a cazar una, te enseñaré a prepararla.
—Estoy segura de que debió de ser un gran hombre —comente, ella asintió mientras guardaba las cosas en la tina, incluído el plato con la víbora.
—Lo fue, llevaré esto adentro, tu hombre no podrá bajar a comer, así que le llevarás la comida a su cuarto, el plato lo dejaré en el horno de la cocina, ¿si? —sin esperar respuesta se giró y se marchó.
—Que no es mi hombre —me queje mientras me levantaba, mire a Maggie "hablando" con Glenn en la entrada, lo que me hizo recordar que tenía una plática pendiente con ese idiota, camine en su dirección hasta que vi a Rick caminar hacia mi, Glenn podía esperar.
Alcance a Rick a medio camino, él avanzó y yo lo seguí, esperando mi castigo o regaño, cualquier cosa funcionaba para mi.
—¿Desde cuándo lo sabes? —pregunto cuando estuvimos lo suficientemente lejos de los chicos.
—¿A qué te refieres? —devolví confundida.
—A ésto —dijo y me mostró mi nota con la USB, ah... Eso, bien, era tiempo de decírselo.
—Desde el día en que llegamos al CDC, convencí al tipo de que me dijera lo que sucedía porque encontré nuestras muestras de sangre, todas daban positivo para el virus... Rick, se que no tengo excusa, te lo iba a decir y al resto, pero...
—¿Nadie más sabe?
—No, no sabía como decirles a todos que estamos infectados —admití.
—Yo también lo sabía —dijo de repente, lo mire sorprendida.
—¿Cómo?
—Antes de que lo golpearás me lo dijo... Yo también quería decírselos a todos, pero... Hubiera sido un error, ya están asustados con la desaparición de Sophia, yo lo estoy... No les digas, Vanessa.
—Rick, tienen derecho de saber la verdad, a su momento se les tendrá que decir —dije, él asintió.
—¿Cuándo me lo hubieras dicho tú? —pregunto casi derrotado, yo lo considere.
—Tal vez cuando sintiera que estuvieras listo... O cuando estuvieras en una situación mala, así no le tomarías importancia —me sincere, él asintió.
—Gracias —dijo, yo lo mire, era un gran líder, iba a decírselo cuando nos llamaron para la cena, por lo que empezamos a caminar—, ¿sabes? Pensé que me ibas a regañar por lo que le paso a Daryl.
—No es tu culpa, a él le gusta ir solo.
—Si, pero yo...
—No pudiste hacerlo cambiar de opinión, entiendo —dijo, yo lo mire confundida—. Ya sé que fue su idea el separarse, descuida, no hay regaño por seguir órdenes.
—Pero yo... —dejo de ponerme atención cuando llegamos con Lori, perfecto.
Al entrar fuimos al comedor, casualmente pregunté por quién le llevaría la cena a Daryl, pero Carol se me había adelantado, yo maldije mentalmente, resignada me fui a sentar, habían preparado una mesa por aparte con los jóvenes, yo fui a dar ahí, era incómodo, sólo estaba presente el sonido de platos golpeándose con los cubiertos, y cuando Glenn trato de hablar sólo metió la pata más, como lo tenía a mi lado y a Maggie al frente me acerqué y le susurré.
—Chino, estás muerto —se lo dije en español y muy bajo, a juzgar por su cara, estuve segura de que me entendió y me escuchó, su cara se puso roja.
Terminamos la ridícula cena de agradecimiento a nuestros anfitriones, a propósito me quedé para ayudar, al igual que las chicas, en un momento termine sola con Samantha en la cocina, ella sacó el plato del horno y me lo dió.
—Sube, yo veré qué nadie te note, no lo hagas esperar —me susurro, okey, comenzaba a incomodarme, pero sólo un poco.
Salí de la cocina, Hershel había ido con Rick y Lori a ver a Carl, los demás habían salido, por lo que me colé hasta el segundo piso, no sabía donde estaba Daryl, iba a empezar a tocar las puertas hasta que una voz muy dulce me asusto.
—Está al final del pasillo —dijo, me giré y vi a la hermana de Maggie, ella me miró sin ningún gesto de sorpresa—, descuida, se que eso es suyo, así que no diré nada, ¿mi tía te ayudo a prepararlo?
—Si, muchas gracias, se lo daré y me iré —dije, ella sonrió.
—Papá duerme al otro extremo, revisó sus heridas hace un momento, por lo que no los molestara, debes de estar preocupada por él...
—No es mi novio —la interrumpí, volvió a reír.
—Me parecere a mi tía, pero descuida, no hago ese tipo de comentarios a las personas, aunque se ve que se llevan muy bien —yo asentí—, bien, anda, o papá te pillará en el pasillo.
—Gracias, ¿eh..?
—Beth —se presentó.
—Vanessa —dije y me giré.
Llegue al final del pasillo y toque la puerta, un "adelante" desanimado se escuchó, abrí la puerta, Daryl estaba acostado en la cama, sin camisa, apenas lo cubría una sábana.
—Hola —lo salude, él se cubrió el pecho con la sábana—, vamos, ¿no ganamos hoy confianza? —pregunte caminando hacia él, me senté en la cama, él hizo una mueca.
—Yo tengo más decencía que tu, no voy por ahí quitándome la ropa frente a las demás personas —bromeó, le di un ligero puño en su hombro—, ¿qué llevas ahí? Ya Carol me trajo la cena.
—Lo sé, pero, ¿recuerdas a la maldita víbora que hizo que te cayeras del caballo? —pregunte y le ofrecí el plato, se incorporó—. Te ayudó —dije y le acomode unas almohadas en su espalda, él tomó el plato en el proceso.
—¿Cazaste a la maldita y la cocinaste para mi?
—Si, bueno, la cace porque supuse tenía algo que ver, pero si, la cocine para ti, la experiencia más aterradora de mi vida, ¿has visto a la tía con cara de loca?
—¿Te acercaste a ella? —yo asentí.
—Aunque, por otro lado, tiene un buen sazón, prueba —dije, él asintió y tomo un puño de la carne, se la metió a la boca.
—¿Por que no me trajeron ésto en vez de la comida de las chicas? —pregunto animado y comenzando a devorar a la víbora, sonreí.
—Por cierto, gracias por cubrirme y decirle a Rick que fue tu idea el separarnos... Y también por alejarme de Shane está mañana —añadí, él dejó el plato de lado, por el momento.
—No fue tu culpa lo que me pasó, el maldito caballo era un cobarde, Hershel me lo dijo, y con respecto a Shane, bueno, te dijimos desde el inicio que si querías quedarte, te alejarás de él, además algo en él no me convence... Logró engatusar a Andrea, y a ti te mira raro... Es mejor que lo sigas evitando, de todos modos, no es una gran amistad, no pierdes mucho —dijo y siguió comiendo su víbora, yo asentí.
—Te escucharé, pero... En parte si es mi responsabilidad el hecho de que estés aquí, si no te hubiera dejado...
—Si no me hubieras dejado, tal vez estarías en la cama conmigo o vagando sin rumbo —me interrumpió, un leve sonrojo se asomó en sus mejillas ante lo que había dicho, le sonreí un poco, sabía a lo que se refería.
—Deja que expie mis culpas, me siento responsable —dije, él rio.
—¿Planeas cuidarme? —pregunto con ironía.
—Demostré ser una enfermera útil limpiando tu herida, llegaste aquí sin infección.
—Bien, ya veremos —y adiós víbora, el plato estaba limpio, y no me había ofrecido ni un solo trozo, glotón.
—Bueno, creo que es hora de irme, necesitas descansar y sanar esa herida —me acerqué a tomar el plato, él también se acercó para tomarlo, levante la vista y sonreí—. Yo me hago cargo.
—No eres mi sirvienta.
—Dejá que te ayude un poco, ¿si? —su semblante se puso algo serio y me dió el plato, tome el otro de la cómoda a su lado, me levante y le puse mi mano en su cabeza, por encima de la venda que llevaba por el disparo—. A veces es bueno dejar que se preocupen por ti... Antes de que me vaya, ¿necesitas algo más?
—¿Ya no hay más víbora? —pregunto como un niño, yo negué—. Eres cruel, mujer —dijo, yo reí.
—Vaya, crecí en un día ante los ojos de Daryl Dixon —dije emocionada, una emoción muy fingida, me miro confundido—. Ésta mañana era niña, una estúpida, según específicaste, ahora soy mujer, ve más lento, en una semana ya seré abuela —bromeé, él río, le di un ligero apretón en el hombro—. Descansa, Daryl.
—Y tu también, cuida ese brazo —dijo mirando mi venda, le guiñe el ojo.
—Un raspón sin importancia —respondí, omití el hecho de que bien me pudo haber dado en el corazón si no me hubiera movido.
Con los trastes en mano salí de la habitación, baje las escaleras y fui a la cocina, estaba lavando los platos cuando ví como Maggie salía corriendo de su casa en dirección al granero, tal vez ella se esforzaba en emparejarme con alguien porque le gustaba Glenn, que adorable. Deje los trastes en el escurridor y me fuí a mi campamento, está vez me anime a entrar en el camper, me dormí en el asiento del copiloto, Carol ya estaba dormida, por lo que está noche no hubo lágrimas, ni ruidos, ni muertos, sólo paz.