El Arquero del Fin del Mundo

By diana_herondale

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Vanessa Stride es una chica de origen latino, tiene un pasado oculto entre pesadillas que la atormentarán has... More

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By diana_herondale

    Malditos pies, no se como los jodidos infectados le hacen para caminar por siempre, con eso debería de ser suficiente para matarlos.

     —¿Ya llegamos? —le pregunte a Glenn, él asintió lamiéndose los labios, el agua se nos había acabado hace unos minutos.

     —Ya casi —dijo, me acomodé la mochila en mi espalda y seguí avanzando—, ¿Necesitas ayuda con éso? —me pregunto refiriéndose a mi mochila, le sonreí agradecida.

     —Estás igual que yo, ¿y quieres ayudarme? —él asintió—. No, gracias, a éstas alturas me ayudarías más cargándome que con la mochila —bromeé.

     Alce la vista, estábamos subiendo una pendiente, por eso el esfuerzo era mayor, y al haber oscurecido era más difícil, no veía por donde caminaba, pero supongo que podría ser peor, pasaron otros minutos hasta que comenzamos a oír gritos, mire a los chicos, sus rostros cambiaron a ser de preocupación total, Rick grito un nombre, mientras los otros se ponían a correr, una descarga de adrenalina se desató en mi interior y di el último esfuerzo por correr, en la lejanía distinguía una luz entre los árboles, iba a sacar una flecha, pero Rick me arrojó una pistola, la tome en el aire y entramos al claro de la fogata.

     La escena que había ahí era... Aterradora, dirigí mi arma hacia los infectados y comenzó la masacre, uno se lanzó de inmediato hacia mi, sostuve la pistola con ambas manos y le dispare en el ojo, cayó, luego fue el siguiente, iba a atacar a una mujer afroamericana delgada, le dispare en la pierna para alejarlo, ya en el piso le di el tiró de gracia, vi que los otros se habían dispersado y que más disparos comenzaron a sonar, seguí con mi tarea, ellos venían de una sección del bosque, cuando la encontré me hice un pequeño perímetro, les disparaba, cuando no los tuve tan cerca tome mi arco y preparé los cuchillos, iba intercalando los disparos por estocadas, pronto una cubierta de muerte y de sangre se formó sobre mi, y a mis pies estaban los proveedores de aquella cosa espesa.

     La aniquilación de esas cosas no duró mas allá de unos minutos, cuando acabo, todos los sobrevivientes restantes se reunieron, en el centro una mujer rubia cuidaba de otra, más pequeña y menuda, que tenía marcas de mordidas y estaba llena de sangre, no parecía que fuera su hija, sino más bien, su hermana, por respeto mire a otro lado, Rick estaba con una mujer muy delgada y un niño pecoso, los abrazaba, seguí mi escaneo de todos los presentes, un hombre alto de cabello negro miraba con enojo a Rick, una señora con el cabello corto y algo canoso se abrazaba a una pequeña niña, del otro lado una familia latina, en la extensión de toda la palabra, se abrazaba, de pronto me sentí fuera de lugar en este ambiente, comencé a retroceder hasta que choque con alguien, me giré con el arco en alto, pero la imagen de un viejo con una gorra de pesca me recibió, baje mi arma.

     —Lo siento —dije y di un paso hacia atrás.

     —Tu no eres quien fueron a buscar, me refiero al hermano de Daryl, dime, ¿Tenemos una nueva arquera en el grupo? —pregunto, asentí algo incómoda—, ¿cuál es tu nombre?

     —Vanessa —dije, él asintió.

     —Yo soy Dale, lamento que nos conozcamos en ésta situación.

     —Ya somos dos —concorde y miré el lugar—, ¿qué sucedió?

     —Aparecieron, no los habíamos visto entre los bosques, sólo en la ciudad, pero llegaron hasta aquí.

     —Algo pudo atraerlos —ofrecí.

     —O se están quedando sin alimento en la ciudad —reflexionó, yo asentí, si, podría ser.

     Luego de esa tragedia se dedicaron a alejar a los cadáveres de las casas de campaña, yo les ayude, no sabía a quién dirigirme o si siquiera debía de presentarme, así que me quedé callada cuando acabamos. Iba a permanecer en una esquina sola cuando Glenn me llevo donde estaban los demás, nos sirvieron algo de pescado, comimos en silencio, luego de ver como esas cosas se alimentaron con éstas personas no quería llenar mi estómago, sabría que no aguantaría, cuando acabamos Rick y T-Dog se retiraron, Daryl se fue después, me quedé sola con Glenn.

     —Extraño, ¿no? —pregunto.

     —Sí, siento que llegue en medio de la guerra, pero...

     —Disculpa —me llamo la afroamericana que había ayudado, la miré.

     —¿Si? —pregunte.

     —Mucho gusto, soy Jacqui —dijo y me tendió su mano, yo la tome—, gracias por la ayuda hace un momento.

     —Ni lo menciones —dije—, por cierto, soy Vanessa.

     —Si quieres tengo algo de ropa que te podría quedar... —dijo y miro la mía, yo la imite, demonios, estaba bañada en sangre, asentí—, te la traeré.

     —Te lo agradezco —respondí, ella asintió y se fue.

     Permanecí en silencio con Glenn, la noche había empezado a enfriar, la pequeña fogata a nuestros pies no lograba calentarme, pero supongo que era mejor que nada, unos minutos más tarde la mujer volvió con una blusa y un pantalón, los tome y los puse en mi regazo, luego se fue, mire a Glenn.

     —¿Hay algún lugar donde me pueda cambiar? —pregunte, él lo considero.

     —Sigueme, te prestaré mi tienda —dijo, yo asentí.

     Comenzamos a caminar en silencio hasta una parte lejana de donde estábamos, la familia latina estaba en la tienda a un lado de la de Glenn, él me dijo que me dejaría a solas para que me cambiara, asentí y se marchó, antes de ponerme la ropa limpia me quite la mochila y busque mis botellas de agua, pero estaban vacías, necesitaba lavarme, pensé en pedirle un poco a Glenn, por lo que deje mis cosas ahí y comencé a buscarlo.

     —Glenn —lo llame en un susurro, pero no lo veía, y mucho menos con mi ceguera nocturna—. Glenn —repetí, pero no hubo respuesta, me giré derrotada hasta que me di de bruces con alguien, levante la vista y vi a Daryl.

     —¿Qué haces? —me pregunto con un tono de molestia, o tal ves ese era su tono normal.

     —Buscaba a Glenn, aunque tal vez podrías ayudarme —respondí mientras trataba de enfocarlo con la escasa luz de la fogata, él se cruzó de brazos—, necesito un poco de agua para limpiarme la sangre, una de las suyas me dió algo de ropa y, bueno, no quisiera devolverla con sangre de infectado.

     —¿Por qué les llamas así?

     —¿Te molesta que no les diga caminantes como ustedes?

     —¿Qué te hace pensar que están infectados?

     —Eran como nosotros antes de esto, la enfermedad se propagó, por eso están infectados con ella y buscan contagiarla... Además, prefiero pensar en ello a que son unos putos muertos vivientes...

     —Pero lo son.

    —Lo sé, aún así es mi modo de lidiar con todo esto, conozco la verdad, pero así es más llevadero —dije, él asintió.

     —Ven por aquí —me indico y se dió media vuelta, yo lo seguí, caminamos donde había unos contenedores tirados en el piso, vi un balde y lo tome, él destapó uno y me dió un poco de agua en uno de esos, asentí como agradecimiento.

     Sentí la temperatura, estaba congelada, sin embargo no la podía pedir caliente viendo como estaban las cosas, comencé a frotar mis brazos, mi piel se erizo de inmediato, me eché el cabello para atrás y me lavé la cara, no sabía si tenía algo de sangre en mi rostro, pero por lo menos el sudor se desprendió de mi piel, cuando acabe era un carámbano tiritante, tiré el resto del agua y me incorporé, para mi sorpresa Daryl seguía ahí, frote mis brazos, él se movió por la oscuridad y obtuvo un pequeño trapo seco, me lo tendió, lo tome y comencé a secar mi rostro, luego mis brazos, seguía muerta de frío, pero por lo menos seca.

     —Gracias —dije, me quitó el trapo y lo arrojó por ahí.

     —¿Te quedarás con Glenn?

     —No lo sé, pero dejé la ropa ahí, así que debo de ir a cambiarme... Aunque el hecho de dormir en una tienda no me hace gracia —dije y comenzamos a caminar de vuelta a la tienda.

     —¿Por qué?

     —Ví como sacaron a uno de los suyos de una y... Estando en el bosque, hace unos meses, vi un pequeño campamento destrozado, era en una ciudad lejos de aquí, muy rural —explique mientras recordaba la escena, todo lleno de sangre y roto, dentro de la tienda una persona con girones de carne colgando de su vientre, sip, ahí viene el pescado; ignore la sensación de vómito y me trate de concentrar en otra cosa, iba a seguir avanzando hasta que vi que Daryl no estaba a mi lado, se había quedado frente a la tienda del chino, digo coreano.

     —¿A dónde ibas? —pregunto, agradecí la poca visibilidad que ocultaba mi sonrojo, si, a veces no pongo atención y odio que lo noten.

     —Tengo una pésima visión nocturna... Gracias por lo del agua —dije y avance hacía la tienda, él me detuvo, tomándome por el brazo, ¿demonios, cómo consigue retener el calor? Me estoy muriendo de frío y él está más caliente—, ¿ocurre algo? —pregunte mirándolo a los ojos.

     —Yo no hago esto con mucha frecuencia, pero... Gracias por intentar salvar a mi hermano, los demás no exageran en su comportamiento, era un tipo que no te daba buena espina el solo tenderle la mano, aún así, tu trataste de hacerlo —dijo mientras me soltaba, yo asentí.

     —Tal vez trate de ayudarlo porque no lo conocía —dije, cuando comprendí lo que dije entendí que me había excedido con la sinceridad.

     —Yo no lo creo —dijo, meneé la cabeza sin saber que decir, al parecer él lo notó—, te dejaré para que te cambies.

     —Gracias —respondí, él asintió y se fue, yo entre en la tienda del coreano.

     Ya ahí, procedí a quitarme primero mi blusa, está tenía unas gotas de sangre seca y oscura, además de que apestaba a sudor, la arroje a un lado y me puse una sencilla blusa de algodón de color gris, era de manga larga, me venía un poco pequeña, dejaba parte de mi abdomen al descubierto, pero no era problemático, luego me quite las botas, cuidando de dejar ahí mis tesoros, y seguí con el pantalón, tenía raspones, marcas de suciedad, e incluso de pasto, necesitaba lavar y conseguir más ropa cuanto antes, no podía vivir vistiendo con lo que me daba la gente. Me coloqué el pantalón, éste me venía un poco ajustado en la cadera, era negro, de corte entallado, si el mundo no se hubiera ido al carajo, este conjunto, con otra blusa, habría sido bueno para ir a un bar.

     Cuando acabe guardé mi ropa sucia en mi mochila, pase mi mano por mi cabello, para desenredarlo un poco, pero me detuve cuando escuché unos pasos fuera, tome mi arco, pensé en soltar las cuchillas de mis brazos, pero me detuve cuando oí la voz de Glenn llamándome, deje mi arco y abrí el cierre.

     —¿Qué sucede? —pregunte mientras procedía a acomodar mis cosas en mi mochila.

     —Venía a avisarte que te puedes quedar aquí, yo estaré haciendo vigilancia por unas horas —dijo, aunque había algo más que quería decirme, pero noté cierta duda en sus ojos.

     —¿Sucede algo más? —presione un poco.

     —Mordieron a uno de los nuestros —dijo, sentí una sensación extraña recorrerme, diablos, ya había visto los efectos de la mordida, y era el jodido infierno, si la fiebre no te mataba lo hacía la infección en cuestión de horas.

     —¿Alguien más, aparte de la rubia? —pregunte, él asintió—. Vaya, lamento oír eso, parece que son un grupo unido —comente, él volvió a asentir.

     —De todos modos han estado hablando sobre movernos mañana, no sabemos que tan grande sean las oleadas de caminantes que vengan al bosque y nadie quiere averiguarlo.

     —¿A dónde?

     —Al CDC —dijo, yo asentí, tenía pensado ir con mi grupo hace unas semanas, pero nos atacaron y cancelamos el plan—, oímos unas transmisiones hace poco, tal vez siga en pie.

     —Si, también las oí, sería bueno... Bien, ve a hacer tu guardia, chico, si necesitan reemplazo, cuenten conmigo —dije, él asintió y se fue, yo volví a cerrar el cierre de la tienda y me deje caer en una bolsa de dormir.

     Dos minutos más tarde me estaba quitando las cuchillas de mis brazos, no las había ocupado, pero me dolía todo el cuerpo, la adrenalina de la situación había disminuido y mi cuerpo me estaba pasando una gran factura, masajeé mis muñecas por unos minutos, luego mi cuello, estaba muy tensa, y el hecho de estar en una jodida tienda no ayudaba en absoluto, pasó casi media hora para que me convenciera de dormir un poco, eso si, deje mi arco a mi lado y el arma de Rick, tenía tal vez tres balas, más una en la cámara, pero me serviría si ésto se volvía a repetir, me puse una cobija encima y me quedé dormida.

     El ruido de un disparo me desperto, tome mi arco y salí de la tienda, ni siquiera me había calzado mis botas, cuando ví la imagen que me recibió me sentí tonta y volví a la tienda, la mujer rubia le había disparado a su hermana, que mundo tan jodido, puse mis cosas en orden, me puse mis cuchillas en las manos y salí de la tienda, había decidido dejar mi arco, no me hacía tanta ilusión pasearme como una matona mientras los demás enterraban a sus seres queridos, camine hacia el grupo donde veía a Rick junto con los demás, él al verme me animó a ir con ellos, a paso firme avance.

     —¿Dormiste bien? —me pregunto, asentí—. Bien, te presento a mi esposa, Lori y mi hijo Carl —dijo y me señalo a las personas a su lado, les sonreí un tanto apenada.

     —Mucho gusto, soy Vanessa —dije y les tendí la mano, Lori la estrechó, Carl la tomo, pero le llamó la atención los cuchillos en mis brazos.

     —¿Qué son? —pregunto.

     —Son mis armas —explique, él asintió.

    —Cool —dijo, le sonreí.

     —Rick, ¿hay algo en lo que pueda ayudar? —pregunte, él lo consideró.

     —Estamos llevando a sepultar a los nuestros, pero si gustas puedes ayudarnos a quemar al resto o a recoger el campamento.

     —¿Nos iremos? —pregunte, él asintió.

     —Nuestro amigo esta peor, llegar al CDC es nuestra mejor opción para ayudarle —dijo, yo asentí.

     —Bien, prefiero ayudar a recoger el campamento, el olor de carne podrida quemada me resulta insoportable —admití, él asintió.

     —Te ayudaré —me dijo Lori, yo asentí—. Carl, ve a jugar con Sophia, no se alejen... Ella ha de estar muy afectada luego de la muerte de su padre.

    —Si, mamá —dijo él y se fue, Lori me indicó por donde comenzar, yo la seguí.

     Comenzamos por recoger su lado del campamento, nos detuvimos por un tiempo, pues ella iría a despedirse de los que iban a sepultar, yo estaba reacia a ir, pero me terminó convenciendo, cuando llegamos la chica rubia estaba arrastrando un cuerpo envuelto en una sábana, Lori avanzó donde estaba su esposo, yo me quedé lejos de ellos, apenas los conocía, sería una muestra de hipocresía el creerme parte del grupo luego de una noche, mire a las personas, estaban todos reunidos, eran quince, más el tipo que se había quedado en el camper dieciséis, por respeto no conté las tumbas, pero estaba claro que habían sido más, cuando acabaron de despedirse de los muertos regresamos a terminar de desarmar el campamento, fui con Glenn y le ayude, en un momento una de las varas que sostenía la tela me golpeó y solté una maldición en español, la familia latina a nuestro lado me miró, hablo la mujer.

     —¿Eres latina? —me pregunto, yo me sobe el brazo mientras asentía.

     —Si, por lo que veo ustedes también —observe.

     —¿Tienes familia por aquí?

     —Mi familia murió —dije, vi que Glenn nos miraba.

     —Nosotros tenemos familia, esperamos que estén vivos, hay más de nuestros primos ahí...

     —¿Y?

     —Puedes ir con nosotros —dijo el niño, yo me sorprendí

     —Les agradezco la propuesta, pero... Le debo la vida al chico de aquí, no puedo irme sin saldar mi deuda —explique, él padre asintió.

     Cuando el campamento estuvo desarmado proseguimos a repartirnos en los autos, Rick iría con su familiar y con la de la otra mujer, Dale con la chica rubia, el enfermo y Jacqui, el tipo molesto que supe que se llamaba Shane iría con T-Dog en otro auto, por precaución no subí con ellos y me quedé con Glenn y Daryl en una camioneta que llevaba una moto en la parte trasera. La familia latina decidió tomar su camino por aparte, Rick los dejo ir, nadie se quedaba con ellos por la fuerza.

     El trayecto hacia el CDC fue relativamente tranquilo, por lo que aproveche para afilar mis cuchillas de los brazos, iba en medio de Glenn y de Daryl, quien manejaba la camioneta, por lo que estuvieron atentos a lo que hacía.

     —¿Qué diablos es eso? —pregunto Daryl tomando la cuchilla que me había quitado, yo estaba con la otra.

     —Un arma, estando allá a fuera no me puedo confiar sólo de mí arco —explique, Glenn estaba jugando con mi arco.

     —Se ve confiable, incluso le soldaste cuchillos en las esquinas —dijo y sintió el filo de este, también debía de arreglarlo.

     —Es bueno de lejos, de cerca no lo creo, además las flechas no son infinitas, y si alguna de las cuchillas del arco se atora en sus cuerpos... Bueno, eso es peor, ¿no? Ahí ocupó éstas —dije y me coloqué una, saque el filo y cerré mi mano en un puño—, me arriesgo a un combate de cuerpo a cuerpo, pero es útil

     —El diseño me parece familiar —dijo Glenn mirando mi mano, yo me reí.

     —¿Llegaste a ver X-men? —pregunte riendo, incluso Daryl río está vez.

     —El maldito con las garras de metal, buena elección —dijo y me devolvió mi cuchilla, yo seguí riendo.

     —Si, aunque hubiera querido la visión láser, pero no tuve tanta suerte al momento de recrearla —bromeé.

     En el camino me anime a preguntarles por los nombres de los demás, ya que quería evitar el "hey, tú" o el "oye", me dijeron un poco de todos, la información básica, yo me sentí mejor con lo que averigüe, estaba casi segura de que a Rick y a T-Dog les debían de estar preguntando por mi en éstos momentos, no los culpaba, era normal cuestionarse sobre mi persona, de todos modos no me conocen.

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