Maratón: 1/¿?
Stella Harrinson
Me veo hermosa.
Es lo único que pienso en cuanto estoy frente al espejo, ahorita, justo en este instante, no hay rastro de esa Stella acomplejada que no se sentía conforme consigo misma, por como era, por como se veía. Y no, no sé debe a que de alguna manera esos cinco chicos que tanto he querido se fijaran en mí, porque la manera en la que los demás nos ven, no influye en como nosotros lo hacemos, sino que llega el punto en que uno se reconcilia consigo mismo, y muchas cosas, muchas cosas toman sentido.
La decisión de ir, no fue fácil, incluso aún dudo de que sea una buena idea, pero estas oportunidades solo pasan una vez, y prefiero mirar y recordar lo grandioso o catastrófico que fue, a preguntarme como hubiera sido. Hoy, decidí ir en contra de todo lo que soy normalmente, pues además de ir en contra de lo que dice mi subconsciente, estoy desobedeciendo a papá, en fin, me propuse dejar de ser Stella por esta noche.
Así que no me odien si hago alguna locura.
Le quité el polvo al maquillaje que lleva meses guardado en una gaveta, añadí compacto a algunas imperfecciones en mi rostro, me hice un delineado fino que quedo sorpresivamente bien y en mis labios opté por un color rojo, vivo, candente, seductor, igual al vestido rojo de escote que llega hasta mis muslos y adorna mi cuerpo, resaltando mi silueta.
Abro la ventana de mi habitación, la noche ha caído, y el cielo no parece estar contento con mi decisión, tratando de pasar desapercibida me fijo en que no haya nadie debajo que pueda verme, y cuando me aseguro de que es así, voy sacando mis piernas y quedo en el tejado, por un segundo tengo la extraña sensación de tener un par de ojos puestos en mí, asustada miro rápidamente a los lados, pero no veo nada, me acerco con "cuidado" al borde y como yo no puedo ser más estúpida, pierdo el equilibrio y me caigo de nalgas. Le agradezco mentalmente a papá por cuidar el jardín, porque si no hubiera sido por el césped que amortiguo la caída, sin duda me hubiera roto el culo. Victoriosa, porque sin importar que me haya caído de nalgas del tejado, lo importante es que estoy fuera de casa, me sacudo el culo antes de comenzar a caminar, porque con lo salada que estoy, papá sale y me ve de pie aquí.
Aún estoy asombrada por todo lo que ha pasado estas últimas semanas, es increíble como hay momentos exactos, que cambian el rumbo de nuestras vidas, la Stella de ese día antes de tirar los libros a la basura, jamás imagino que su vida cambiaría tanto, que ella misma lo haría, porque esa versión mía, no estaría aquí justo ahora, esta versión mía, jamás hubiera desobedecido a su padre.
Esa versión mía jamás se habría atrevido a usar este vestido.
No sé cuanto tarde exactamente para llegar a la casa de Harry, pero no fueron más de 10 minutos, le aviso al conductor del taxi que se detenga en cuanto veo la gigantesca casa, abro la puerta y... me azota el miedo, pero ya estoy aquí, no hay vuelta atrás.
—Brillas.
Casi puedo escuchar la voz de mamá hablándome al oído, cuando íbamos a una fiesta, cuando íbamos a un restaurante, cuando estábamos en la playa, cuando íbamos a la feria, cuando me recogía en el colegio, cuando salía con mis anteriores amigos. Me lo decía cada que me veía, quizás porque sentía que me acomplejaba un poco, no lo sé, pero lo hacía y es increíble como una simple palabra puede significar tanto, dejar una huella tan imborrable, que justo ahora puedo recordarla.
Bajo mis pies del auto y la brisa fría de la noche acoge mi piel descubierta, cruzo la calle y me quedo helada cuando veo a los cinco, de pie en la entrada. En un punto todos estaban descuidados mirando hacia otro lado, pero no tardaron mucho en clavar sus ojos en mí, y ahí me olvidé de todo, de las personas, de las malas decisiones, del vestido que llevo puesto, de las diferencias que hemos tenido, del mundo que nos rodea.
Solo fuimos ellos y yo.
Como cuando los conocí.
Sinceramente, este instante es de esos que se quedan gravados con tinta imborrable, no solamente por ellos, o por mí, sino también por todo lo que simboliza. Todo se ha alineado para hacer mi llegada de película, pero que de película, de libro.
Hoy por fin, dejé de ser una simple espectadora.
Soy la protagonista de mi propia historia.
Ellos lucen perfectos, y yo me veo hermosa, nada puede salir mal. Intento dar unos pasos y casi doy un gritito de emoción, porque las cosas si pueden ser mejores, y lo han sido, es solo que me centré tanto en ellos que silencié al mundo y hasta ahora es que soy consciente de la hermosa canción que suena a nuestro alrededor, volviendo el momento más mágico, único e inigualable de lo que ha sido.
Baby, I'm dancing in the dark.
Doy un paso.
With you between my arms
Y otro.
Barefoot on the grass
Las piernas me tiemblan, no tengo palabras para expresar lo feliz que me siento.
Listening to our favourite song
Todos tienen su vista puesta en mí. En mí y nada más en mí.
When you said you looked a mess
Y quiero que todo se detenga, que nos quedemos siempre así. Justo así.
I whispered underneath my breath
Que me miren solo a mi
But you heard it
Tomo una bocanada de aire.
Darling, you look perfect tonight
Y estoy justo frente a ellos, lo primero que me encuentro es la mirada chispeante y devoradora de Aegan quien trae zapatillas negras igual que sus pantalones y una camisa blanca con puntitos negros dispersos por todos lados, su cabello luce un poco desordenado por la brisa, pero aja, es Aegan ¿Qué me esperaba? Pueden decirse muchas cosas de él, como que es engreído, arrogante y otras más, pero nunca que es feo, o que algo no le queda bien.
Paso mi vista al que esta a su lado, y es nada más y nada menos que Heist Stein, trae una camisa vinotinto que realza la tonalidad blanca de su piel, su pantalón es de un azul tan oscuro que por un momento creo que es negro, en cuanto nota mi mirada en él, sus labios forman una sonrisa torcida y siento mis mejillas arder.
El siguiente es Ares, ¡¡¡Y POR LA VIRGEN DE LOS ABDOMINALES!!, debe ser un delito que esa camiseta deportiva azul se pegue tanto a su cuerpo, sus ojos azules se clavan en los míos y me siento hechizada, el cabello se le mueve hacia todas partes y hay algo en medio de sus piernas...
Acaso... ¿Será que?
Me relajo en cuanto veo a Luke y noto que tiene una sonrisa de medio lado, por unos segundos el instinto por no haberlo visto en varios días me invade, pero me contengo, ya eso será más tarde. Mi querido Howland a diferencia de los demás, luce más práctico y menos despreocupado, trae una sudadera negra igual que su pantalón, y gracias a eso, la cremosidad de su piel resalta sin problema.
Y por último, pero no menos importante, esta Jack, mi Jack, nuestro Jack. Que viste con una camisa verde igual a sus ojos y unos vaqueros negros. Por unos segundos siento que también me mira, y no de una manera dulce... sino de algo más allá, como sí...
Tengo el presentimiento de que esta noche no será solo una noche más.
Pero tranquilo Jack. No me quejo.
Es más, si quieres me doy la vuelta, ya sabes "para que me veas la nuca"
Sin duda alguna, si mi subconsciente llevara las riendas de mi vida todo fuera mucho más caótico. Termino de acercarme a ellos para saludarlos y cada uno me da un beso en la mejilla, quisiera decir que no sé me puso la piel de gallina, pero mentiría, porque hasta los pelos de ya saben donde, se me pararon. Por un momento creí que Jack no lo haría, pero todo lo contrario, se mostró amable.
—La cenicienta por fin se volvió princesa. —Aegan es el primero en hablar— Quien lo diría, buena elección ese vestido. Dichoso quién te lo quite antes de terminar la noche.
—Ya déjala Cash. —pide Ares con gracia— ya tiene los cachetes más rojos que el vestido.
Quiero hablar, pero mientras decido que decir, Heist se me adelanta:
—Bienvenida Stella. Esperamos y esta fiesta sea el clímax de muchas cosas buenas.
—De todas maneras, vino fue por mí.
Alardea Luke, ganándose un suspiro de fastidio por parte de todos, excepto de Jack.
—Te ves hermosa Stella.
Comenta Jack y solo eso necesito para que la noche sea perfecta. Estoy a punto de hablar cuando noto a Harry venir hacia nosotros, trae un suéter cuello de tortuga verde y un pantalón negro, se ve imponente, pero no tan emocionado como los chicos frente a mí. Irónico, ¿No? Yo siempre creí que Harry era el típico niñato rico, fockboy que amaba las fiestas y exclusivamente vivía de eso, pero a veces en nuestro interior guardamos muchas cosas.
—Feliz cumpleaños, Señorito.
Me acerco y lo abrazo, su dulce perfume inunda mis fosas nasales y me deleitó por unos segundos en lo bien que huele, puedo sentir los músculos de sus brazos y lo formada que esta su espalda, sin duda, en otra historia, él sería mi chico indicado.
—Gracias Stellita. —me regala una sonrisa de boca cerrada— Bienvenida a la "fiesta sencilla" que montaron tus queridos primos.
—Nunca dije que sería sencilla.
Puntualiza Aegan.
—Yo pedí que fuera así. —suelta Harry con cansancio— hay chicos del instituto que ni topo.
Luke y yo, sonreímos por el tono gracioso de su voz.
—Ve esta fiesta como la oportunidad de conocerlos. — dice Heist y seguidamente suelta un suspiro.
Aprovecho que están hablando entre ellos y me acerco a Luke, alzó mi mano y le revuelvo el cabello, él ojiazul me regala una mirada de desaprobación y yo suelto una risilla descuidada.
—Sabía que vendrías. No ibas a resistirte.
—Estuve a punto de no hacerlo. —le aseguro.
—Pero estás aquí y eso es lo que importa.
La voz de Jack, llama toda mi atención y es el momento justo para decirle que me disculpe si hice algo que lo lastimara, pero todos de la nada, clavan su vista al frente y como yo soy chismosa de nacimiento, también lo hago.
Mierda.
Mierda.
La estúpida de Sasha se baja del taxi sonriente, pero en cuanto me ve, toda la alegría se extingue de su rostro y por unos minutos no sé por qué, hasta que la inspeccionó con mi mirada y noto que trae justamente un vestido idéntico al mío. Los demás están igual de perplejos que yo, pero ninguno se atreve a decir nada, ni siquiera cuando ella se detiene justo a mi lado.
—Hola, Amor.
Saluda ella a su "novio" fingiendo no estar molesta, pero ni siquiera funciona. Aegan se queda perplejo, como si le hubiera dado un cortocircuito y ella se acerca como una loba feroz y le clava un beso. Me torturó visualmente unos segundos hasta que mi salvación también llega al lugar.
Michell.
No me doy unos segundos de detallar al chico de cabello ondulado, porque lo agarro por la mano y me voy disparada con él dentro de la fiesta, su rostro se muestra contraído en una mueca de confusión, pero no se inmuta, sino que me sigue, no entramos a la casa, sino que nos desviamos un poco a la parte trasera, no hay tanta gente aquí fuera, así que me permito respirar.
—¿Qué fue todo eso? —pregunta Michell, mientras se arregla el corbatín negro que trae puesto.
—Sasha y yo, no podemos estar juntas en un mismo sitio.
—Siento celos, celos de esa chica tengo celos. —canta al ritmo de esa canción pegadiza de Fanny Lu.
—No es eso. —miento, para no verme estúpida, pero mis intenciones son nulas.
—Pues prepárate, porque no te libraste de todo exactamente.
—¿Qué?
Pongo una mueca de confusión, pero Michell literalmente salió corriendo y entro en la casa, yo me giro y detrás esta nada más y nada menos que...
Ares Hidalgo.
El Dios Griego.
El cuadripolar.
Mi primer amor. Como queramos llamarlo.
Yo sin otra opción que enfrentarlo, le regalo una sonrisa de boca cerrada y el alza su mano hasta mi barbilla, el contacto de su piel con la mía me hace estremecer y mi lado racional me pide que huya, que... Sus ojos encuentran los míos y me olvido de cualquier pensamiento que haya invadido mi mente.
Nuestras respiraciones se entremezclan cuando él acorta el espacio entre ambos, no logró definir la música que suena a nuestra alrededor, no logró ver si alguien está viéndonos, no puedo hacer nada, porque estoy perdida en él, en el chico que se robó mi corazón por primera vez, gracias al que me introduje en la lectura, con el que leí mis primeras escenas sexuales, ese que me ha acompañado por tanto tiempo.
—Te ves hermosa con ese vestido. —su voz es ronca y repleta de deseo— pero te verías igual sin él.
—Ares yo...
—Shhhhhh... —pone sus dedos en mis labios— No digas nada, solo...
Cierro los ojos por unos segundos y desliza su otra mano por mi cintura para pegarme a él. Su abdomen está pegado al mío, puedo sentirlo. Puede sentirme, encajamos a la perfección.
Mi respiración se vuelve inestable igual que la suya, quiero pedirle que me suelte, pero me pregunto si ¿Es realmente eso lo que quiero? Más, sin embargo, esa pregunta obtiene respuesta en cuanto sus labios encuentran los míos y no pierdo ni un segundo para responder a él, a la suavidad de sus labios, a la profundidad de su boca, a esas ganas de besarle que había tenido, pero había estado suprimiendo.
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Nota de Autor: Epa, epa, cero violencia, ok? Se supone que me adoran por crear tan hermosa historia. Se que pasó mucho tiempo (exagera), pero dejar tu casa, tu familia, el lugar en donde habitualmente vivías, no es fácil, pero en mi caso, necesario. Mi viaje universitario ha comenzado, ya no hay vuelta atrás, he estado expuesto a cambios, muchos cambios y no ha sido fácil, sino más bien agobiante, a veces siento que me falta la respiración, que no puedo continuar, que no puedo, pero saco fuerzas hasta debajo de las piedras y sigo, y sigo, para así un día, poder darles terapia... yo ya les dije, de aquí salen sin estabilidad.
Ok, vamos con el capítulo:
Yo en lo personal estoy feliz por Stella, se que en ocasiones es muy testaruda, pero es una jovencita, y me alegro de que poco a poco, vaya dejando atras esas inseguridades que normalmente cada uno de nosotros suele tener.
Los chicos, perfectos como siempre, pero mi parte favorita del capítulo fue la parte de la canción, deos, yo adoro a Ed Sheeran por crear senda joyita de canción tan espectacular, como lo es Perfect, sinceramente la adoro, y créanme que gritaba de la emoción mientras escribía esa parte, me parece una escena demasiado emotiva, no lo sé, quizás ustedes no la ven así, pero yo sí.
Sasha, pues ojalá alguien le de un puñetazo y la manden a dormir jejeje
Y Ares, ¿Por fin te decidiste chiquito? Este beso era de los más esperados, Stellita toda calladita se los ha besado a casi todos.
Les doy contexto rápido de mi vida: Me enamoré, me enamoré, me enamore. (Chismecito más tarde).
Nos vemos dentro de unos horas con otro capítulo, se los prometo.
Con amor, el chico que quiere acabar con su estabilidad.