Fragmentos: El día del funeral

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Ares Hidalgo

Ya no puedo más...

No hay que ser adivino para saber que... demostrar mis sentimientos no es mi fuerte, que no soy de ponerme a llorar o mostrarme frágil. En cambio, soy de los que se tragan todo, de los que se derrumban dentro de cuatro paredes, de los que se hacen pedazos mientras nadie los ve, porque pienso que así, y solo así, tendré el poder de controlar mis emociones, que nadie sabrá cuánto me afecta algo, nadie nunca sabrá cuál es mi punto débil.

No me llaman el cuadripolar de gratis.

Bajo las escaleras con cautela, hay personas, muchas personas, la mayoría son totalmente desconocidos, supongo que ese es el caso con los funerales, que vienen personas de todas partes, personas que cuando el muerto estaba en vida, no sacaron el tiempo para venir, pero ahora que ya no está, que no pueden verlo, escucharlo hablar o reír, sí están aquí.

Qué irónico es el ser humano.

Algunas chicas al verme, clavan su atención en mí, deslizan sus miradas por el traje negro y ajustado que visto. Me arden los ojos en cuanto con mi vista encuentro el ataúd, el traje comienza a apretarme, la corbata me impide respirar...

Aprieto la barandilla por instinto, me detengo unos segundos y respiro hondo, sin afán, inhalo y exhalo. Llego al piso de abajo y me encuentro dudoso de qué hacer, de adónde ir. Con pasos cuidadosos miro a través de la ventana, que permite visualizar al frente y me pierdo en mis pensamientos, en esa sensación de tener una vida, una familia y no poder recordar nada, es como si... estuvieran ahí, y que sin importar lo lejos que esté, siempre, a donde quiera que vaya, estarán conmigo.

En ocasiones me siento culpable por lo que siento por Stella, por lo que pasó cuando llegué con Heist a mitad de la noche, esa madrugada todo comenzó a salir a la luz y la bomba simplemente explotó. En ese momento, cuando solo fuimos ella, Heist, Jack, Aegan y yo, se sintió bien. Cada roce, cada caricia, cada beso. Pero de alguna manera, sentí que ya compartía eso con alguien más y que con ese alguien, que aún no puedo recordar, hay mucho más que solo deseo o lujuria.

Claro, eso no cambia que estoy aquí y que independientemente de lo que pase o cómo termine, mi prioridad y la de todos ahora es encontrar a Stella, es salvarla.

No podemos perder. No después de perderlo a él.

El aroma a café y los susurros de las personas inundan el lugar, quizás preguntándose qué pasó, cómo pasó y por qué aún no se sabe nada. Los detalles causantes de la muerte no han sido revelados, hay un caso policial en torno a esto. La policía ha manejado todo con discreción, pero los comentarios corren y las versiones de lo que pasó se han diversificado.

¿Pero... qué fue lo que realmente pasó?

Me giro sobre mis pies, levanto la vista al frente y encuentro a Jack, de pie, en las escaleras, con el traje perfectamente planchado, con los ojos hinchados, la mandíbula tensa y la mirada perdida en algún lugar de la sala. Aprieto mis puños a mis costados mientras me debato entre la idea de ir y hablar con él o la de dejarlo lidiar con sus emociones solo, como pueda, en todo caso, tampoco es que sea el mejor de todos ayudando a las personas, no puedo ayudarme yo, menos a otro.

Más sin embargo, aunque todo mi ser quiere elegir la segunda opción, porque quizás es eso lo que me gustaría que hicieran si yo estuviera en su lugar, pero con el tiempo he aprendido que a veces un simple apretón de hombros, una sonrisa cálida o solo un silencio reconfortante pueden hacer la diferencia, pueden ser cruciales y cambiar el rumbo de las cosas.

Me acerco cuando llega al último escalón y nos dedicamos una mirada cálida y a la vez confusa. Miramos a nuestro alrededor y sin decir alguna palabra, entendemos el huracán de emociones que invaden al otro. En silencio, damos pasos dudosos entre las personas y salimos fuera de la casa.

El estacionamiento está repleto de autos, incluso aquí afuera se siente el ambiente pesado, el único ruido es el ocasionado por las pequeñas gotas de lluvia al caer al suelo. El cielo está gris, como si estuviera de luto, igual que nosotros. Me parece interesante la manera en la que funciona el mundo: unos llegan y otros se van, y aquellos que realmente deberían desaparecer siguen por ahí, sueltos y felices.

Jack sigue a mi lado, mirando todo en silencio, quizás con miedo de decir algo, supongo que temeroso de romper el momento. Deslizo mi vista hasta llegar al callejón, ese donde Stella y yo nos besamos por primera vez, antes de todo, antes del caos...

Y los veo, son Aegan, Heist y Luke, ahí, de pie, igual que nosotros. ¿Conectados quizás? Jack y yo compartimos una mirada y sin miedo a mojarnos llegamos a ellos. Los tres levantan la vista y nos miran atentamente...

-¿Tienen noticias? -el primero en hablar es Heist.

-Heist... -susurro- Estábamos dentro de la casa, a menos que...

-Aegan dice que debemos ser cuidadosos. -suelta Luke con la voz temblorosa- Puede haber otro infiltrado entre nosotros...

El Cash se tensa en su lugar y Jack se acerca para colocar una mano sobre su hombro. Aún es raro ver cómo nos hemos acercado entre todos, cómo todo lo que ha pasado nos ha unido en vez de separarnos.

-No permitiré que pase de nuevo. -dice Aegan con firmeza- No seré tan confiado... no...

Su voz se quiebra y pensé que nunca vería eso, que nunca vería a Aegan hacerse pedazos, llorar delante de nosotros, mostrarse frágil y vulnerable.

-No fue tu culpa. -digo sinceramente- No quiero que te mortifiques con eso, nadie lo vio venir...

-Todos confiamos en él... Pensamos que... que era nuestro amigo. -dice Jack, quitando la mano del hombro de Aegan.

-Debemos estar unidos. Muy unidos. -interviene Luke y siento mis ojos arder.

-Debemos estarlo por ella. -esta vez es Heist quien habla.

-Sé que juntos podemos hacerlo. -me atrevo a decirles, porque no podemos decaer ni darnos por vencidos, no podemos bajar las alas, no ahora.

-Es cierto. -me interrumpe Aegan.- No importa qué pase, vamos a hacerlo, vamos a salvarla. Y yo... estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario por ella, por salvarla.

Y los cinco fuimos sinceros entre nosotros, nos hicimos pedazos y también nos ayudamos a reconstruir. Porque no podíamos rendirnos, teníamos que luchar juntos, porque solo así...

Porque solo así podríamos salvarla.

Juntos.

Como un equipo.

El equipo de Wattpad.

La Chica Que Se Enamora De Personajes LiterariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora