Capítulo 34: Parte II

4K 306 192
                                    

Stella Harrinson

¿Quién quieres que te folle primero?

La pregunta se queda dando vueltas en mi cabeza, una y otra vez, recuerdo todo, todos y cada uno de los sucesos que nos trajeron hasta aquí, hasta este momento. Y por primera vez desde que ellos aparecieron, sé perfectamente que quiero decir y por qué...

—No quiero escoger... —todos me miran perplejos— los quiero a todos, quiero que me follen todos, de alguna manera, a la vez...

—Stella... —Fue Jack quien habló.

Y Ares, Heist y Aegan solo compartieron unas sonrisas torcidas, los tres caminaron hacía a mí y me besaron a la vez, Jack al verlo se unió, y fue un beso descontrolado, fueron lenguas sueltas por todas partes, fue saliva por aquí y saliva por allá. Y una idea loca recorrió mi mente, con mis manos, tomo a Heist y Ares por la barbilla, lo hice y ellos se miraron fijamente, quizás con duda, pero lo sabía, sabían lo que quería y lo hicieron, se besaron, delante de mí, por mí, y verlo, fue poesía pura.

Lo mismo hice con Aegan y Jack, quienes se miraron y se resistieron un poco más, pero obedecieron, lo hicieron porque son conscientes del juego perverso que hemos iniciado, uno donde la única regla es follar sin parar. Los veo, y comienzo a tocarme, comienzo a hacerlo y ellos vuelven a mí, pegándose, sintiéndome, ninguno más que otro, sin rivalidades o peleas, todos a la vez, porque yo los quería, y ellos, ellos me querían a mí.

No había que escoger.

Yo los escogería a ellos. Siempre.

Me siento en el suelo porque sé que es más cómodo para todos allí y ellos se inclinan conmigo, Ares y Jack están a mis lados, dejando besos por mi mejilla y por mi garganta, mordiendo de vez en cuando de manera suave mi tierna piel antes de plantar un beso final en mi clavícula y alejarse para mirarme fijamente. Heist y Aegan, están delante, a unos cuantos centímetros, tan cerca que la respiración de todos se entremezcla entre sí, me pierdo en la intensidad de la mirada de cada uno, en la palpable tensión sexual del ambiente.

Me muerdo los labios como antesala a lo que viene, a lo que estoy imaginando. La mirada de Aegan tropieza con la mía y no pude resistirlo más, acorte la distancia entre nosotros y lo besé, luego a Heist, luego a Jack y Ares. Ningún beso fue lento, todos fueron efusivos, rápidos, candentes; nuestras lenguas jugaban, tentándose, destilando deseo. En ocasiones el dolor del rostro por los golpes volvía a mí, pero que ellos estuvieran ahí, me hacía olvidarlo todo, me sentía segura, me sentía querida, y nada iba a arruinarlo.

—¿Deseas esto? —me preguntó Ares con la respiración entrecortada, mientras Aegan deslizaba sus manos por mis muslos.

—Sí —respondí y lo besé por si había quedado alguna duda.

No podía mentir y decir que no había fantaseado con acostarme con ellos, por separado, o a la vez, desde el momento en que aparecieron en mi habitación había querido, me tarde un poco más en comprender mi relación con Luke y lo que quería con él, pero todo casi siempre estuvo claro, así que esto que está pasando justo ahora no es tan descabellado, o que nadie se lo había imaginado y no me siento mal o avergonzaba de desearlos a los cuatro y tenerlos al mismo tiempo si ellos estaban de acuerdo, siempre y cuando todos fuéramos conscientes de lo que eso significa. Y por el ambiente y el deseo que se respiraba en el aire, me di cuenta de que estuve enrollada todo este tiempo, cohibiéndome de mil maneras, cuando no era la única que había pensado en ello, siempre estuvimos a un solo paso de esto, uno que me negaba a dar por completo.

Una mano helada me tomó del cuello y me separó de Ares, quien no dudó en tomar uno de mis pechos con su boca para chuparlo, robándome un gemido audible. Estiré mis brazos hacia atrás, para sostener mi cuerpo mientras echaba la cabeza hacia atrás por la excitación y arqueaba la espalda. Jack no pudo resistirse más y me beso mientras Heist me tenía por el cuello, no fue un beso suave o con ternura, su lengua invadió mi boca de forma brusca y apasionada, como si buscara algo, que se le había perdido hace mucho.

La Chica Que Se Enamora De Personajes LiterariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora