No importa cuantas veces mire la pantalla de mi teléfono, los minutos pasan como si fueran eternidades, nerviosa vuelvo a mandarle un mensaje a Yoongi "¿Donde estas? es hora de entrar a consulta". Decepcionada de que mi mensaje ni si quiera marque en visto apago nuevamente la pantalla del teléfono.
La puerta es nuevamente abierta la doctora que lleva mi caso se asoma a verme, yo niego tristemente, ella asiente y llama a la mujer que esta sentada frente a mi, se nota que su embarazo esta menos avanzado que el mío. Hace una hora que debía entrar a mi consulta, ya cuento con 7 meses y se mantiene la expectativa para el día de hoy para conocer el sexo del bebe, como mi esposo no se ha indignado a aparecer he decidido ir cediendo mi lugar a otras mujeres para hacer tiempo, pero la ultima a entrado eso significa que cuando salga tendré que entrar sin yoongi.
El me prometió que hoy me acompañaría, me dijo una y otra vez que no importaba cuanto trabajo tuviera sobre su escritorio el asistiría. Nerviosamente vuelvo a revisar el teléfono si el no se presenta espero que tenga por seguro que es un hombre muerto.
Otra media hora trascurre y la puerta es nuevamente abierta, la mujer embarazada sale con una gran sonrisa en su rostro, la doctora le da un par de instrucciones mas y la mujer se marcha. La doctora analiza los pasillos buscando señales de mi esposo, tengo que entrar, no puedo desperdiciar el tiempo de una brillante doctora, bastante ya ha hecho con retrasar mi consulta.
-Podemos programarla para otro día- me dice con una pequeña sonrisa- pero tengo la agenda llena y no le aseguro que sea pronto.
Se muy bien que ella es una mujer ocupada y organizada, deben de ser cientos de mujeres a las que atiende día con día y cada una tiene su fecha en especifico y su control especial, no puedo romper ese patrón.
-No se preocupe- digo decepcionada- si usted puede quisiera entrar a la consulta.
Ella observa su reloj en la muñeca, después saca su teléfono supongo yo para checar su agenda y después asiente invitándome a entrar. Me pongo en pie y trato de hacer mis movimientos los mas lentos posibles para ganar otros par de segundos, una lagrima se desliza por mi mejilla cuando escucho la puerta cerrarse detrás de mi.
-¿Como se ha sentido señora Min?- me pregunta la doctora rodeando su escritorio- ¿ha tenido algún problema?
-Gracias a dios no he tenido problemas-digo tomando asiento tratando de no quedar tan pegada al escritorio para no golpear mi vientre- me siento mas gorda y con mas cansancio.
-El cansancio es normal- ella teclea unas cosas en su computadora- ¿ha tenido sangrado? o ¿dolor?
-No-digo con una pequeña sonrisa de alivio- todo ha marchado con naturalidad, solo me cuesta menos poder encontrar una posición cómoda en la cama.
-Bueno venden unos cojines o almohadas especiales para embarazadas, le aseguro que le resolverán la la vida.
-supongo que es momento de probarlo- digo sonriendo.
-Procedamos con la revisión- ella se pone en pie y me hace señas para que la siga- por favor recuéstese en la camilla.
Me dirijo a la camilla que esta rodeada de monitores y aparatos de las cuales desconozco su utilidad, subo con un poco de dificultad pues en este momento no puedo verme siquiera mis pies, mi vientre no lo permite. Con nerviosismo observo los movimientos de la doctora, ella se encuentra colocándose guantes.
-Colocare el gel que sentirá un poco frio- es interrumpida por la puerta siendo abierta escandalosamente, tengo que levantar mi cabeza para poder observar a Min Yoongi correr hasta donde me encuentro con un poco de agitación, gotas de sudor se deslizan por su frente.
-Lo lamento- dice casi sin aire- había mucho trafico y me quede sin carga.
El entrelaza nuestras manos y me da un beso pequeño en la frente, mis mejillas se tornan rojas ante la mirada sonriente de la doctora, seguramente que ella esta acostumbrada a este tipo de actos al tratar con mujeres embarazadas.
-Lo lamento doctora- esta vez se disculpa ante la doctora con una pequeña reverencia- lamento la interrupción.
-No se preocupe- dice ella haciendo un gesto con la mano- apenas estábamos por iniciar, lo importante es que haya llegado.
Yoongi sonríe un tanto avergonzado al igual que yo, la doctora procede a colocar el gel, inmediatamente percibo movimiento en mi vientre, ella coloca el pequeño aparato que tiene forma de pistola de escáner sobre mi vientre y comienza a moverlo, en las pantallas nuestro pequeño bebe aparece.
-Es hermoso- digo emocionada entre lagrimas- esto es realmente hermoso.
La doctora procede a estudiar las imágenes de vez en cuando nos proporciona pequeñas explicaciones, algunas no entendemos bien pero lo único que mi mente logra captar es que todo marcha bien.
-Bueno supongo que no puedo hacerlos esperar mas- dice sonriendo- veamos si nos deja mirar su sexo.
Ella mueve una vez mas el aparato, nos arranca suspiros al ver en la pantalla como el bebe mueve una de sus manos cubriendo su cara, la doctora niega y se enciende mi alarma.
-No quiere mostrarnos- ella mueve mas el aparato- esperemos que se mueva un poco.
-Oh vamos cariño- dice yoongi inclinándose a la altura de mi vientre- deja que mami y papi vean que eres.
Resulta sumamente cómico observar en la pantalla como el bebe se mueve, la doctora suelta un grito de triunfo.
-Que obediente- le toma un par de segundos analizar la pantalla- es una perfecta y sana Niña.
-¡Te lo dije!- yoongi me espanta con su grito y al bebe también- ¡te dije que era niña!
-Muchas felicidades- aplaude la doctora- debe estar muy feliz.
-Por su puesto que si- digo con un pequeño puchero- estoy feliz.
Yoongi frunce el ceño porque sabe que yo estaba muy ilusionada de que fuera un niño, pero como dije anteriormente no importa que sea lo primordial es que este sano y salvo. Terminamos con la revisión, ella me entrega un receta con vitaminas, nos despedimos y abandonamos el consultorio.
-No estés decepcionada- el coloca su brazo sobre mis hombros- ¿en verdad querías mucho un niño no es así?
-Era mi deseo- lo rodeo con mi brazo en su cadera- pero aun así estoy muy feliz.
-Descuida me asegurare de darte ese niño- le doy un pequeño codazo- no seria un buen esposo si no complazco los deseos de mi esposa.
El se encarga de surtir la receta en la farmacia mientras yo voy al baño, últimamente las ganas son incontrolables. Hago mis necesidades y al regresar yoongi me espera con una bolsa llena de cajas de vitaminas. Caminamos hasta el estacionamiento, el me abre la puerta como de costumbre, cuando se adentra ene el auto el primer pensamiento que me cruza es que me dirá que me llevara a casa e ira a terminar su trabajo, pero eso no ocurre.
-¿Te gustaría ir al centro comercial?-su pregunta me deja sin habla- ¿no quieres?
-Creí que regresarías a trabajar ¿no tendrás problemas?- el se encoge de hombros- estoy dispuesta a ir a donde quieras.
El sonríe, me ayuda a abrochar correctamente el cinturón de seguridad para después ponerse en marcha. Absolutamente siempre me impresionara la habilidad de yoongi de conducir con una mano y con la otra sostener mi mano.
No tardamos mucho en llegar al centro comercial, al adentrarnos yoongi toma mi mano y comienza a guiarme, no solemos venir mucho, me pregunto que es lo que necesita comprar.
-Quisiera comprar el primer regalo a nuestra pequeña- el brillo en sus ojos me indica lo feliz que se encuentra en este momento- necesitamos ir comprando cosas.
Realmente no nos habíamos dado la tarea de comprar algo, porque preferíamos mantenernos al margen de la situación, seria horrible que compraras todo para un bebe que no llegara a nacer. Por mas estudios y palabras de aliento por parte de la doctora ese miedo sigue presente en mi, en ambos a decir verdad, decidimos no precipitarnos a comprar, pero a estas alturas y al ver el brillo de yoongi y su sonrisa no soy quien para negarme.
Después de todo hay cientos de estudios que los niños sietemesinos logran sobrevivir, aunque dicen que es mas riesgoso que nazca con 8 meses. Debo relajarme un poco y disfrutar este momento, tampoco es una buena idea que la bebe nazca y no tengamos nada a la mano.
Yoongi me guía hasta una de las tiendas departamentales para bebe, apenas y puede contener la emoción por que corre a los pasillos que indican recién nacido, por mi parte me decido a buscar alguna almohada o algo que pueda utilizar para mejorar mi noche de sueño. Afortunadamente localizo un pasillo con peluches, mantas y un par de cosas mas para bebe y encuentro una gran almohada que tiene inscrito en ella "para maternidad" esta tiene una forma extraña en u la apretujo un poco y me doy cuenta que es muy suave.
-¿Que te parece este?
Aparece de repente yoongi sacándome un susto de muerte en sus manos sostiene un traje rojo de mariquita, en la otra uno de conejo rosa.
-Están lindos- el inclina ligeramente la cabeza no muy satisfecho con mi respuesta- ambos son muy lindos.
-Buscare mas- desaparece nuevamente.
Una vendedora del departamento me intercepta y me brinda ayuda, es una mujer al menos en sus 40 años.
-¿Es primeriza?- yo asiento- no te preocupes yo te instruiré de lo que puedas necesitar.
Ella comienza a hablar rápidamente iniciando con los biberones la manera correcta de lavarlos, prosigue con el cambio de pañal, las mil formas en las que un bebe puede orinarte, las papillas y fórmulas mas recomendadas y cuando yoongi aparece nuevamente se encuentra con la escena de la mujer masajeando su pecho explicándome como se utiliza el succionador de leche materna.
-Debes masajear y de esta manera.....
-¿Podemos irnos?- pregunta yoongi interrumpiendo- tengo otras cosas por comprar.
-¿Usted es el padre?- pregunta ella a lo que yoongi asiente. Rápidamente inicia una charla sobre como debería masajear mi pecho para que salga mas leche, la mujer llama la atención de los demás clientes.
-Muchas gracias por la información- digo apenada- pero por el momento solo llevaremos esto.
No es que me de vergüenza hablar sobre esto porque se que es por algo que tendré que pasar, es algo natural que todas la mujeres vivimos pero si es incomodo que una desconocida te lo explique en un centro comercial ante la mirada de todos. Esta es una platica que reservo para tener con mi madre, son sus consejos los que verdaderamente deseo escuchar.
-Aigo son muy jóvenes e inexpertos- al parecer se ha molestado- ¡necesitan recibir información! los jóvenes son muy ingenuos creen saberlo todo y después los abuelos los terminan criando.
Nos alejamos ignorando las palabras de aquella mujer, incluso al pagar en la caja podemos escucharla hablar de nosotros con otra pareja, no pasa mucho para que vuelva a iniciar con su charla informativa. Yoongi compra al menos cuatro trajes, un par de biberones y unos pequeños zapatos blancos. El no me pregunta nada sobre la extraña almohada, en realidad el casi nunca cuestiona sobre mis compras.
-Nos da tiempo de comer un helado- informa yoongi- antes de ir por Min Hee.
Me dice cuando salimos de la tienda como a mi me es complicado subir al área de comida me pide que lo espere sentada en una pequeña jardinera que se encuentra al centro del lugar en el que varias personas se encuentran sentadas. Obediente tomo asiento, me aseguro de que las bolsas no estorben a nadie mas.
El no tarda mucho en regresar con dos conos de nieve, se sienta a mi lado y me lo entrega, ambos disfrutamos del momento en silencio observando a las parejas pasar muy sonrientes y a los niños con sus pistolas de burbujas es muy común que sean utilizadas aquí porque en cuanto las compran desean utilizarlas.
-¿Has pensado en un nombre?- me cuestiona yoongi- ¿o cual es tu nombre favorito?
-No lo había pensado yoon- no me había dado la tarea de pensarlo- en lo único en lo que he pensado es en...
Dejo mi frase al aire porque caigo en cuenta que siempre que el esta junto a mi le doy voz a mis miedos y olvido lo demás. Claramente el se percata de hacia donde iba mi platica así que prefiero quedarme callada.
-Pero podemos hacer algo- digo sonriendo- como tu acertaste y como lo habíamos mencionado anteriormente dejare que tu decidas el nombre.
De la emoción yoongi aplasta el cono de nieve haciendo que esta comience a deslizarse por su mano, no le toma importancia por que lo tira en un cesto de basura, cuando regresa le entrego un par de pañuelos para que se limpie.
-¿Estas segura que me dejaras decidir eso?- me pregunta aun sin poder creerlo- será nuestro primer hijo.
-Si cariño- digo tiernamente- quiero que tu decidas.
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-¿En verdad estas llorando?- le pregunto a mi madre a través del teléfono- incluso yoongi te acompaña en tu felicidad.
Ya es de noche cenamos y Min Hee se fue a dormir después de hacer sus deberes, llame a mi madre para darle la noticia a petición de mi esposo, ahora ambos lloran a través del teléfono, el quería escuchar su reacción y simplemente no ha podido con las emociones de mi madre, incluso a mi se me desliza una que otra lagrima.
-Mi hija será madre- escuchamos como suena su nariz- tu padre no puede ni hablar.
Finalizamos la llamada con los rostros húmedos y las emociones a flor de piel, mi madre ni si quiera se mostro decepcionada cuando escucho que le he dado el privilegio a yoongi de escoger el nombre, claramente ella aporto algunas ideas pero lo alentó para que se decidiera por el que mas significado tuviera para el.
Como es nuestra costumbre en la noche el se dedica a mimarme y consentirme un poco, esta noche es un poco diferente a otras porque juntos nos dedicamos a imaginar los deseos que tenemos para nuestra futura hija y la manera en que trataremos de que Min Hee se adopte a la situación.
-Esta claro que ninguno de nosotros sabemos como es criarse con un hermano- dice el casi en susurro- pero trataremos de hacer lo mejor.
-Todo saldrá bien- digo ilusionada- tomara un poco de tiempo pero ya veras que Min Hee estará encantada con tener una hermana pequeña.
-Hay muchos años de diferencia de por medio- el cubre nuestros cuerpos con una manta- no estarán en la misma sintonía.
-Lo se- acaricio su cabello- pero no debemos temer de algo que aun no sucede.
Son las palabras que suelo decirme durante el día cuando el miedo es mas intenso que mi razonamiento, algunas veces si funciona pero otras no. El trata de acercarse mas a mi pero mi almohada se lo impide, realmente es muy cómoda y en cualquier posición puedo acomodarme, claro menos boca abajo hace mucho que deje de dormir de esa manera, lamentablemente.
-No llevas ni una noche- dice con la voz ronca- y ya odio esta estúpida almohada.
-Quisiera decirte que no funciona pero es muy cómoda- me remuevo un poco- espero que me ayude con mi dolor de espalda.
-Si te funciona no pondré objeción alguna- me sonríe- trata de descansar cariño, esto debe ser muy difícil para ti.
Desafortunadamente para mi esposo algo dentro de mi me dice que dormiré como un bebe y esta almohada se convertirá en mi mejor aleada en lo que resta mi embarazo.
NOTA: No me decidía por el sexo jejej se que he estado atrasada pero espero irme poniendo al corriente pronto
Gracias por todo