Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️

Cap. 59 - Perdida de la humanidad.

⚠️⚠️Contenido violento no apto para todo público⚠️⚠️

León se acercó para levantar a Johanne y cargarla en su hombro. La llevó hasta el interior de la construcción principal de la zona de entrenamiento, mientras ella pataleaba y se retorcía intentando soltarse. Miraba a Garett con odio sabiendo exactamente lo que iba a pasar con ella una vez que la encerraran en aquel lugar.

Sin duda, los papeles se habían invertido.

Su karma llegó en forma de un cuarto completamente vacío que ya había estado listo para su llegada desde hacía meses. En el centro había una silla con correas de piel para atarle las manos y los pies, para que de esta forma no pudiera moverse. Y una mesa con artefactos que fácilmente podían usarse como utensilios de tortura. La dejó en la silla, la amarró y finalmente salió, cerrando la habitación detrás suya, ignorando completamente los gritos, insultos, súplicas y gimoteos.

— ¿Que vamos a hacer con ella? —preguntó León aún sin tener claro si iban a matarla o el trabajo requería hacer algo más antes, ya que él no sabía quién era ella, ni las razones del porqué la buscó tan insistentemente. Asumió que solo se trataba de otro trabajo de Garett.

— Esa decisión no nos corresponde a nosotros —respondió Garett encendiendo el cigarrillo que yacía en sus labios. León notó el ligero temblor en la mano de Garett que hacía danzar la llama de un lado a otro. En sus años a su servició había visto una sola vez su pulso temblar de esa manera. La única vez que tuvo que contenerse.

— ¿Entonces a quién? - Volvió a preguntar confundido. El silencio confirmó que no era un trabajo cualquiera. Era algo personal.

Tom y Scott pasaron por Gisell al centro comercial tan solo 15 minutos después de que Garett se había ido. La situación era confusa y ella tenía un extraño vacío en el estómago. Trato de averiguar qué era lo que pasaba por medio de Tom y Scott, pero ellos tampoco tenían respuestas, Garrett sólo les había dicho que fueran por ella, la llevaran a casa y después la llevaran al lugar de entrenamiento.

Y así lo hicieron, una vez en el departamento ella se cambió la ropa que llevaba por una más cómoda. Los escuchó murmurando en la sala de estar, esperaban por ella. A pesar de que había tenido una prueba de confianza bastante fuerte con ellos, aun así, no volvería cometer el mismo error de confiar ciegamente en las personas.

Por lo que cuando ellos le dijeron que la llevarían al lugar de entrenamiento en medio de la noche, sin explicación alguna, ella no puedo hacer más que prepararse para cualquier cosa que pudiera pasar o que pudiera salir mal.

Se puso un pantalón negro y un suéter holgado del mismo color para poder camuflar el arma que se guardó en la espalda baja. Además de un par de cuchillos que se guardó en las botas negras que tenía puestas.

Clavó su mirada en el suelo y suspiró profundamente. Ahí estaba, la incertidumbre, los recuerdos intrusivos y el escalofrío que se colaba hasta sus huesos. Poco recordaba sobre cómo se sentía el miedo.