Cap. 28 - Gisell

2.6K 198 5
                                    

-Quédate aquí, no te muevas y no hables con nadie - Dijo Alek antes de seguir avanzando.

Lo vi caminar hasta salir del gran salón por las mismas puertas por las que habíamos entrado, sin saber que hacer exactamente me di la vuelta y comencé a mirar a mi alrededor.
Si Alek me había dicho que no hablara con nadie debía tener sus motivos y definitivamente yo no tenía ningún interés en conocer a alguna de esas desagradables personas.
A lo lejos pude observar como muchos me miraban y lanzaban comentarios que no podía escuchar. El hecho de tener tanta atención y encontrarme completamente sola me hacía sentir tan nerviosa que las piernas me temblaban.

-Pareces perdida... ¿A dónde fue Alek?- Preguntó alguien a mis espaldas, yo me giré rápidamente pero no contesté nada, no quería desobedecer a Alek y buscarme problemas - ¿Qué pasa? ¿No hablas?

Me di cuenta que se trataba del hombre que había estado observándome de manera diferente antes, aquel tipo rubio vestido completamente de negro. Lo miré detenidamente, había algo en él que parecía sumamente sospechoso. Me miraba con una media sonrisa en el rostro mientras sostenía un vaso de licor en su mano derecha. Llevaba puestos unos extraños guantes de piel negros y a diferencia de cuando llegamos, las mangas de su camisa estaban arremangadas hasta los codos. Entrecerré los ojos para observar mejor que en sus brazos había pequeñas manchas casi imperceptibles de sangre seca.

- No te preocupes, no creo que a Alek le moleste que hables conmigo... él y yo somos viejos amigos así que no me tengas tanto miedo, me llamo Garett -Su sonrisa se amplió y me miró de arriba a abajo - ¿No te sientes incomoda con eso? No creo que haya sido muy inteligente de su parte dejarte con este montón de depravados pervertidos vestida así - Dijo mientras le daba un trago a su vaso.
-¿Tú eres un depravado pervertido? - pregunté seriamente después de un largo momento de silencio.
-Afortunadamente no, pero deberías tener cuidado.
- Lo tendré en cuenta - respondí sonriendo falsamente por medio segundo, él me miró detenidamente, como si estuviera intentando analizarme justo como lo había hecho antes. Junto a él, pasó una mujer con una bandeja llena de bebidas, la detuvo por un momento y tomó una copa.
- Parece que lo necesitas, te ves algo tensa - Extendió su mano con la copa hacia mí pero no la tome, solo me quedé mirándola por un momento.
- No acepto bebidas de quien no conozco... - Al escuchar esto él rió a carcajadas.
- Chica lista - Se bebió de un trago lo que quedaba en su vaso, además del contenido de la copa y dejó ambos vasos de regreso en la charola de la mujer quien enseguida se marchó dejándonos solos una vez más - ¿Siempre has sido así de desconfiada o es un hábito adquirido desde que estás con Alek? ¿Tan mal se ha portado? - Una vez más me quedé en completo silencio, él suspiró hastiado - Vamos... habla un poco conmigo, no es que vaya a hacerte daño o algo así - dijo fingiendo una cara triste.
-Alek me pidió que no hablara con nadie, lo siento... - Al escuchar mis palabras, la sonrisa volvió a su rostro.
-¿Alek te lo pidió o te lo ordenó? - Preguntó irónicamente. Me había atrapado, había sido un error hablar con él. Me miró con los ojos entrecerrados y dejó escapar una risa ante mi silencio - Que interesante... Estos meses se ha hablado mucho de ustedes dos, se han convertido casi en celebridades de nuestro bajo mundo - habló aumentando su sonrisa mientras comenzaba a caminar lentamente a mi alrededor.
-¿Por qué? -
- No todos los días un peleador talentoso se mete en problemas por salvarle la vida a una niña - Dijo él casi susurrando, inclinándose para quedar frente a mi rostro , su sonrisa había desaparecido y entonces lo vi a los ojos, aquella mirada fría y llena de determinación me provocó escalofríos - Ni tampoco todos los días una niña le rompe el ego a Darko, el hecho de que casi lo mates le dejó un muy mal sabor de boca.

Escuchar ese nombre de forma tan repentina fue como recibir un golpe directo en el abdomen, el aire se escapó de mis pulmones, comencé a sudar frío y las manos me temblaban incontrolablemente. De pronto el efecto de las pastillas había desaparecido por completo. De forma fugaz pasaron por mi mente mil posibilidades. ¿Eran conocidos? ¿Acaso lo había enviado por mi? ¿Lo ayudaría a vengarse por haberlo apuñalado? La duda me llenó de pánico.

Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️Where stories live. Discover now