Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️

Cap. 39 - Deseo.

El día de la pelea llegó, aunque intentó negarse, tuve que insistir en acompañarlo. Era la primera vez que le pedía algo así, por lo que no pudo negarse.
Estar ahí por voluntad propia, viendo la pelea, rodeada de personas extrañas, se sentía completamente diferente a las experiencias anteriores. No se sentía mal, había implícito un sentimiento que casi parecía ser orgullo al ver a Alek ganar igual que siempre a pesar de la paliza que había recibido con anterioridad.

Aquel día Garett no apareció por ninguna parte. Alek se dió cuenta de que miraba constantemente a mi alrededor para buscarlo por lo que me dijo que estaba haciendo un trabajo que aparentemente era muy importante y por eso no estaría por ahí ese día, lo llamó "Limpiar para Kronos". Aunque tenía mis dudas al respecto, casi estaba segura de que eso significaba que posiblemente estaba matando a alguien por lo que no pregunté más.

Alek estaba siendo tan atento y amable conmigo que se sentía como convivir con una persona completamente diferente. Las cosas habían cambiado después del incidente de Darko, él parecía haber comenzado a confiar en mí y mientras tanto yo había comenzado a dejar de lado mi miedo hacia él, aunque siempre me mantenía alerta pues no estaba segura del todo que no volvería a perder la cabeza.

Había sido cuidadoso desde el momento en que llegamos, él e Iván habían dado una ronda por todo el lugar para asegurarse de que Darko no aparecería por ahí de nuevo, ya que aunque era otra ubicación que la pelea anterior, podía fácilmente saber dónde sería la pelea con solo preguntarlo a la persona adecuada.

Aurora esta vez estaba sentada con un grupo de hombres que no parecían ser realmente malos, aún así, Iván mantenía su mirada sobre ella a lo lejos, cuidándola en todo momento. Últimamente parecían algo dispersos. Como si estuviese pasando algo que solo ellos dos entendían y al preguntar no obtuve respuesta de ninguno.

- ¿Nos vamos a casa? - Preguntó una vez que había salido del vestidor completamente listo para irse.
-Claro, vamos - Tomé de un trago lo último que quedaba de la margarita que estaba bebiendo y me puse de pie de un brinco - ¿Iván fue por Aurora?
-Ellos van a quedarse, tienen cosas que hacer todavía por aquí pero yo no quiero quedarme más de lo necesario.
-Entiendo... entonces vámonos - Caminamos hacia la puerta mientras él mantenía su brazo por encima de mis hombros.

Podía observar las miradas furtivas de las personas a nuestro alrededor, además de algunos murmullos que aunque no era capaz de entender, estaba segura que se trataba sobre lo ocurrido en la pelea pasada.
Observé a quienes incluso estaban señalando en nuestra dirección, pero al regresar la mirada al frente, me di cuenta de que una mujer se interponía entre nosotros y la salida, con una media sonrisa plantada en el rostro.

-Aleksei... es un gusto conocerte por fin - Habló ella con una seguridad absoluta. Su cabello ondulado caía por encima de sus hombros enmarcando su figura. Tenía un estilo realmente digno de admirar, pues parecía incluso destacar entre las otras personas del lugar. Era realmente muy hermosa y parecía tener una personalidad demasiado atrayente y extrovertida - Sé que no me conoces pero he visto varias de tus peleas. Esperé a que terminaras y me preguntaba si podía invitarte algo de beber... si no quieres aquí podría invitarte a otro lado.

Me desagradaba el hecho de que la gente no tuviera el suficiente sentido común como para darse cuenta de que no era un buen momento para invitarlo a salir o coquetearle indiscriminadamente. Yo no era invisible ¿O si?. Aclaré la garganta pensando que tal vez no se había dado cuenta de que estaba justo a su lado debido a la imponente presencia de Alek, pero ella solo me miró y amplió su sonrisa de forma agradable.

-¿Quieres acompañarnos? - Preguntó ella antes de volver a dirigirse de nuevo a Alek - ¿Es tu amiga? ¿O tal vez tu hermana?

Escuchar la risa discreta de Alek me desconcertó por un momento, al igual que me sorprendió verme a mi misma tan indignada por un comentario tan indefenso. ¿Por qué me molestaba tanto?
Me temía que luego de romper el hielo de esa forma él terminara aceptando, no quería tener que quedarme a un lado viendo cómo se le insinuaban a Alek... otra vez. Era más popular entre las mujeres de lo que imaginaba y aunque nunca aceptaba nada de ellas, me sentía incómoda al respecto.