Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️

Cap. 14

Desperté con el fuerte sonido de golpes secos provenientes de afuera de la habitación, lo primero que pensé fue que la puerta estaría cerrada y que no podría salir. Pero cuando giré manija, la puerta se abrió sin ningún problema, me quedé un momento pensando en si sería una buena idea salir, no tenía fuerza ni siquiera para responder en caso de que Alek o quien fuera me preguntara la razón de haber salido de la habitación. Pero finalmente, ganó la idea de que si no quisiera que saliera, la puerta estaría cerrada con llave como siempre.

Cuando salí lo primero que vi fue un pasillo completamente gris, había algunas habitaciones cerradas y otras completamente vacías. Todo parecía tan frío y solitario que me deprimió aún más y me brindó una sensación de intranquilidad que me hacía temblar. Al final del pasillo estaban los aparatos para hacer ejercicio que ya había visto.

A un lado de todo había un enorme sacó de boxeo siendo golpeado repetidas veces por Alek, tenía puesta ropa para entrenar, una camiseta sin mangas blanca, en las manos llevaba puestos guantes negros de boxeo. No podía evitar dar un pequeño respingo con cada golpe demasiado fuerte que le daba al saco, el cual parecía que se rompería en cualquier momento. El eco del lugar casi hacía retumbar las paredes, dándole un toque aún más aterrador.

Y definitivamente no pude evitar darme cuenta de todo el daño que realmente podría hacerme si se lo proponía, me di cuenta que conmigo, había usado apenas una pizca de la fuerza que realmente tenía. Pensar en lo mucho que podría lastimarme si tan solo lo molestaba o lo encontraba en un mal momento me hizo asustarme aún más.

Él se dio cuenta de que lo estaba mirando, volteó a verme y se limpió un poco el sudor de la cara sin apartar la mirada de mi. Apenas comenzaba a caminar hacia mi cuando me di la vuelta y le di la espalda, caminando lo más rápido que pude de regreso a la habitación. Prácticamente corriendo cuando ya no podía verme. Justo cuando estaba a punto de llegar, de la habitación junto a la mía salió el chico rubio de la noche anterior, quien me dedico una sonrisa como saludo, pero en lugar de responderle, solo entré a la habitación, aterrorizada de que le dijera algo a Alek o que le molestara que tuviera siquiera contacto visual con alguien más.

Volví a acostarme en la cama con la cara mirando a la pared, abrazándome a mí misma sin ganas de nada. Sin poder ni siquiera moverme de nuevo. Sentí como si todo mi cuerpo se hubiese vuelto increíblemente pesado. Simplemente quería quedarme así y no moverme nunca más.

 No pasó mucho tiempo hasta que alguien llegó a la habitación, la puerta estaba abierta pero aun así tocaron, no respondí más por falta de fuerza que por miedo, pero aún así a la habitación entró el chico rubio con más comida, escuché que la dejó sobré el mueble y tomó el plato con la comida intacta de la noche anterior.

-Sé cómo debes sentirte... pero tienes que comer algo, tal vez eso te haga sentir un poco mejor - se quedó en silencio un momento, intentando analizar su siguiente movimiento - me parece que no me presenté de forma adecuada ayer, mi nombre es Kalev... Tal vez las circunstancias no son las mejores, pero me da gusto conocerte.