Cap. 65 - Mal Augurio.

1.5K 168 124
                                    

— Tenemos que hablar —me dijo Alek aun abrazándome.

— Oh por favor, apenas voy llegando no me bombardees con malas noticias —Lo aparte de mí y lo miré.

— Tal vez quieras ponerte cómoda primero... si tú quieres, claro —Me recorrió con la mirada de arriba a abajo y recordé que aún tenía puesto el revelador vestido y los tacones, obviamente no podía robarme la pijama de Julien—. Aún queda algo de tu ropa en tu habitación, no moví nada, todo está tal como lo dejaste.

— Si, creo que eso haré —Comencé a caminar hacia la que era mi habitación, pero antes de ir al pasillo me giré para mirar a Alek y lo capturé viéndome—. Eres un mirón —Me burlé y pude ver su sonrisa antes de ir al pasillo.


Tal como había dicho, todo estaba intacto, cada una de las cosas que había dejado atrás cuando me fui seguían en el mismo lugar, no pude evitar recordar el hecho de encontrarme con mi habitación vacía en la casa de mi padre y me pareció un gran detalle al punto de conmoverme un poco.

Estaba consciente de que probablemente estaba comenzando a suplantar mis problemas paternos con lo que Alek hacía por mí.
Si no tenía cuidado podría terminar proyectando en Alek o en Garett la necesidad de protección y amor que siempre espere obtener de mi padre.

Me dejé caer sobre la cama y suspiré, ya era tarde, me sentía tan cansada que, así como estaba me quedé dormida.


Esa noche tuve un terrible sueño que le adjudiqué al cansancio y el exceso de alcohol del día anterior, en el sueño me veía a mí misma gritando y llorando desconsoladamente. Luchaba por alcanzar algo o a alguien mientras una fuerza abrumadora me jalaba hacia atrás y no me dejaba respirar.


Desperté tan sobresaltada que casi caigo de la cama, me llevé las manos a mi cara para darme cuenta de que estaba llorando en verdad, me levanté aun respirando agitadamente y comencé a dar vueltas en el cuarto intentando disipar la sensación que me había dejado ese sueño tan terrible.

Miré el reloj, eran las 8:00 am, ya cuando se me había pasado lo adormilada me di cuenta de que ya no tenía puestos los tacones y estaban perfectamente acomodados junto a la cama. Alguien había entrado para quitármelos y me había cobijado mientras estaba dormida, obviamente ese alguien había sido Alek.

Me quité el vestido para ponerme algo más cómodo y salí de la habitación, todo estaba en silencio, cuando llegué a la cocina vi a Alek sentado en la mesa con una carpeta frente a él.


— ¿Este es el momento en que me interrogas para saber en donde estuve ayer? —Me sentí repentinamente condenada.

— No Gisell, la verdad no me interesa en donde estuviste —respondió seriamente clavando su mirada penetrante en mí.

— ¿Enserio? Porque supe que estuviste buscándome —Estaba confundida por lo que decidí escucharlo.

— Estaba preocupado de que algo pudiera pasarte, pero sé que puedes cuidar de ti misma, así que no voy a meterme con tus decisiones, si estuviste con alguien bien por ti, lo que importa es que la hayas pasado bien —Habló tranquilamente.

— Claro... ya enserio ¿cuál es el truco? Eso no suena a algo que tú dirías —me burle mientras me sentaba en la mesa, dejando una silla de separación entre nosotros.

— Es la verdad y tenemos que hablar de algo más importante —Habían sido muy pocas veces las que había visto a Alek así de serio, lo que significaba que lo que iba a decir era realmente importante.

Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️Where stories live. Discover now