Cap. 19 - Cuidala.

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Kalev se detuvo frente a Alek, quien lo miraba con seriedad pero al mismo tiempo con curiosidad por lo que estaba a punto de decir. Después de que Alek lo golpeara y lo amenazara para que no volviera, realmente le sorprendía que estuviera ahí de pie frente a él. Era más de lo que la mayoría de la gente hacía al verse amenazados por él y eso lo sacó de su zona de confort por completo. Se sintió repentinamente amenazado por esa actitud confiada y aparentemente despreocupada. Como si de alguna forma estuviera seguro de que Alek no le haría ningún daño.


-Voy a volver - Afirmó Kalev mirando a Alek directamente a los ojos - Y voy a seguir hablando con ella, no importa cuántas veces intentes amenazarme o golpearme.

-Tu enserio perdiste la cabeza ¿No? - Preguntó incrédulo por las palabras que estaba escuchando - No recuerdo haberte golpeado tan fuerte como para que estés diciendo incoherencias. 

- Lo digo muy enserio... Alek, no puedes simplemente echarme de aquí.

-¿No? ¿Quieres que te demuestre que sí puedo hacerlo? 

-No vine aquí para pelear contigo, ni siquiera para que sigas entrenándome, si estoy de regreso aquí y ahora es por ella.


Al escuchar aquellas palabras Alek apretó la mandíbula, dio un paso al frente quedando aún más cerca de Kalev y lo miró de forma amenazante, como esperando a que se retractara o se asustara lo suficiente como para irse, pero en lugar de eso, no se movió ni un milímetro, se quedó ahí viéndolo a los ojos y manteniendo su posición firme. La situación comenzaba a salírsele de las manos a Alek y eso lo enfureció por completo.


-¿Tienes alguna idea de la gravedad de lo que hiciste? Ibas a ponerla en peligro al ayudarla a escapar.

Kalev miró a Alek con desconcierto - ¿De qué rayos hablas? ¿Al menos viste de qué era la llave antes de sacar conclusiones? - Alek se quedó en silencio, tras darse cuenta de que efectivamente, no lo había hecho - No era la llave de la salida, Alek... era la llave de su habitación, quería que ella la tuviera para que pudiera abrirla y cerrarla cuando quisiera y que de esa forma se sintiera más segura.

-¿Y tu porque mierda tenías una llave de su habitación?- Preguntó Alek empujándolo hacia atrás con tanta fuerza que casi lo hizo caer -No soy idiota... se lo quieres de ella y sobre mi cadáver lo vas a conseguir - Habló Alek entre dientes, aguantando la ira que se acumulaba en su interior - ¿Crees que no he visto cómo la miras? ¿O como la sigues a todas partes? conozco a las personas como tú y no voy a dejar que la lastimes.

-Me parece que te estas equivocando, yo en ningún momento he buscado hacerle daño y nunca he hecho nada para demostrarte lo contrario - Hizo una pequeña pausa para buscar en la reacción de Alek algún rastro de comprensión y cuando finalmente lo encontró, continuó con sus tan ensayadas palabras -  creo que ella ya ha sufrido demasiado y lo único que quiero es cuidarla, hacerle saber que al menos tiene un amigo y que me vea como alguien en quien puede confiar... quiero estar ahí para apoyarla, no quiero... yo no quiero que la historia de Aurora se repita -


Las palabras agridulces de Kalev resonaron en la cabeza de Alek una y otra vez,  La frase "Ya ha sufrido demasiado" se clavó en su pecho, eso de sobre todas las cosas le dolió más que nada. Intentando pensar en lo contrario, se propuso a recordar algún momento en el cual él hubiese hecho que ella dejara de sufrir o al menos hacer que se sintiera un poco mejor... pero no pudo recordar ninguno, sino todo lo contrario. Recordó todas las veces que le había hecho daño por culpa de los fantasmas de su pasado y se dio cuenta de lo que tenía que hacer.


Retrocedió un poco y bajó la mirada mientras apretaba los puños. No era la primera vez que se sentía así de impotente ante los sentimientos de alguien que le importaba y se preguntaba si realmente iba a dejar en manos de otra persona la felicidad de alguien a quien él mismo quería hacer feliz o cuando menos, aliviar un poco su sufrimiento... si dejaría que alguien más tomara su lugar, otra vez. Apretaba la mandíbula mientras intentaba apaciguar todos los recuerdos que rondaban en su cabeza sobre la última vez que hizo algo así. Sobre las consecuencias que habían traído sus decisiones en el pasado que aún lo perseguían y atormentaban.

Pero no podía retener a alguien que lo único que sentía por él era desprecio.

Aun así, había aprendido de sus errores y no dejaría que ella confiara, que se marchara con alguien hasta saber que estaría bien, a salvo y sería feliz. Exactamente lo que no había hecho con Anya.


-Te voy a estar vigilando - Amenazó Alek mientras tomaba a Kalev de la camiseta - Y cuando me des una razón para pensar que le estás haciendo daño, voy a acabar contigo.


Cuando finalmente lo soltó y volvió frente a la ventana, Kalev sonrió levemente al darse cuenta de que lo había conseguido, ahora tenía luz verde y podía volver, comenzó a caminar hacia la salida mientras pensaba en todas las cosas que podría hacer de ahora en adelante, tenía que hacerlo de forma inteligente para no molestar a Alek y para ganarse poco a poco la confianza de Gisell. Debía tener también cuidado de los ojos vigilantes de Iván y de la irreverencia de Aurora.

Mientras caminaba, pasó frente a la habitación de Gisell, la puerta estaba entreabierta, se detuvo y la abrió lentamente con una mano. La observó ahí, recostada sobre la cama, abrazada de un libro y parecía que había estado llorando, en ese momento sonrió y se dio cuenta que iba a funcionar. Definitivamente todo iría según lo planeado.



Al día siguiente Alek fue hasta la habitación de Gisell e hizo que se levantara de la cama, cuando vio que tenía el diario totalmente destrozado entre los brazos decidió no decir nada y dejar que se quedara con lo que quedaba de él. Era lo menos que podía hacer después de haber escupido la verdad de forma tan cruel la noche anterior.

La llevó tomándola del brazo hasta la mesa en la cocina para intentar que comiera algo, pero ella simplemente estaba ahí sentada, sin tocar absolutamente nada, abrazándose a sí misma. Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar la noche anterior y aún dejaba escapar algunas lágrimas que corrían lentamente por sus mejillas rojas al igual que su nariz.

A Alek le parecía extrañamente adorable aquella característica de Gisell, la hacía parecer una niña pequeña que lloraba después de haberse raspado las rodillas. Aunque saber que estaba así por su culpa eliminaba todo eso y solo lo hacía sentir completamente culpable.


Cuando Iván y Aurora llegaron tomados de la mano, la miraron y enseguida supieron que algo malo había pasado. Aurora fue directamente hasta ella y la abrazó por la espalda pero Gisell ni siquiera se movió, solo se quedó quieta, con la mirada clavada en la mesa. Iván volteó a mirar a Alek como si le estuviera preguntando qué había pasado, pero Alek solo apartó la mirada hacia otra parte intentando eludir una incómoda e indeseable explicación.


Fue cuando se abrió la puerta nuevamente que todos se giraron para mirar de quien se trataba, incluso Gisell. Cuando Kalev apareció en una entrada prácticamente triunfal, Aurora e Iván miraron sorprendidos y confundidos a Alek, pero él ni siquiera levantó la cabeza para explicarles.

Solo miró cuando Gisell se levantó de la silla y corrió a abrazar a Kalev, ella sonreía y lloraba al mismo tiempo mientras lo apretaba con fuerza. Él también sonreía y correspondía el abrazo mientras hundía un poco su cara en el cabello de Gisell.


Alek apartó la mirada intentando contener lo que le hacía sentir aquel incomodo momento. A pesar de todo, no interrumpió, ni dijo absolutamente nada, acción que desconcertó a Aurora, haciéndola darse cuenta de inmediato de lo que Alek estaba haciendo y eso la hizo sentir un profundo sentimiento de tristeza.


Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt