Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️

Cap. 27 - Sumisa.

Alek volteó a mirar en repetidas ocasiones a la habitación en donde se encontraba Gisel, estaba tardando demasiado y eso comenzaba a ponerlo nervioso. No sabía si le harían algo, si serían crueles con ella, tampoco sabía si le dirían mas cosas negativas sobre él. Sabía perfectamente que escuchar eso podría hacerla entrar en crisis nuevamente y la preocupación que él sentía aunado a la angustia de estar en ese lugar, no le permitiría ayudarla si así lo necesitaba.
No podría mostrarse débil ante los demás pues de inmediato lo convertirían en su presa y a Gisell como algo que podía ser arrebatado de forma fácil. 

-Tranquilo, volverá en cualquier momento - Habló alguien a sus espaldas con un tono divertido.
-¿De que hablas? - Preguntó Alek reconociendo de inmediato la voz e intentando disimular su incomodidad y las ganas de irse de ahí de inmediato.
-De la chica... pareces angustiado, no van a hacerle nada - dijo Erick - a menos que tu quieras, claro.

Alek, volteó a mirarlo su apariencia era exactamente la misma que la ultima vez que lo vio, complexión delgada, pálido y cabello negro y largo peinado hacia atrás que lo hacia lucir como una serpiente. Recordó el porque no se podía confiar en las palabras de Erick, era una persona tan desagradable, tan cruel y con un nivel de sadismo que no había visto en alguna otra persona, a excepción de Kronos probablemente. Simplemente se trataba de un tipo rico con el dinero suficiente para hacer lo que quisiera sin ninguna consecuencia. Por otro lado también era su mayor patrocinador, pues no escatimaba en gastos a la hora de apostar por él en sus peleas. Disfrutaba especialmente cuando las peleas se tornaban tan infames y sanguinarias que incluso los más acostumbrados a la violencia se veían obligados a apartar la mirada. Además tenía un gusto especial por hacerlo enojar a la más mínima oportunidad.

- No se de que hablas - respondió Alek a la defensiva sintiendo que la tensión no hacía más que aumentar.
- Dicen por ahí que esa chica te está volviendo blando, a mi en lo personal me sorprende que siga viva... - Erick puso en su rostro aquella sonrisa tan característica suya- aunque pensándolo bien, si yo hubiera pagado semejante cantidad por ella, también haría que durara.
-Te estás metiendo en asuntos que no son de tu incumbencia...
-Me encanta que no estés negándolo es lo menos que puedo esperar de un hombre como tú, un poco de confiable sinceridad.
-En cambio ¿Qué se supone que debo esperar de una serpiente venenosa como tu?

El tono burlón y sisañoso de Erick comenzó a ponerlo tenso, Alek sabía cómo era él, si descubría que por algún motivo estaba encariñado con ella, no se detendría hasta lograr hacer algo que lo molestara de verdad. Incluso si eso significaba hacerle daño.

-Cuando te aburras de ella, podría hacerte un intercambio - Dijo Erick - Me parece que podría encontrar formas bastante interesantes de divertirme un poco con ella...¿Qué dices? ¿Quieres que te enseñe algunos trucos? No estoy seguro de que tus preferencias sean tan brutales como tus peleas, pero en caso de que así sea podría darte algunas buenas ideas. Después de todo, escuché que aguanta muy bien los golpes.

En ese momento Alek comenzó a enojarse de verdad, pero justo cuando estaba por contestarle las puertas de la habitación en donde estaba Gisell se abrieron y comenzaron a salir muchas mujeres.

<<Tiene que ser una broma>> pensó al mismo tiempo que le suplicaba a todas las deidades conocidas y desconocidas que Gisell no apareciera vestida de ese modo. 

Todas ellas eran hermosas, altas, delgadas, con un cuerpo espectacular, con un rostro muy lindo, todas estaban vestidas con Ligueros de encaje de diferentes colores, lo único que tenían en común, eran varias correas de cuero en sus cuerpos, en sus muñecas y un collar con una cadena en sus cuellos. Ni siquiera pudo concentrarse en lo que se encontraba frente a sus ojos, su mayor preocupación en ese momento era que no veía a Gisell.