Cap. 67 - Las dos caras.

1.4K 129 73
                                    


Después de tomarnos un momento para tranquilizarnos, tomé las maletas y las llevé a mi habitación, me vestí y arreglé lo más rápido que pude.

Me puse una blusa de cuello alto para cubrir los moretones, los que aún estaban visibles los cubrí con maquillaje y salí de la habitación. Ya estaba Alek esperándome en la mesa de la cocina, salimos y nos subimos al auto.
Me di cuenta de que la parte trasera estaba llena de bolsas, aunque desconocía el interior.


—¿Qué es eso? —le pregunté aun mirando hacia atrás.

— Son algunas provisiones y cosas básicas que necesitan allá.

Él encendió el auto y solo hasta entonces caí en cuenta de lo que estaba viendo.

— Espera... ¿Tú vas a conducir?

— Así es, Iván y Aurora estarán ocupados buscando lugares para la boda —Sonrió.


Comenzamos el trayecto y yo no dejaba de mirarlo, no sabía si era el hecho de que nunca lo había visto conduciendo, pero se veían tan bien haciéndolo. No podía dejar de ver sus grandes manos apretando el volante. Sentí mariposas en el estómago mientras mis hormonas revoloteaban y mi mente sucia me traicionaba.


— ¡GISELL! —gritó Alek haciéndome salir de mi burbuja mental—. ¿En qué estás pensando? —preguntó sonriendo, viendo el camino y luego a mí.

— Nada, nada —mentí y me mordí el labio. Me sentía como si estuviera pasando por un segundo golpe de pubertad.


Después de un par de minutos llegamos a lo que, a primera vista, parecía una escuela. Abrieron el portón y entramos con el auto, lo estaciono muy cerca de la entrada y nos bajamos. Estábamos en lo que parecía ser un patio de juegos.

Alek me dijo que alguien más vendría a buscar las cosas y comenzamos a caminar hacia el salón más grande. Ni siquiera habíamos llegado a la puerta cuando se abrió y salieron corriendo un montón de niños directamente hacia Alek.
Se le lanzaron encima tirándolo al piso, el reía mientras jugaba con ellos y hacía como si los lanzara por el aire, pero con cuidado, también salieron diferentes personas a saludar, mujeres y hombres, jóvenes y viejos, hasta que finalmente vi un rostro familiar, era Shelly, aquella delicada anciana de rostro amable que vimos en el restaurante hace ya mucho tiempo.

Se acercó hasta quedar frente a mí y me miró con esos ojos brillantes y rostro bondadoso, puso su mano en mi mejilla y me sonrió.


— Oh cariño —dijo con su suave voz casi como un susurro—. Veo que la vida no ha sido amable contigo... lo siento mucho.


Por alguna razón ese pequeño gesto, esas palabras, su rostro y su voz combinados movieron algo en mi interior y enseguida se formó un enorme nudo en mi garganta. No me había permitido verme a mí misma como una víctima en mucho tiempo.

Inconscientemente dejé escapar una lágrima.

Una lágrima real proveniente de un lugar extraño enterrado en el fondo de mi psique, una lágrima que vino desde lo más profundo de mi alma. Como si por un momento, el fantasma de la vieja Gisell hubiera encontrado su camino hacia la luz por unos segundos.

Aclaré mi garganta y miré hacia otro lado, limpiándome la lágrima lo más rápido que pude.


Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️Where stories live. Discover now