Cap. 23 - Sueños húmedos.

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Alek tenía la esperanza de que aquella reacción fuera suficiente para advertir a Gisell sobre el comportamiento extraño de Kalev. Necesitaba que ella misma se diera cuenta de ello, ya que si él hacía algo al respecto, ella inmediatamente se pondría del lado de Kalev y lo culparía por todo lo malo.

Necesitaba que ella viera con sus propios ojos las señales que advertían que tal vez Kalev no era tan buena persona como intentaba hacerles creer.  No lo era ¿cierto?
Por un momento se preguntó si la razón por la que quería que ella se diera cuenta era para desmentir a Kalev o algo más. No quería que en sus acciones hubiese algo extraño implícito de por medio. Solo quería ayudarla, necesitaba protegerla. Pero si así era ¿Entonces porque no la estaba protegiendo de él mismo? 

Se preguntó una vez más si de verdad había algo raro con Kalev o era simplemente su sobreprotección lo que lo estaba haciendo ver cosas que en realidad no estaban ocurriendo. Si no había nada extraño en él, solo significaría que ella lo odiaría aún más y era lo último que quería.

Cuando finalmente todo volvió a la calma y la dejó salir, el momento en el que ella comenzó a caminar le provocó un vacío en el estómago, incitándolo a suplicarle que no se fuera, que no pensara mal sobre lo que acababa de hacer, que se planteara una vez más las cosas. Y ella se detuvo junto él, si, pero simplemente lo miró con los ojos llenos de lágrimas y eso le rompió el corazón.  Esa mirada transmitió a Alek tanta tristeza y decepción, que no pudo evitar sentirse mal por lo ocurrido y por todo en general. Salió corriendo, él sabía que ella iba a llorar sin parar por un rato hasta quedarse dormida, era lo que siempre hacia, de vez en cuando le gustaba ir a verla dormir por algunos segundos, era el único momento en el que parecía estar en paz. El único momento en el que ella no tenía miedo de su presencia. 


Pasaron algunas horas hasta que el teléfono de Alek comenzó a sonar interrumpiendo el cómodo silencio y provocando el regreso del tortuoso dolor de cabeza, lo cual no mejoró al ver el nombre del contacto que le llamaba en la pantalla. Era Sebastien, uno de los subordinados y protegidos más importantes de Kronos. También el más molesto de todos ellos. No tenía un buen presentimiento sobre esa llamada, pero sabía que no tenía opción, tenía que contestar.

Esas eran el tipo de llamadas que tenía estrictamente prohibido ignorar.


-¿Qué? - Habló Alek de mala gana al contestar.

-Hoy en la noche hay una reunión, tienes que venir - dijo Sebastien al teléfono con el eterno tono molesto de siempre. Siempre parecía que acababa de tener la peor discusión de su vida.

- No puedo, tengo otros planes- respondió Alek con la esperanza de poder zafarse de la situación.

-A Kronos no le importan tus planes, tienes que estar aquí a las 8:00 en punto, ni un solo minuto tarde y quiere que traigas a la chica, si no lo haces él en persona irá a buscarla. - contestó fuertemente.

-¿Para qué quiere que la lleve? - Preguntó Alek sorprendido y preocupado pero ya le había colgado.

<<Mierda>> Se dijo a sí mismo.


El hecho de que Kronos quisiera que llevara a Gisell era una muy mala señal y era muy peligroso. ¿Se habrá arrepentido del trato? ¿Alguien más pagó incluso más que él por ella? ¿La haría hacer las mismas cosas que las demás? ¿O solo quería ver con sus propios ojos cómo se estaba desarrollando la situación entre ellos dos? Un cúmulo de preguntas pasaron por su cabeza en una fracción de segundo. No sabía cuál de las respuestas podrían ser peores que las otras. 

Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️Where stories live. Discover now