Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️

Cap. 76 Parte 2 - Abrazo a la muerte.

Desperté poco a poco con los sonidos de personas hablando a lo lejos, las voces se iban acercando cada vez más hasta que las tenía prácticamente dentro de mi cabeza, fue en ese momento que abrí los ojos lentamente cegándome momentáneamente con las resplandecientes luces ámbar que inundaban el lugar.

Me encontraba recostada de lado en el frío suelo, mis manos seguían atadas a mi espalda y la cabeza me dolía terriblemente al igual que todo mi cuerpo. Fue como si despertara de un mal sueño y lo peor de todo es que desperté solo para darme cuenta que la pesadilla era real, que era peor de lo que imaginaba y que todo estaba pasando justo frente a mis ojos.

Intenté incorporarme fallidamente dejando escapar un quejido por el dolor que recorrió desde mi hombro por todo mi brazo. Mi vista aún estaba borrosa pero pude distinguir indudablemente la silueta de Kronos sentado frente a mí, viéndome directamente.

- Veo que ya despertaste... por un momento me preocupó que hubieras muerto - Dijo el hombre con voz tranquila mientras le daba una bocanada de humo al puro en su mano.

Cerré los ojos fuertemente logrando así recuperar la vista por completo, nos encontrábamos en el ya tan familiar balcón en el bar en donde se llevaban a cabo las peleas de Alek. Como pude me apoyé sobre los antebrazos para sentarme en el suelo a los pies de Kronos, junto a él estaba Erick mirándome con odio, se veía pálido y parecía estar sudando frío, su camisa estaba desabotonada, se notaba que acababa de cambiarla pues no estaba manchada de sangre pero en su cuello había un gran parche de gasas. No pude evitar sonreír ligeramente ante aquella imagen.

Rápidamente giré la cabeza en todas las direcciones posibles buscando a Alek pero no logré verlo por ninguna parte. Centré mi atención en mí misma, pues al bajar la mirada pude darme cuenta que mi ropa había sido cambiada.

- No esperabas que te dejáramos lucir como Carrie después del baile ¿verdad? - Dijo el hombre sentado a la izquierda de Kronos con una sonrisa, quien hasta ese momento no había llamado mi atención en lo absoluto.

Lo miré detenidamente, me parecía demasiado familiar pero al mismo tiempo no lograba recordar en donde lo había visto. Se trataba de un hombre rubio, alto y delgado pero lo suficientemente fuerte para que se marcaran los músculos de sus brazos a través de su camisa negra. Estaba vestido completamente formal con tirantes de piel que pasaban por encima de sus hombros y guantes negros. Tenía clavados sus fríos y penetrantes ojos grises en mi, obsequiándome una mirada particular... era como si intentara decirme algo.

[ALEK... momentos antes de que Gisell despertara]

Alek se vio a sí mismo como si estuviese fuera de su cuerpo, una sensación de despersonalización lo invadió por completo, probablemente se trataba de un intento desesperado de su propia mente por no caer en la locura, por no rendirse ante la verdad que ahora se encontraba frente a sus ojos. Una verdad de la no podía escapar, ya no más.
Toda la vida había tenido a la muerte pisándole los talones y finalmente lo había alcanzado, ya no existía forma alguna de escapar de ese destino, el cual siempre había tenido presente y lo había aceptado con valor, pero ahora todo era diferente.
Ahora saber el hecho de que dejaría sola al amor de su vida y a su hijo que aún se encontraba en el vientre de ella, el cual ni siquiera tendría la oportunidad de conocer, simplemente lo destrozaba y por primera vez en su vida lo hacía querer tirarse de rodillas para suplicar por su vida, algo que ni en un millón de años se hubiera imaginado de sí mismo.