Los Que Se Pelean ¿Se Desean?

Capítulo 96.

Maratón 6/6

Max.

-¿Entonces estáis preparadas?- pregunta divertido el hombre que ha oficiado la boda.

Raquel y Sam asienten con la cabeza. Todos reímos.

A lo largo de la última parte de la ceremonia, no he dejado de pensar en Bella. Mi cabeza es un completo descontrol y no sé como controlarla por mucho que quiera.

Ver llorar a Bella me destroza y no podía remediarlo. La quería, es demasiado pronto para hacer como si nada, para olvidar todo lo que he sentido por ella y, recordar todo lo que he vivido, no es lo mejor para una despedida.

Miro a Bella, llevo tiempo haciéndolo. La chica mira hacia atrás, sé que busca mi mirada igual que lo ha echo en todo este tiempo. Le sonrío. Supe que su cabeza era un mar de dudas desde que me vio llorando. ¿Y qué iba hacer? Mientras leía ese texto, solamente pensaba en todo lo vivido, en el momento en el que Raquel y Sam aparecieron en nuestras vidas o en el momento en el que ella misma se vio sola en Londres porque la dejé ir.

-¡OS DECLARO MUJER Y MUJER!

Las novias se besan. Mientras aplaudo con los demás invitados, sonrío al ver como todas las damas de honor lanzan pétalos de rosas de color rosa sobre ellas.

Aproximadamente unos veinte minutos más tarde, las filas de sillas comienzan a vaciarse. Ainhoa entrelaza mi mano con la suya, le sonrío.

-¿Estás bien?- la chica aparta su pelo recogido en una alta coleta hacia un lado.

Asiento con la cabeza.- No te preocupes.- le sonrío.

-¿Nos vamos ya para esperar a que las novias suban?- pregunta Yaiza, quien está sentada detrás de mi.

-Vamos.- me giro hacia la morena.- Es hora de celebrar esta pedazo boda.

***

Salgo por la puerta de la entrada del palacete con tres bolsas de pétalos de rosas para lanzar a las novias ya que se habían terminado y ninguno de nosotros tenía. 

Todo el recinto del palacete está lleno de gente. Tras pasar entre varios invitados, consigo llegar hasta el comienzo de la escalera que baja a la playa y por la que subirán las novias.

-¿Ya han terminado?- pregunto a Nicol nada más llegar junto a todos ellos.

-¡Si, suben en nada!

Ha pasado media hora desde que la boda terminó. Me coloco al lado del muro de piedra y miro hacia donde se ha celebrado la ceremonia. Ahí, en el pasillo, veo como Bella y Tom se besan mientras la mejor amiga de Sam les hace una foto.

Suspiro. He llegado al punto de que me canse toda esta situación, de no saber si arriesgarme o quedarme con la persona que me quiere y a la que también quiero.

Minutos más tarde, mientras hablo con los chicos, veo como todas las damas de honor suben las escaleras. De un momento para otro, veo como Bella aparece a nuestro lado.

-¡Hola! ¿Os ha gustado la boda?- pregunta sonriente.

Nicol, sin responder nada, la abraza. Las dos han compartido toda una vida al lado de la otra, mientras veían como crecían y como conseguían lo que, en su día, había sido un sueño y, aunque ninguna de las dos quisiese hablar del tema, ambas están viviendo todo esto como el comienzo de una nueva vida en la que aún estarán más lejos de lo que ya estaban.

Giro la cara para mirar de nuevo hacia la playa. No quería ver este momento porque no podía con más despedidas. 

Minutos después, siento como pasa entre mi cuerpo y el de Yaiza. Miro hacia mi izquierda y veo a Bella.