Capítulo 41.

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Bella.

-¿Entonces la firma de libros está confirmada?- pregunto a Jess que está al otro lado de la barra de la cocina.

La chica había venido a primera hora de la mañana para informarme de los viajes que haríamos en Marzo y Abril y, para mi suerte y la de Max, en quince días volvería a España.

Suelta una carcajada.- ¡Qué si!

Max y yo nos miramos, sonreímos.

Jessica termina el café de su taza ya que, tras recibir su llamada en la que decía que vendría media hora a vernos y así confirmarme los viajes, había ordenado la parte de abajo de la casa y había preparado café y tostadas para desayunar.

-Bueno, chicos. Os tengo que dejar que tengo que ir a la editorial a trabajar y ya llego tarde.- da dos besos a Max despidiéndose y se acerca a mi.- Nos vemos la semana que viene en la librería del centro, ¿vale?- besa mi mejilla.

-Ahí estaré.- digo divertida.

La chica sale de la cocina. Hoy estaba realmente guapa con ese vestido rosa.

-¡Escribe mucho en la novela!- grita mientras abre la puerta de la entrada.

-¡Lo haré!- grito riendo.

Lo cierto es que estas semanas con Max, me habían servido de mucho y es que cada noche, me quedaba hasta las cuatro de la madrugada escribiendo dos capítulos como mínimo.

Aún así, lo bueno se acababa hoy. Max se iba al mediodía, después de comer y ojalá puediese quedarse el resto de su vida aquí, a mi lado como había echo estas dos semanas.

-¿Sabes qué?- pregunta Max mientras deja su taza en el fregadero. Levanto la mirada para que responda y este continúa hablando.- Tienes que prepararte rápido porque vamos a pasar fuera lo poco que me queda aquí.

Frunzo el ceño.- ¿A donde quieres llevarme?

Se encoge de hombros y sonríe.- Sorpresa.

Le miro con cara de pocos amigos. Los dos reímos.

Termino el café que quedaba en mi taza y la dejo en el fregadero junto a las otras dos tazas.

-Voy a cambiarme pues, las tazas pueden esperar.

Subo los escalones de dos en dos para llegar antes a la habitación. De camino a la habitación, veo como la maleta de Max está ya cerrada en la entrada y resoplo. Ojalá no se fuese.

***

-¿Como piensas que vamos a ir si yo no sé a donde quieres llevarme?- pregunto a Max mientras bajo las escaleras con su maleta.

-Se me olvidó comentarte que hoy conduzco tu coche.- dice divertido.

Le miro mal.

Dejo la maleta pegada al borde del recibidor que hay en el salón y cojo las llaves del coche que hay en el interior de una especie de bandeja rosa.

Sonrío.- Todas tuyas, retrasado.- le tiro las llaves.

Cojo mi bolso que estaba en el sofá desde que llegamos de la cena "romántica" de anoche y de nuevo, cojo la maleta de Max.

-Cuando hoy quieres quedar como buena anfitriona llevándome la maleta hasta el coche...- Max ríe.

Suelto una carcajada mientras salgo de casa.

-¡Idiota!

-Sino fuese que este idiota te gusta demasiado...- cierra la puerta principal de la casa.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora